Innegable, por lo escandalosa, es la crisis financiera de las Universidades Públicas del País. Casos como el de la Universidad Pedagógica, del Pacífico, y la Universidad Nacional ilustran tal condición. Así mismo, pronunciamientos como los generados desde el SUE – Sistema Universitario Estatal -, la MANE y Rectores de Universidades Públicas, son señales de que no es un sofisma hablar de la grave situación financiera de las Universidades Públicas y del silencio cómplice de Gobierno Nacional al respecto.
El SUE,
por ejemplo, plantea que se requieren $11 billones solo para sanear el total de
Déficit y Deuda de las IES públicas del País. Por su parte, el Rector de la UN
precisa el Déficit de la UN en $10 mil millones
para culminar este año:“El Consejo Superior Universitario autorizó la
apropiación de 9 mil millones que eran de inversión y pasan a funcionamiento;
aun así tenemos ese déficit de 10 mil millones para concluir el año”[1].
La
respuesta del Gobierno Nacional y el MEN, fue cuándo menos demagógica: $100 mil
millones adicionales para las U. Públicas, a distribuir entre 33 Universidades,
de las cuales solo dos de ellas – U. Pacífico, U. Nacional – suman $14 mil
millones en sus respectivos déficits. Recursos que además, como lo planteó la
MANE[2], están, de nuevo, sujetos a indicadores de gestión, que además de
vulnerar la autonomía universitaria, ponen a las Universidades a competir entre
sí por dichos recursos, insuficientes, aumentando (¡!) indicadores de
gestión[3]. Ante ellos, el SUE ha planteado que se requieren $240 mil millones
para sanear en lo inmediato, la crisis de las U. Públicas, la MANE por su
parte, plantea que es preciso exigir 1 billón de pesos más para la educación
superior. Este panorama se suma al criterio de distribución de dichos limitados
recursos, que de plano para el caso de la UN no representan siquiera un 10% de
dichos recursos (menos de $10 mil millones de pesos, que es el déficit actual
de la UN).
La
diferencia de cifras entre el SUE y la MANE es en lo fundamental, una
diferencia de alcances. Mientras el SUE considera un aumento que permita sanear
el déficit actual, de corto plazo: “El 10% solicitado es un incremento mínimo
para garantizar el funcionamiento y atender responsablemente el servicio
educativo”[4]; mientras que el problema global, reconocido como estructural no
se atiende aún en las consideraciones del SUE, que dice estar estudiándolo,
aunque lo reconoce del orden de $11 billones. La MANE, plantea por su parte que
$1 billón adicional a las bases presupuestales de las U. Públicas[5], conlleva
un esfuerzo real de parte del Gobierno en resolver el déficit inmediato de las
Universidades, y avanzar en la resolución total de dicho déficit mediante tal
adición presupuestal, es decir, no solo sanear en lo inmediato la crisis sino
proyectar de una vez un compromiso real del Gobierno Nacional ante tal
condición de la cual es evidente, es responsable.
Llegados
a este punto notamos dos hechos incontestables: La Situación Financiera de las
Universidades en el País es grave, y tiende a empeorar, ante la negativa del
Gobierno a asumir su responsabilidad tanto en la crisis, como en la
financiación de las IES públicas del País. Panorama que tiende a empeorar si se
tiene en cuenta las implicaciones de la reforma tributaria para el SENA; en
segundo lugar, lo demagógico del anuncio del Ministerio, y el cinismo de la
Ministra: “Hoy tengo una muy buena noticia que darle al país: el Gobierno
Nacional, en cabeza del Ministerio de Educación se logró gestionar para el año
2013 un incremento en los recursos girados a las universidades públicas del
país. Siempre harán falta más recursos y como Ministra de Educación Nacional
ese es mi oficio, buscar permanentemente más dinero, pero esta es una excelente
noticia, se trata de $100 mil millones adicionales para nuestras universidades
públicas"; como lo plantea un reciente comunicado de la MAUN Bogotá:“
Demagogia, o en el mejor de los casos magia o un mal cálculo de los que
caracterizan a la Ministra, es lo que representan estos 100 mil millones
presentados como benevolencia, interés o compromiso con la Educación de parte
del Estado.”[6] Una indudable jugada del MEN para presentar un falso compromiso
con la Educación Superior Pública.
Intentaremos
en lo que sigue demostrar una cosa: el anuncio del Ministerio de esos $100 mil
millones, no puede eludir, como busca, el debate fundamental, la
responsabilidad del Estado en la Financiación de la Universidad Pública en
momentos de una evidente y grave crisis económica en las mismas; para ello,
intentaremos explicitar el porqué de la vigencia de la consigna de la MANE para
la Universidad Nacional.
UNIVERSIDAD
NACIONAL EN CRISIS, ¿CON QUÉ LA CURAREMOS?
Partamos
de un hecho, la distribución de presupuesto de un gobierno refleja la idea de
país que se pretende construir, pues refleja prioridades, inversiones y por
tanto proyecciones en distintos sectores de la realidad nacional.
