Últimamente la Universidad
Nacional ha sido el punto de atención ante la diversidad de problemáticas, como
el despilfarro de dineros en la remodelación de la oficina del rector Ignacio
Mantilla, el ataque a la huerta estudiantil en la sede de Medellín, el
deplorable estado de varios edificios de la sede Bogotá
Así es, la UN no descansa de
recibir malas noticias esta vez las alarmas de prenden por el Plan de
Renovación Urbana del Centro Administrativo Nacional (CAN). Pues la renovación
de esta zona de la capital no solo se llevara a cabo en los edificios que
actualmente comprende el CAN, sino que también afectan barrios como el GRECO y
la esmeralda (desaparecerían totalmente) y predios de la Universidad Nacional
como el edificio Uriel Gutiérrez, las
antiguas residencias Camilo Torres y el Hospital Universitario.
La vicerrectoría ante el caso
ha mostrado su desacuerdo con tal proyecto y la posición de no ceder ningún
predio. Por otro lado el vocero de la MANE Sergio Fernández, ha estado al tanto
del acontecimiento, afirmando que luego del 2011 el plan de renovación ha ido
aumentando territorios.
Es entonces donde se puede
detallar a que nivel están llegando los órganos del estado para seguir
afectando no solo a la UN, sino también a las hermanas de esta como la UPN y la
UD; universidades que a través de sus estudiantes, docentes y en su totalidad
comunidad educativa resisten antes estos atentados a la vez de continuar con la
lucha por una educación digna y de calidad.
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