Congreso de los
Pueblos asume como propia la huelga de SINTRACARBÓN en Cerrejón, el paro cívico
en Arauca y el grito social contra el daño ambiental causado por la Drummond.
El país
vive una nueva coyuntura de paz, son
múltiples las voces que quieren opinar y participar desde diversas lógicas e intereses, unas para no quedarse por fuera
de las oportunidades políticas de la misma, otras por coherencia con su
propuesta de país. Como Congreso de los Pueblos creemos importante un escenario
de participación decisoria para la sociedad, especialmente para sectores
populares y democráticos que han estado en minoría y exclusión, ¡que se escuchen las voces de quienes libran
luchas por una vida digna! que planteemos la paz desde el ciudadano, los
campesinos, los indígenas, las
comunidades negras, los jóvenes, los trabajadores, los estudiantes, los
golpeados por este sistema de muerte, por eso nos resulta determinante la
pregunta por ¿cuál es ese país en paz que el ciudadano-a de a pie piensa?
El
actual gobierno tiene como uno de sus bastiones el desarrollo de la “locomotora
Minero-energética” en el marco de un modelo extractivista; se ha instalado el
boom en el que se destaca la llegada al
país de muchas empresas extranjeras. Pero la realidad en los territorios donde
se implementan los proyectos de la locomotora, rompe la armonía de las
comunidades; destruye el medio ambiente, cambia la vocación y posibilidades
productivas de campesinos, afros e indígenas; esta lógica de explotación cambia
los micro modelos económicos, afecta la salud de la población, sobreexplota la
mano de obra; pero lo más grave, es la persecución y agresión a quienes se
oponen a la implementación de dichos proyectos.
Han
sido las comunidades las que se organizan y resisten a los procesos de
explotación del Quimbo, Hidrosogamoso e Hidroituango, a la explotación aurífera
en el Páramo de Santurbán, de La Colosa y Marmato; al proyecto de explotación carbonífera en el Río
Ranchería; muchas comunidades que no comparten el modelo de explotación, libran
grandes batallas, resisten con la
movilización social, proponiendo otros modelos de vida y de relación con la
naturaleza, proponiendo modelos de vida, a los modelos de muerte.
Hoy los
obreros del CERREJÓN defienden sus derechos movilizándose y yendo a la huelga;
en ARAUCA las organizaciones sociales inician un paro cívico contra el
megaproyecto del Oleoducto BICENTENARIO
y las petroleras, en Barrancabermeja la Unión Sindical Obrera le
presenta al país una propuesta en materia petrolera y la sociedad grita en
contra del daño ambiental causado por el derrame de carbón de la Drummond; son
las comunidades, es la Clase Popular la que con la movilización y la lucha
construye propuestas de País, de paz.
Todos
estos movimientos, sus exigencias y propuestas deben recibir la mayor
solidaridad del pueblo colombiano. Deben servir para que el gobierno nacional
entienda que es necesario habilitar espacios democráticos en los que se
discutan, propongan y acuerden modelos alternativos de explotación de los
recursos en nuestro país, como parte de la “construcción de una paz estable y
duradera”. Creemos que ese modelo debe
partir de reconocer la soberanía nacional, cambiar la lógica de explotación en
la que la naturaleza sea una mercancía, debe pensarse en un modelo en armonía
con la naturaleza; un modelo en el que las empresas paguen la deuda social y
ambiental por el daño causado producto de la explotación indiscriminada, en
especial las MULTINACIONALES. Un modelo
en el que el manejo de las reservas esté por fuera de la lógica del mercado,
que permita potenciar las visiones alternativas al desarrollo con los planes de
vida en los territorios; donde los derechos de la madre tierra y del ser humano
garanticen su existencia y continuidad, en esencia un modelo de Vida.
Llamamos
al pueblo Colombiano a respaldar solidariamente los movimientos de resistencia
en los territorios; exigimos a las autoridades locales y nacionales las
garantías suficientes para la continuidad de las acciones y permanencia en los
territorios por parte de las comunidades, y proponemos al gobierno nacional que
acordemos un escenario en el que desde las propuestas de las comunidades
construyamos una propuesta de paz duradera, una propuesta de paz integral, en el que entre otros elementos discutamos el
manejo soberano de nuestros recursos en beneficio del pueblo colombiano.
Paz
es soberanía, trabajo digno, buen vivir y respeto a la naturaleza!
Los
Pueblos tenemos la palabra, construimos vida digna y mandatamos por la paz con
justicia social!
Febrero
11 de 2013
Congreso
de los Pueblos
Propuesta
de País para Una Vida Digna.
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