Manizales, 4 de
febrero de 2013
En medio de un
accidentado proceso de admisión en la Universidad de Caldas, en el que no se
alcanzó a completar ni siquiera el 80% de los cupos para nuevos estudiantes
antes del inicio de clases, se han detectado severas irregularidades en la
liquidación de las matriculas de algunos estudiantes. Como si los elevados
costos que impuso el nuevo acuerdo de matriculas en la institución no fueran
suficiente, a los estudiantes y a sus familias les ha tocado padecer de forma
recurrente desinformación sobre los procedimientos, requerimientos contrarios
a las normas de la institución y anomalías en la aplicación de las formulas
para liquidar las matriculas. Numerosas denuncias verbales y escritas, y
hallazgos de órganos de la institución, nos indican que este tipo de acciones
han sido sistemáticas, responden a orientaciones superiores y no son simples
errores o caprichos de los funcionarios.
Se ha señalado por
parte de estudiantes y padres de familia, que al momento de entregar
documentación sobre los ingresos familiares, funcionarios de la institución les
han exigido reportar más ingresos de los que realmente perciben. En uno de los
casos, la familia preocupada por la posibilidad de perder el cupo de su hija si
no hacían lo que el funcionario les exigía, agregó a sus ingresos reales cerca
de $ 400.000 adicionales, calculando en dinero la ayuda en especie que reciben
por parte de los abuelos de la estudiante. Este hecho fue confirmado por la
familia en visita domiciliaria realizada por funcionarios delegados del Comité
de Matriculas de la institución (ver en http://goo.gl/zWQcQ). Evidentemente la
exigencia de adicionar más ingresos a los reportados por la familia busca
incrementar el monto final de la matricula del estudiante, ya que en el cálculo
realizado con base en el acuerdo de matriculas, los ingresos familiares son el
factor determinante al tener un peso del 75%, mientras el estrato representa el
25%.
Se han dado otros
hechos relacionados con el aumento artificial de los ingresos, como el cálculo
irregular de los ingresos anuales, yendo en contravía de las formulas
contenidas en el acuerdo de matriculas. Pese a que el acuerdo de matriculas estipula
que los ingresos familiares deben tomarse anuales, es decir, sobre la base de
lo realmente percibido por los miembros de la familia con independencia de que
hayan trabajado parcialmente o de forma constante durante el año, los cálculos
realizados por funcionarios de la universidad elevan artificialmente estos
ingresos. Es así como a un padre de
familia que laboró durante 6 meses en el año y percibió en total $ 3`957.478,
se le calculó ingresos por más del doble gracias a operaciones consistentes en
dividir los $ 3`957.478 entre 6 (aparentemente los meses en que trabajó) y
después multiplicarlo por 13 (aparentemente los 12 meses del año más un mes
adicional por primas). De esta manera se calculó que los ingresos anuales no
eran los $ 3`957.478 reportados, sino $ 8`574.540 (ver en http://goo.gl/iB1ZR).
En otro caso, pese a que el certificado laboral de uno de los padres del
estudiante indica que por 6 meses y medio de trabajo había percibido ingresos
por valor de $ 5`071.667, se aplicó el mismo procedimiento irregular y estos
ingresos fueron calculados en $11.050.000 (ver en http://goo.gl/IYTlS). Como
estos dos casos, se han detectado en el Comité de Matriculas por lo menos 20
más, lo que nos permite pensar que cientos de familias pueden haber sufrido las
consecuencias de este procedimiento.
Otros afectados con
las irregularidades presentadas, han sido los docentes ocasionales. A pesar de
que el nuevo acuerdo de matriculas les otorgó el incentivo “Bienestar Social
Universitario”, consistente en un descuento del 90% del costo de la matricula
para hijos o cónyuges que ingresen a programas de pregrado de la universidad, a
la cónyuge de un docente ocasional le fue negado dicho incentivo por razones
que no corresponden con lo consignado en el acuerdo de matriculas y que
contrarían el espíritu de lo aprobado por el Consejo Superior(escuchar en
http://goo.gl/eYDQQ).
Estudiantes antiguos
también han sufrido los rigores de este inconsecuente accionar. El nuevo
acuerdo de matriculas (022 de 2012) se le aplica a los estudiantes que
ingresaron a partir del primer periodo de 2012, sin embargo, a estudiantes cuyo
ingreso a la institución fue anterior, se les ha liquidado nuevamente la
matricula con base en este, incrementándose sustancialmente el valor de la
misma. A un estudiante que solicitó la cancelación de un semestre y la reserva
de cupo para el próximo (ver en http://goo.gl/2LSna), se le solicitó presentar
documentación nuevamente y se le reliquidó con base en el nuevo acuerdo de
matriculas. Con este procedimiento la matricula del estudiante pasó de $ 671.809 a $ 1`938.114 (ver en
http://goo.gl/N04SI). Otra estudiante realizó traslado de programa y pese a que
este no es causal para reliquidación de matrícula, también se le solicitó de
nuevo documentación, con lo que el valor de su matrícula pasó de $ 1`966.148 a
$ 4`094.214, más del doble de lo que pagaba (escuchar en http://goo.gl/00VFO).
Estos dos casos comprueban, no solo que la normativa interna no se cumple, sino
que hay un alza dramática en los costos de las matriculas con el nuevo acuerdo.
El cobro de
matriculas con elevados costos no se ha dado únicamente por la vía del
incremento artificial de ingresos, la reliquidación a estudiantes antiguos o la
negación de derechos, sino también desconociendo documentos que exoneran a los
estudiantes del pago de matrícula. Sin importar que en el acuerdo de matriculas
está estipulado que los beneficiarios de
sisben 1 y 2 -o su equivalente- están exonerados del pago de matrícula,
a un estudiante el documento de beneficiario a este programa no le fue
recibido; sin esta información, el valor
de su matrícula fue superior a los $600.000. Luego de ser asesorado por algunos
representantes estudiantiles, se le liquidó con base en este documento y su
matrícula fue inferior a $100.000 (escuchar en http://goo.gl/uoiSr).
Por todas estas
razones y ante la falta de acciones oportunas por parte de la administración de
la Universidad de Caldas, a pesar de haber sido solicitadas en varias
ocasiones, el día viernes 1 de febrero interpusimos denuncia ante la
Procuraduría General de la Nación, solicitándole que ejerza su poder preferente
de investigación para analizar estos hechos a la mayor brevedad posible.
Estaremos atentos a los resultados y continuaremos luchando por devolverle el
carácter público a la Universidad de Caldas.
Ver denuncia completa en http://goo.gl/8Lypz.
Darío Arenas Villegas
Representante Estudiantil Consejo Superior Universidad de
Caldas
Alexander Álvarez
Giraldo
Representante Estudiantil Consejo Académico Universidad de
Caldas
Reinaldo Cardona
Valencia
Representante Estudiantil Comité de Matriculas
Universidad de Caldas
Cristian Camilo
Correa Pinilla
Representante Estudiantil Comité de Matriculas
Universidad de Caldas
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