Ante la posibilidad de que las empresas
aporten un 1% de impuesto adicional, en lo que se ha llamado el CREE (el nuevo
impuesto para la Contribución Empresarial para la Equidad, que reeemplazaría
los llamados parafiscales), pasando del 8% al 9%, a fin de destinar este valor
para la educación superior, tiene con gran expectativa a los rectores de las
universidades públicas, que están dedicados a hacer lobby a los congresistas,
en la esperanza de que de esta manera se solucione su déficit presupuestal.
El Congreso de La República, Senado y Cámara, están en sesiones plenarias analizando el tema y pese al respaldo de los mismos representantes que defendieron a los estudiantes en tumbar el proyecto de reforma a la Ley 30 (Arias, Robledo y Amaya, especialmente), el Gobierno no ha compartido plenamente este iniciativa, y se espera que las negociaciones den saldo favorable para la educación superior.
La propuesta de que las empresas paguen el impuesto CREE no del 8% sino del 9% para financiar a las universidades públicas, generó molestia en el Gobierno y en los empresarios. Fue aprobada en el Senado, pero no hay garantía de que finalmente quede en la reforma.
Esa propuesta surgió por parte de algunos congresistas, como el senador Eugenio Prieto, y no del Gobierno Nacional. Ese 1% sería el equivalente a $1,2 billones.
Mientras que el rector de la U. Nacional, Ignacio Mantilla, exhortó al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, a impulsar una acción histórica en favor de la educación, este le respondió con el compromiso del Gobierno de darle 1.5 billones con la reforma tributaria.
El impuesto CREE sustituiría gradualmente los impuestos que hoy pagan los empleadores dentro de los aportes parafiscales. Ahora a los 4,4 puntos para salud, otros 1,4 por ciento para el Sena y 2,2 para Bienestar Familiar, se adicionó como propuesta este punto porcentual para financiar el incremento de cobertura universitaria, salud y agro, pero limitado a tres (3) años.
El Congreso de La República, Senado y Cámara, están en sesiones plenarias analizando el tema y pese al respaldo de los mismos representantes que defendieron a los estudiantes en tumbar el proyecto de reforma a la Ley 30 (Arias, Robledo y Amaya, especialmente), el Gobierno no ha compartido plenamente este iniciativa, y se espera que las negociaciones den saldo favorable para la educación superior.
La propuesta de que las empresas paguen el impuesto CREE no del 8% sino del 9% para financiar a las universidades públicas, generó molestia en el Gobierno y en los empresarios. Fue aprobada en el Senado, pero no hay garantía de que finalmente quede en la reforma.
Esa propuesta surgió por parte de algunos congresistas, como el senador Eugenio Prieto, y no del Gobierno Nacional. Ese 1% sería el equivalente a $1,2 billones.
Mientras que el rector de la U. Nacional, Ignacio Mantilla, exhortó al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, a impulsar una acción histórica en favor de la educación, este le respondió con el compromiso del Gobierno de darle 1.5 billones con la reforma tributaria.
El impuesto CREE sustituiría gradualmente los impuestos que hoy pagan los empleadores dentro de los aportes parafiscales. Ahora a los 4,4 puntos para salud, otros 1,4 por ciento para el Sena y 2,2 para Bienestar Familiar, se adicionó como propuesta este punto porcentual para financiar el incremento de cobertura universitaria, salud y agro, pero limitado a tres (3) años.
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