El
presupuesto aprobado para 2013, para el Ministerio de Defensa es de
$10,257,835,534,968 (más de $10 billones) en funcionamiento y de
2,404,263,000,000 (más de $2 billones) en inversión, para un total de
12,662,098,534,968 (Más de $12 billones)[7]. Por su parte, para Educación
Superior fueron aprobados $2.6 billones de pesos[8]; es decir, en Colombia se
gasta en Educación Superior menos de una tercera parte de lo que se invierte en
Guerra. Estas cifras, mantenidas durante más de 12 años en el país, son
dicientes acerca de la voluntad de paz de Gobierno, así como de la incidencia,
una de tantas, del conflicto social, político y armado en la educación del
País.
Además
de la prioridad de gasto de Gobierno (Guerra vs Educación); podemos notar otros
elementos adicionales en el esquema de financiamiento de la educación superior:
- Privilegio al subsidio a la demanda, antes que aumento a la base presupuestal de las Universidades: El impulso dado a Icetex, como forma de financiación a la educación superior. Bajo esta modalidad se desvían recursos a las Universidades Privadas, en especial las llamadas “de garaje”, implicando en la práctica un subsidio con recursos públicos a la educación privada, en desmedro de las Universidades Públicas. Otro inconveniente con estos créditos esta asociado a la idea de competencia, que se genera entre las IES por “estudiantes con crédito aprobado” – clientes -, como forma de financiar la ES y de “motivar el aumento de la calidad por la competencia”, al decir del MEN.
- Fragmentación del Sistema bajo la idea de competir por recursos: la supuesta racionalidad presente en la racionalidad de la competencia es la del “sálvese quién pueda”, en la cuál las universidades públicas del País construyen antagonismos entre sí por recursos – UNAL, U. Regionales -. Así, en lugar de construirse sinergias entre el sistema, las universidades se fragmentan en una carrera desenfrenada por proyectos, clientes, e indicadores a despecho de la educación misma, en pro de lograr recursos de acuerdo a los criterios de distribución del MEN, lo cuales implican internamente, ante la presión por recursos que cada universidad sufre, el orientar su política pública hacia el aumento en dichos indicadores, que son de fondo las prioridades de Gobierno, vulnerando así la autonomía universitaria de una manera vulgar, jugando con la necesidad de recursos de las Universidades que están en una crisis financiera generada por el mismo Estado.
- El esquema de distribución de recursos por regalías, que fortalece esa idea de competir regionalmente por recursos para investigación. En el fondo de regalías, se asignan recursos para investigación por cada región, lo que explica el aumento de sedes de fronteras, por parte de la UN. Dado el sistema político colombiano, esto ha generado el refuerzo del clientelismo regional para asignar dichos recursos, clientelismo al que las Universidades deben plegarse para acceder a recursos por regalías.
- Congelamiento de la base presupuestal de las Universidades: este hecho fue sancionado desde 1993, y es causante estructural de la crisis financiera; las Universidades del País han aumentado cobertura, infraestructura, posgrados, proyectos de inversión, cualificación docente, hechos que implican el aumento de funcionamiento, que ante un presupuesto estatal congelado conlleva la necesidad de recursos propios para funcionamiento – autofinanciación.
- Así las cosas el esquema de funcionamiento de Gobierno es uno en el cual el Estado se desentiende paulatinamente de su responsabilidad con la Universidad Pública, con una progresiva disminución de su participación en el presupuesto de las Universidades, del cual es el responsable total. Dicha disminución se ve acompañada por el incremento al crédito educativo como forma de financiación, el cuál conlleva réditos para el sistema financiero y el sector privado en educación superior, hecho que se acompaña del ingreso al país de multinacionales de la educación superior – Grupo Withney[9] por ejemplo[10] -; esta desfinanciación progresiva, implica por la presión por recursos propios, y la competencia por indicadores introducida por el Ministerio, una negación de la autonomía universitaria o “autonomía entutelada” para las IES.
Estos
aspectos estructurales, que demuestran el papel que el Estado ha delineado para
sí mismo en la Educación Superior, de regulador del mercado educación, y no de
su garante. Son copia y pega de las recetas neoliberales de antaño: reducción
de gasto público, concesión a privados de la “oferta” de otrora derechos
sociales, garante de la competencia entre IES, reduciendo su participación en
el presupuesto de las IES publicas, para no distorsionar “favoreciendo” a las
IES públicas en el mercado, y cambiando por tanto su objeto de las
Universidades, como espacios de construcción de educación, conocimiento, arte,
cultura y ciencia, a los clientes, creadores de intereses y ganancias.
