Por:
Amaury Núñez González.
Vocero
Nacional de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE.
Un hecho
clarísimo rodeó a la universidad pública colombiana en 2012: la crisis de estas
instituciones se profundizó. El reciente estudio del Sistema Universitario
Estatal, SUE, sobre la desfinanciación que viven 30 entre 32 universidades
públicas lo corrobora. (Ver estudio
completo)
Como ya
es conocido, el presupuesto que les es destinado desde la Ley 30 de 1992 ha
sido insuficiente para soportar estas instituciones, ya que las erogaciones a
partir de la variable costo del dinero implica actualizarlas mas no
aumentarlas. Bajo esa consideración bastarían los recursos de 1992 para
mantener el mismo nivel de cualificación docente y su cantidad, la
infraestructura física, entre otros. Pero dichos niveles han aumentado y por lo
tanto se presenta una desfinanciación. Según el Director de Presupuesto de este
órgano “la nación no financia los costos de funcionamiento de las universidades
públicas” porque, según él, no es absolutamente responsable de un rubro
especifico, sino del mínimo contemplado por Ley mientras que las necesidades
abundan.
Dos
aspectos pueden resumir la crisis actual del sistema: i.) Para obtener la
deseable relación de 1 docente por cada 18 estudiantes habría que pasar de
11.425 docentes de planta a 19.215, reduciendo en 61% y 53% los catedráticos y
ocasionales respectivamente, para una distribución de 7 de planta, 2
catedráticos y 1 ocasional por cada 10, lo que representaría una inversión de
$430.000 millones adicionales por año, ii.) la infraestructura física actual es
de 3,9m2 por cada estudiante, mientras que para salir del palpable hacinamiento
urge una relación de 11m2 por cada 1, que con los estudiantes de hoy exige 2,8
millones de m2 adicionales, con un costo de $5,6 billones.
Sumando a
lo anterior lo requerido para cualificación docente, Bienestar Universitario,
Recursos de Apoyo Académico y Gastos Administrativos el cálculo total de las
necesidades financieras del Sistema es superior a los $18,7 billones [1]. Sin embargo, la universidad a través de la
venta de bienes servicios, aumento de costo de matrículas y estrategias de
racionalización de los recursos, todo ante la indiferencia del Gobierno
Nacional, le ha restado a la anterior suma $7,5 billones, para un déficit total
de $11,1 billones a 2012.
Amanecerá
y veremos, pues tras el año que las Universidades acaban de pasar en un
deplorable estado, al Gobierno se le crecen las movilizaciones y los
estudiantes incubamos una nueva Ley de Educación Superior.
Nota: en
la aprobada y sancionada Reforma Tributaria se destinará una partida que ronda
los $1,5 billones a las 80 Instituciones de Educación Superior públicas entre
2013 y 2015, sobre los que el Gobierno reglamentará los criterios de asignación
y por lo tanto no irán a la Base Presupuestal de las Universidades. La MANE
acertó al no prestarle el nombre a Santos y su Unidad Nacional para aprobar su
regresiva reforma, que en tres años entregará a 80 IES 9 veces menos de lo
requerido por 30 de ellas para el próximo. Estos recursos, además de estar atados
a las utilidades de las empresas (razón por la que la cifra podría alterarse),
se generarán a costa de imponer enormes cargas al colombiano de clase baja y
media, mientras perdona más de $8 billones de impuestos a las grandes empresas.
[1] Incluyendo los
gastos adicionales a partir de decisiones legales que han incidido en el
presupuesto de gastos de las Universidades Estatales a partir de la ley 30 de
1992 en materia de contratación de personal.
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