Estos
elementos se reflejan en las Universidades Públicas, y desde luego en la UN:
FORMAS
ACTUALES DE AUTOFINANCIACIÓN DE LA UN:
Veamos
las estadísticas de la UN respecto a financiación[11]:
La
estadística demuestra, que de un 64% de aportes de Gobierno en 2004, se ha
pasado a un 57% en 2010. Sin embargo, estas cifras contrarían las declaraciones
del rector de la UN Ignacio Mantilla, quién asegura que “se está presentando un
desfinanciamiento que, con el tiempo, lleva a que el financiamiento del Estado
no llegue ni siquiera al 50% del presupuesto de la Universidad”[12]. Situación
que según el mismo Rector, puede implicar que
“va a llegar el momento en el que los gastos de funcionamiento superen
incluso el presupuesto asignado por el Gobierno, tanto para funcionamiento como
para inversión”.[13]
Veamos
las cifras para 2012[14]:
Mientras
la participación del Estado disminuye, la matrícula en la UN aumenta [15]:
MATRÍCULA PRIMER
CURSO
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
8672 9087 9808 9391 9099 8772 9026 10580 11210
No
pretendemos hacer un árido análisis estadístico de estos hechos. Mucho menos
una legitimación a las cifras de la Universidad, igualmente áridas en algunos
casos cuando no confusas. La conclusión se impone, y las pocas cifras acá
citadas, como las declaraciones de directivas lo confirman: la UN atraviesa una
situación grave en materia financiera. Situación de la cuál las directivas, con
una visión funcional y sumisa ante tal situación han sido responsables.
Esta
última afirmación la demostraremos de dos modos, que asumimos son las
expresiones de la mercantilización de la UN hoy día[16], las lógicas internas
en relación al funcionamiento de la UN, esquemas de gobierno, principios de
funcionamiento; y las medidas orientadas a la búsqueda de recursos propios,
ambas expresiones confluyen en la misma lógica, ajustar y funcionalizar a la UN
al mercado de la educación superior. Ello implica señalar que la directivas de
la UN no han sido agentes pasivos de la crisis y mercantilización de la UN, todo
lo contrario, han contribuido a hacerla posible; hecho medular hoy, que bajo la
idea de “la anterior administración” se pretenden lavar las manos las
directivas, de las que además de lo anterior, vale decir, han sido parte
durante muchos años[17].
FUENTES
DE FINANCIACIÓN DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL HOY DÍA:
• Donaciones: Recientemente se lanza con
fuerza el programa de Donaciones de la Universidad Nacional[18], el cuál a
cambio de exenciones tributarias, se invita a donar recursos para 2 programas
de infraestructura en la UN. Ambos programas están asociados a buscar subsanar
la situación de infraestructura de la Universidad, que demanda más de $2
billones para poder ser subsanada en totalidad. Desde luego, que una
disminución de impuestos es una razón de peso para donar, así implique en la
práctica justificar de parte del Estado la situación que da origen al problema
que se pretende solucionar con la donación misma, la estabilidad fiscal y la
disponibilidad presupuestal para garantizar los derechos de la población.
Poniendo a los derechos sociales a luchar entre sí. Puede ser una solución a un
problema particular, pero en términos globales, contribuye a justificar la
falta de voluntad de Gobierno para con los derechos de la población, así como
favorecer la escandalosa brecha social del país.
• Concesión de Espacios del Campus: Son
conocidos las concesiones hechas del Estadio Alfonso Lopéz de la UN, el
auditorio León de Greiff a empresas privadas para que sean usufructuadas por
estas. Esto implica, y las asambleas de la UN Bogotá lo demuestran,
limitaciones para el uso de la comunidad universitaria de dichos espacios.
Estos no son los únicos casos, en Bogotá, por ejemplo, esta también el tema de
las cafeterías – que además de sus costos, en los contratos de arrendamiento
dada la situación financiera de la UN hace que sean elevados los arriendos, lo
cuál limita la posibilidad de que una persona natural acceda a un arriendo
(caso cafeterías de Ciencias Humanas y Sociología) favoreciendo grandes
empresas (servinutrir). Además, estos arrendamientos hacen parte de las
regulares presiones a las chazas[19], denotando el grave problema de bienestar
universitario asociado a la situación económica de muchos estudiantes, que
desde luego demuestra las dificultades para acceder y permanecer en la
educación superior en la actualidad, situación agravada por lo que estamos
tratando acá, el desentendimiento del Estado con la Educación, y la servil
posición de ajuste de las directivas ante ella. A manera de ejemplo citemos la
cafetería del León de Greiff[20] (una de las más costosas de la UN) a Canela
Bakery S.A.; las canchas de Fútbol a la U. Jorge Tadeo Lozano[21]; la cafetería
de la librería de la UN a CAFAM[22].
• Venta de Servicios: Investigación bajo
el modelo de consultoría, en detrimento de la investigación a largo plazo,
sostenida y con seguimiento a resultados. Dicha investigación, evidentemente en
muchos casos responde a necesidades del sector privado que no ofrecen
posibilidad de contribuir a desarrollar, teórica, metodológica o técnicamente
las áreas de estudio – estudios de mercado -. Son conocidos los casos de los
estudios de la UN con Monsanto, el Ministerio de Defensa, DAS. Este tipo de
investigación sugiere el debate de los criterios de la misma, que en una búsqueda
desenfrenada por recursos terminan siendo la rentabilidad, y no una reflexión
académica, ética y política del papel de la UN, y el carácter de su
contribución a la sociedad, que no se reduce a la empresa privada. Llama la
atención que la Universidad cuestiona la situación de soberanía alimentaria del
país, las implicaciones de la mal llamada “revolución verde” pero que le
desarrolla estudios de mercadeo a la Monsanto, conocida multinacional de
transgénicos. Ese es el debate en este punto.
En este
punto la situación de extensión es similar [23]:
Al día
de hoy, la educación continúa y permanente,
cursos de inglés, diplomados, cursos de extensión, suman más de 40 mil
inscritos. Vale señalar que para 2012 el número de proyectos de extensión
solidara aumentará dado que se incluirán en él, los proyectos de bienestar que
los estudiantes desarrollamos y que se pueden clasificar como de extensión
solidaria, ello aumenta las cifras, ocultando el inexistente impulso de la UN a
dichos proyectos como parte de sus políticas institucionales.
• Posgrados: La apertura de posgrados ha
sido una de las fuentes de recursos propios más importantes de la UN; lejos de
una proyección académica, ha sido dicha necesidad el motor del alto número de
posgrados en la UN. Esto se evidencia en la desconexión existente entre el
pregrado y el posgrado, y en segundo lugar, por la cada vez más desdibujada
situación del pregrado para la Universidad. Aspectos como las reglamentaciones
a los trabajos de grado en pregrado, anulando la sustentación, restringiendo el
alcance investigativo proyectado en estas, bajo el argumento de los costos, a
un punto tal que en pregrado el trabajo de grado es en esencia una asignatura
más y no un punto medular, culminante de un proceso de formación académica.
Además de ello, la planta docente congelada de la UN ha implicado la migración,
o recarga de trabajo, de docentes del pregrado al posgrado, generando para el
pregrado un ingente número de docentes ocasionales, o auxiliares sin ningún
tipo de acompañamiento o seguimiento pedagógico y académico, es decir, en esa
política de docentes auxiliares no esta presente una idea de relevo docente
sino una necesidad de copar los cursos con docentes; asociado a esta situación
están las cada vez más comunes asignaturas virtuales, el cierre de cursos, los
“megacursos”, la eliminación de los núcleos comunes disciplinares, por “burdos”
núcleos comunes de 300 personas en lo cuales las posibilidades de examinar los
fundamentos a la luz disciplinar, esencia de dichos núcleos, se extingue por la
cantidad de estudiantes y las limitaciones pedagógicas de cursos de tal
magnitud.
En esta
situación al día de hoy se presenta un agravante: la apertura de posgrados,
como forma de lograr recursos propios para la UN, ha llegado a un límite, que
en palabras del Vicerrector Académico implicará un cierre de la tercera parte
de estos cursos, y un mantenimiento de la proporción de posgrados y de
matrícula en el nivel al margen de como esta hoy.
Esto
responde a lo siguiente: dada la inexistente política de bienestar en posgrado,
imposible por la intención buscada en los mismos y por las limitaciones de
bienestar de la UN, implica una tasa de deserción importante en esta. Además de
ello, el número de posgrados ha crecido a un punto tal que con una planta docente
congelada se hace insostenible, lo cuál genera la necesidad de contratar
docentes para dichos cursos, los cuales implican una carga por nómina, que en
casos de posgrados que no responden a las proyecciones esperadas – que serán
los primeros en ser cerrados, reforzando el contenido de la pertinencia en la
UN, la rentabilidad antes que el área de conocimiento -, terminan generando un
“saldo en rojo” para la UN [24]:
• Regalías: En el marco del nuevo
esquema de distribución de regalías, la UN ha ubicado dicho esquema como un
modo de paliar su situación financiera obteniendo recursos para investigación y
extensión. Es a ello a lo que responde la apertura de nuevas sedes de frontera
en Cesar y Tumaco, las cuales se suman a
las de Amazonía, Orinoquía, Caribe; estas sedes, las existentes, afrontan
graves problemas de tipo académico, ausencia de docentes, bienestar,
infraestructura y acompañamiento a los estudiantes de dichas sedes – programa
PEAMA -; es curioso notar que dichas sedes mediante proyectos de investigación
concursando en las regalías regionales generan recursos para la Universidad,
mientras que su situación académica es
crítica. Dichas sedes, han invertido, como ocurre en la Amazonía, recursos para
la construcción de un Hotel ¿habrá que incluir una nueva fuente de
financiación, el turismo?
• Bienestar Universitario: La situación
de bienestar universitario ha llegado a un punto tal, que es casí inexistente
en la UN. La creciente focalización de recursos, propio de los esquemas de
política pública neoliberales, esta enmarcada en la situación presupuestal de
la UN; sin embargo, ello ha permitido también la creciente política de
bienestar que busca hacer de esta dimensión de la vida universitaria fuente de
recursos y ganancias para el sector privado. Veamos antes las cifras de
cobertura, y su disminución progresiva, de programas de bienestar[25]:
PROGRAMA 2004 I 2004 II 2005 I 2005 II 2006 I
Préstamo estudiantil 3823 3966 3978 3798 3435
Apoyo para el alojamiento 603 597 629 527 586
Apoyo alimentario 948 970 1207 1210 1093
Apoyo para el transporte 0 0 0 0 205
Otros Apoyos 0 0 0 0 144
Total
Universidad 5374 5533 5814 5535 5463
PROGRAMA 2006 II 2007
I 2007 II 2008I 2008II
Universidad Préstamo estudiantil 3131 3027 2872 2690 2630
Apoyo para el alojamiento 597 627 615 516 531
Apoyo alimentario 1149 1122 1231 1135 1270
Apoyo para el transporte 271 401 529 553 255
Otros Apoyos 150 147 1473 309 418
Total
Universidad 5298 5324 6720 5203 5104
Ahora
bienestar está en la lógica del merchandising, como lo demuestra la iniciativa
de la “Tienda UN”, que se define así: “El programa Tienda Bienestar UN, del
Área de Gestión y Fomento Socioeconómico del Sistema de Bienestar
Universitario, que en adelante se llamará Tienda UN, será la encargada de
promocionar y comercializar la imagen y marca institucional, por medio de
productos y servicios que llevan el nombre de la Universidad Nacional de
Colombia que se ofrecen a los integrantes de la comunidad universitaria, los
egresados, los pensionados y al público en general.”[26]
Además
de la tienda, las recientes alianzas estratégicas que se han establecido con
empresas, para que están ofrezcan como parte del bienestar a docentes y
trabajadores, sus portafolios de servicios a cambio de un porcentaje por venta
para la UN, son muestras fehacientes que el bienestar se viene convirtiendo en
un intermediario para que empresas ofrezcan sus créditos, carros, seguros,
viajes y demás, mediante la política institucional[27].
Ninguna
de estas realidades ocurre sin el concurso de las directivas universitarias, de
hecho responden, una a una, a diferentes reglamentaciones, acuerdos,
resoluciones y normas impulsadas por las mismas; hecho que evidencia la
responsabilidad que le cabe a las directivas en la situación. Pues todos estos
hechos, son en la práctica acciones tendientes a administrar la desfinanciación
de la UN, a funcionalizarla y ajustar la Universidad a esa situación, a un
punto tal que la UN cada vez dependa más de la ley de oferta y demanda del
mercado, y menos de razones y principios académicos de construcción, proyección
y transformación de la sociedad mediante el conocimiento, el arte y la cultura.
Sacrificando con ello su autonomía, o haciendo de ella una paradoja, autonomía
universitaria para sacrificar la razón de su existencia, el desarrollo libre
del conocimiento, con un único limitante, la función social del mismo.
Las
Rectorías de la UN, Etapas en la Funcionalización de la Crísis:
Cabe
preguntarnos, ¿cuál ha sido la respuesta de la directivas ante este panorama?,
una primera dimensión de esta respuesta esta en el apartado anterior. La
apertura desmesurada de posgrados, de sedes de frontera, los préstamos con la
banca privada, la desfiguración de la UN como institución pública, todas estas
medidas han pasado por el escritorio del rector de turno. A tal punto, que la
continuidad de dicha visión funcional al Gobierno es criterio para la
designación de Rector por parte del MEN, como lo demostró la designación del
actual rector Ignacio Mantilla. Es hora, por tanto, de desenmascar la imagen de
víctima de la rectoría Wasserman que Mantilla ha venido construyendo
falsamente. ¿Acaso estas medidas no han pasado por CSU, del cual como delegado
del Consejo Académico, y ahora como Rector, ha hecho parte durante más de 6
años?; acaso, como Decano de Ciencias, ¿no propuso la reforma académica de la
UN?.
Varias
medidas se han tomado en la UN, que implican en su funcionamiento la
implementación de un esquema gerencial antes que académico, y que implican de
facto, la negación de la razón académica, del debate, la deliberación
argumentada y la sana polémica, como determinante de los rumbos de la UN.
Reformas
Administrativas: La última tarea del profesor Wasserman. Buscando agilizar los
procesos de gestión, contratación y búsqueda de recursos por parte de las
facultades y sedes, se emprendió una reforma administrativa en la Universidad
Nacional en todos sus niveles. Dichas reformas crearon nuevas dependencias, de
gestión, anularon otras y reforzaron la lógica de dispersión de las facultades
de la UN, al punto de generar facultades “ricas” y facultades “pobres”.
Ingeniería Bogotá proyecta construir nuevos edificios, mientras que Veterinaria
y Zootecnia, también de Bogotá, no tiene como remodelar los baños del edificio.
Este aspecto
se ve reforzado por la idea de la descentralización administrativa, y revive el
modelo de unidades autónomas, que lleguen al punto incluso de contratar entre
sí – Ciencias Bogotá le cede Salones a Enfermería, o le cobra a Humanas por
cursos de estadística -.
La
normalización que las medidas académicas expresan es también una muestra de tal
proceso de sustitución de lo académico por lo administrativo; hechos como los
trámites del SIA, que desconocen la complejidad socio cultural de la vida
universitaria, han generado hechos absurdos en la Universidad: citemos el caso
de los estudiantes que pese a tener promedios altos, no haber perdido
asignaturas pierden su calidad, por razones académicas, al agotar sus bolsas de
créditos, respuesta automática, autómata, de la Universidad ante la situación
académica de los estudiantes.
La
dinámica misma de construcción del plan de desarrollo es otra prueba de lo
anterior; inexistente es en el documento un análisis contextual del País y la
Educación que requiere, y en ello, el papel que corresponde a la UN. Una serie
de proyecciones meramente economicistas y técnicas son las que se vislumbran en
el documento, ausente por completo, la proyección académica, a menos que
consideremos que ello es simplemente hablar de indicadores de revistas
indexadas, patentes, y docentes con doctorado. Hay una dinámica académica que
no se tiene en cuenta, ni se discute. Los cuerpos colegiados, poco a poco,
asumen la forma de juntas de socios, que toman decisiones en base solamente a
estados financieros, proyecciones de rentabilidad, y estudios de mercado,
despojando con ello, la proyección social de la Universidad, y con ella su
papel en la sociedad y el País.
La
reducción de los estudiantes al PAPA, y de los egresados a los resultados de
las pruebas saber pro, son muestras fehacientes de que cada vez más se pierde
la idea de humanidad en el hacer de la Universidad. Con ella, desaparece el
promover la cultura universitaria como punto de partida de la construcción de
conocimiento integral, dando paso al saber hacer, y no al saber pensar,
presente en las competencias como eje central de la formación universitaria.
Así la academia se asume como una cosa dada, que hay que saber administrar,
garantizando su productividad, y no como un proceso que se debe reconstruir a
diario, y que hay que promover, cuestionar, y transgredir como esencia del
conocimiento mismo, un conocimiento construido por hombres y mujeres de carne y
hueso, y no como resultado de las acciones dispersas e individuales de
indicadores y variables petrificadas. Eso define el pragmatismo soterrado que
atraviesa cada decisión de las directivas, y que es de fondo, la dinámica que
ha conllevado a ajustar a la Universidad a la crisis, a las condiciones que le
traza el Gobierno, el Mercado; para nada es eso autonomía, y mucho menos
responsable, como reza el lema de la administración – que así se entiende –
actual.
El
eficientismo presente en el esquema de contratación de la UN es otra evidencia
de este proceso; ha sido una tendencia
de la Universidad a aumentar los contratistas ante los trabajadores de planta.
Sin ninguna consideración ética, no importan las precarias condiciones de
trabajo de aseadoras, obreros y trabajadores de la UN, con tal de lograr
modelos “eficientes”. Tal es la condición en este aspecto, que no interesa para
nada aprovechar las necesidades de los estudiantes para a cambio de su tiempo
de trabajo ofrecerles un almuerzo, remplazando trabajadores con ello, y
sobrexplotando estudiantes por un tiquete de transmilenio, o un almuerzo
diario. Reviviendo formas de trabajo propias de la edad media, eso es SIMEGE.
Triste realidad.
Eso es
lo que configura el hoy por hoy de la UN, los componentes de su crisis, crisis
a la que las directivas se preparan profundizando ese modelo eficientista que
reproduce aquella visión que plantea que el Estado se desentienda de la Universidad Pública; quizá sea por ingenuidad, o no, pero la UN,
sus directivas, reproducen y ajustan a la Universidad al modelo que la ha
venido llevando a esta situación, contra toda crítica o cuestionamiento por
parte dela comunidad universitaria. Así los estudiantes se convierten en
mercancías en una cadena de producción de una empresa triple A llamada
Universidad Nacional.
Esta
situación la refleja el embargo que la UN atraviesa hoy. Pese a las reservas de
la comunidad universitaria, se decide constituir el consorcio bajo la figura de riesgo compartido con la
Fundación San Carlos para el funcionamiento del hospital San Carlos y la
Clínica Carlos Lleras. Para muchos oponerse a convenios con privados es
paranoico, y obtuso; la razón de hacerlo es sencilla: los intereses que mueven
al sector privado no son los mismos, cuando no contrarios, a los que mueven a
una Universidad, y aún más, si ésta es Pública. Esta idea la refrenda el
embargo; es evidente que la Fundación San Carlos estaba interesada solamente en
aliviar la presión de los acreedores del consorcio, y no tiene en consideración
la situación de la UN, y mucho menos, el papel que juega esta en la sociedad.
De allí que pese a la deuda de $80 millones embargue a la UN por $162 mil
millones, aludiendo desconocer el monto de las cuentas de la Universidad, y por
tanto pidiendo como garantía que sea embargada la totalidad de las mismas, esta
prueba se refuerza si se tiene en cuenta la posibilidad, y la pretensión de la
fundación, de elevar el embargo a $ 462 mil millones, aludiendo al mismo
argumento. Entonces, la Universidad queda con sus cuentas congeladas, y se
agudiza su situación financiera.
Recordando
el debate sobre el pasivo pensional, el rector Wasserman aseguraba en 2008 que
aportar en dicho pasivo, ni le quita ni le pone a la Universidad. Es curioso
saber, hoy, que los recursos que aporta la UN a pensiones son del orden de $6
mil millones mensuales, recursos que al día de hoy no tiene. Y que sumados a
los costos de funcionamiento del año, llevan a la Universidad a utilizar
recursos del presupuesto del próximo año para culminar este[1].
La
complejidad y acierto de la Consigna 1 billón más para la Educación Superior
Pública, es evidente por sí misma. La profundidad de la crisis de la UN lo
demuestran: demuestran que es preciso exigir, porque es el Estado el
responsable principal de la financiación de la U Pública, y por tanto de su
crisis. Que es una exigencia de que el Estado cumpla su responsabilidad, y sea
realmente el garante de Derechos Sociales y no el contradictor de los mismos.
Que la Universidad para el mercado implica la desaparición de la esencia de la
Universidad. Además de ello, que la Universidad debe guiarse por criterios
académicos, no temer a exigir, y eso no es otra cosa sino ejercer la autonomía,
reivindicar su papel, y en ello, la democracia como control, forma de gobierno,
de construcción de Universidad y conocimiento no solamente son válidos, sino
impostergables.
Es
trágico este panorama, y demanda de las y los estudiantes toda la seriedad y
compromiso que hemos demostrado cuando de defender y construir la UN se trata.
Es esta una hora en la que la Universidad Pública demanda de sus comunidades el
debate abierto, franco y vehemente ante el Estado y las directivas para que asuman su responsabilidad en la
situación en la que se encuentra nuestra universidad, y en la solución de la
misma.
La MANE
irrumpió en la historia dando un respiro a la Educación Superior derrotando la
reforma a la ley 30 que profundizaba estos aspectos, ha avanzado más allá en la
construcción de un modelo diferente de Educación. Debemos ahora, cumplir otro
de los compromisos históricos que implican construir una Educación para un País
con Democracia, Soberanía y Paz. Luchar, con toda fuerza y entusiasmo, en
arrancarle la Universidad a la rapiña del mercado, en derrotar en las calles,
en las aulas y auditorios la idea servil de Universidad Pública de baja
calidad, de estudiantes como clientes, de conocimientos como mercancías. El
Estado colombiano debe entender que la paz no será posible, no será completa,
si no asume la financiación de la Universidad Pública, las directivas deberán
entender cuanto daño ha hecho su actitud funcional y sumisa para la Universidad
Nacional. Esta generación le ha dado al País la esperanza de una Nueva
Educación Superior, una como Derecho Fundamental y Bien Común; no es idealista
por tanto asegurar que esta no será la generación que dejo perder la
Universidad Nacional, ese grito de libertad, de pensamiento crítico, de hombres
y mujeres integrales que quieren aportarle al país la posibilidad de construir
justicia social, conocimiento, alegría, inteligencia. Lo que esta en juego es
la UN; ha llegado la hora de retomar las riendas de su defensa, ese es el reto,
ese es el compromiso.
Christian
hurtado
Representante
estudiantil ante consejo académico un
________________________________________
[1]
http://noticias.universia.net.co/vida-universitaria/noticia/2012/08/09/957467/u-publicas-no-resuelven-deficit-presupuestal-dinero-anunciado-ministerio.html
[2]
Véase la Carta de la MANE al Gobierno
Nacional:http://asambleaunalmed.blogspot.com/2012/10/carta-abierta-la-sociedad-colombiana-y.html?spref=fb
[3]
http://www.mineducacion.gov.co/sistemasdeinformacion/1735/w3-article-212353.html
Los indicadores de Gestión del MEN son: revistas indexadas, graduados,
graduados en el mercado laboral, patentes, estudiantes retenidos, cobertura.
Todos ellos, nótese, implican para su desarrollo, o aumento, costos para las
universidades, que sobra decir, dichos recursos adicionales no cubren.
[4]
Véase la Carta del SUE:
http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=3314:sue-insiste-al-gobierno-que-incremento-en-aportes-no-es-suficiente-para-cubrir-sus-necesidades&catid=16:noticias&Itemid=198
[5]
Primera Exigencia de la MANE:
Incrementar la base presupuestal de las Universidades Públicas en 1
billón de pesos, en el marco de la aprobación de la Ley de Presupuesto General
de la Nación para el año 2013, como un primer paso para la solución de la
profunda crisis de la educación superior pública en el país.
[6]
https://www.facebook.com/notes/representaci%C3%B3n-estudiantil-c-acad%C3%A9mico-pregrado-un/m%C3%A1s-de-100-mil-razones-para-indignarnos-m%C3%A1s-de-un-bill%C3%B3n-de-razones-para-luchar-/448592561846782
[7]
Este presupuesto excluye cajas de retiro FF MM – policía entre ellos -, y las
cajas fiscales de los mismos, defensa civil, club militar, hospital militar, y
policía nacional.
Fuente:http://www.minhacienda.gov.co/portal/page/portal/HomeMinhacienda/presupuestogeneraldelanacion/ProyectoPGN/2013/PROYECTO%20PGN%202013_2.pdf
[8]
http://noticias.universia.net.co/en-portada/noticia/2012/09/27/969563/aumento-recursos-universidades-publicas-pais.html
[9]
http://whitney.com.co/ “Somos una empresa tercerizadora de servicios para
instituciones de educación superior, filial en Colombia de Whitney
International University System, que brinda soporte en aspectos financieros,
administrativos, tecnológicos, de mercadeo y ventas, además de consultoría en
desarrollo de programas de educación virtual a las instituciones que confían en
nuestros servicios, permitiéndoles hacer eficiencias y dedicarse a los aspectos
clave de su función social, como es la educación.”
[10]
http://www.universidad.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=3322%3Awhitney-articula-sus-ies-y-lanza-la-red-ilumino&catid=16%3Anoticias&Itemid=198
[11]http://www.onp.unal.edu.co/docs_curso/descargas/Revista%2017/Revista%20de%20Estadistica%20e%20indicadores%202011.pdfPp.
159
[12]
http://noticias.universia.net.co/en-portada/noticia/2012/10/01/970339/100-mil-millones-peso-no-resuelven-problema-universidades-publicas.html
[13]
http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/ndetalle/article/urge-resolver-presupuesto-de-universidades-publicas.html
[14]http://www.gerencia.unal.edu.co/CMS/ADMON_CMS/ADJUNTOS/20120316_102111_PRESUPUESTO_VIGENCIA_2012.pdf
[15]
Fuente: SNIES
[16]
Stephen Ball, en un informe llamado “Privatización Encubierta de la Educación”
plantea dos expresiones de la privatización: Abierta, que responde a ´lógica
mercantil en el desarrollo de los procesos educativos, conducidos cada vez más,
por una visión economicista de sí mismo, sus contenidos e implicaciones, y por
tanto, guiados por una racionalidad de la acumulación , la ganancia y la
rentabilidad – ahora llamada pertinencia – ; en segundo lugar, la privatización
encubierta, expresada en reformas internas de las IES, bajo criterios
gerenciales, eficientistas, y que sustituyen la lógica de toma de decisiones de
las IES de la razón académica, a la razón administrativa gerencial, intentando
conciliar el objetivo de una
Universidad, la academia, con el de una empresa, la generación de ganancia,
este cambio aduce Ball, se expresa en reformas internas, nuevos lenguajes,
principios, valores y prácticas propias de la gerencia empresarial, y que son
de fondo, ajustes al esquema de financiación del Estado, es decir, son la
expresión de la sinergia entre desfinanaciación, autofinanciación de cara a la
mercantilización de la E.S. (Ball. 2006 Londrés)
[17] El
actual Vicerrector Académico, viene de la dirección de UNimedios, en la época
de Wasserman. El Rector, Decano durante 6 años, fue también autor de la Reforma
Académica, y miembro del CSU durante el mismo tiempo, como delegado del Consejo
Académico de la UN. El Vicerrector General, fue Decano de la Facultad de
Ciencias Económicas, por señalar algunos casos.
[18]
http://www.donacionesun.unal.edu.co/
[19] No
negaremos como muchas chazas están bajo el monopolio de personas externas a la
UN, pero tampoco seremos ingenuos de asegurar que muchas si representan para
los estudiantes un ingreso de sostenimiento dada la grave situación económica
del país – además de la diferencia de costos entre estas y las cafeterías
-, y la inexistente política de
bienestar universitario de la Universidad, en parte por voluntad de las
directivas, y en parte por la crisis financiera de la UN. Este es un debate
abierto en la UN, que debemos revisar con seriedad.
[20]http://www.contratacion.unal.edu.co/documentos/publicaciones/contratos/20120716_144043_CONTRATO_DE_ARRENDAMIENTO_No_036_DE_2012_CANELA_BAKERY_SAS.pdf
[21]http://www.contratacion.unal.edu.co/documentos/publicaciones/contratos/20120606_101204_CON_095-2011-ARRENDAMIENTO_ESPACIOS_DEPORTIVOS_UNIVERSIDAD_JORGE_TADEO_LOZANO.pdf
[22]http://www.contratacion.unal.edu.co/documentos/publicaciones/contratos/20120514_140443_Contrato_de_arrendamiento_No_027_de_2012_Suscrito_con_CAJA_DE_COMPENSACION_FAMILIAR_CAFAM.pdf
[23]http://www.onp.unal.edu.co/docs_curso/descargas/Revista%2017/Revista%20de%20Estadistica%20e%20indicadores%202011.pdfPp.
136
[24]
Fuente: Oficina Nacional de Planeación, datos Presentados en Consejo Académico.
[25]http://www.bienestar.unal.edu.co/descargas/publicaciones/Indicadores/REPORTADO2009.xls.
No hay más cifras, de los años siguientes, pero son previsibles y evidentes
tales condiciones, como lo demuestra la resolución 001 en Manizales.
[26]
http://www.legal.unal.edu.co/sisjurun/normas/Norma1.jsp?i=47445Artículo 1.
[27]
http://www.agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/empresa-y-academia-unidas-por-el-bienestar-de-estudiantes.html
[1] El
audio del consejo académico es diciente ante estos hechos: http://www.ivoox.com/embargo-a-un-declaraciones-mantilla-audios-mp3_rf_1494080_1.html
3 comentarios:
Nota al margen: La resolución en la que están las imagenes es muy baja. Se hace imposible su lectura.
http://es.scribd.com/doc/110721422/Nuevos-Datos-Para-Un-Viejo-Problema-Sobre-la-Situacion-Financiera-en-la-UN-Christian-Hurtado-Rep-Est-Consejo-Academico-UN acá esta para descargar
En el siguiente enlace puedes descargar el documento:
https://docs.google.com/document/d/1J_buaEE_dai1lrDTls9d3M95wJwPdmwJEQRaxuM_AZA/edit
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