El Heraldo
Un recuento de las tragedias de esta Universidad desde que fue víctima del paramilitarismo hace dos décadas hasta las actuales de denuncias de corrupción.
La presencia paramilitar que entre los 80 y 90 se tomó el claustro por la fuerza de las armas y que dejó más de una docena de muertos en Unicórdoba, aún está fresca en la memoria de quienes perdieron a sus familiares, por órdenes homicidas de ‘comandantes’ de las AUC.
Más de dos décadas fueron marcadas con la sangre inocente de estudiantes, profesores y trabajadores que hicieron parte de la lista negra de los grupos de derecha. Otros que se sintieron amenazados aún están en el exilio.
La orden era ‘darle piso’ a todo el que estuviera en contra de las políticas de la organización, aunque fuera dentro de la U, de acuerdo con palabras de un expara de confianza de Mancuso, en versión libre ante un fiscal de Justicia y Paz.
Entre muchos sucesos violentos que comprometieron la institucionalidad fue de resonancia el crimen en septiembre de 2000 del entonces candidato a la rectoría Hugo Iguarán, acribillado a sangre fría después de denunciar la infiltración de grupos paramilitares en la institución. Iguarán se había salvado de un primer atentado en el que por poco pierde uno de sus brazos.
La justicia señaló como principal responsable del crimen al exrector Víctor Hugo Hernández, prófugo, quien deberá responder a una condena de 35 años de prisión. El hecho también comprometió a la exdirectora del CTI en Córdoba, Rosalba Negrete.
Cabe recordar que en Córdoba fue público que el exrector Claudio Sánchez fue impuesto por el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso en una reunión del Consejo Superior en Santa Fe de Ralito, el 17 de febrero de 2003.
Seis años después de la entrega de las armas de las AUC, la única institución oficial de educación superior en Córdoba ahora está siendo sometida a otra toma: la del enfrentamiento de conceptos y poderes internos que ha desatado en una crisis institucional, con toma de vías y enfrentamientos entre estudiantes y Fuerza Pública, incluso con enormes posibilidades de que se pierda el semestre académico.
El meollo del asunto es que los diferentes estamentos internos exigen la renuncia del rector Emiro Madera Reyes, a quien señalan de haber perdido la gobernabilidad y desgreñar un presupuesto de 130 mil millones de pesos, sin beneficio para la investigación. Desde hace más de 15 días el directivo no ingresa a los predios del alma máter porque se ha enfrentado, incluso físicamente, con algunos estudiantes.
Augusto Llorente, quien argumenta representar la voluntad del estudiantado, advierte que después de la crisis que originó la entrada del paramilitarismo a la institución, cuando se cambiaron los estatutos y se empezaron a imponer los rectores, ahora se desgreña el presupuesto por el poder absoluto que se le da al rector sin que ningún estamento lo detenga.
“En el rector Madera ha habido autoritarismo y falta de diálogo, hay corrupción y malos manejos del presupuesto, la investigación y la academia están abandonadas”, dijo Llorente.
La comunidad estudiantil reclama explicación sobre un contrato con una firma proveedora de insumos para laboratorios que antes estaba en $ 830 millones y fue aumentado a $ 1.250 millones.
“Queremos que la gente conozca los laboratorios de la universidad para ver si es verdad que reflejan esa millonaria inversión. Los estudiantes de química no tienen siquiera papelería. Tenemos un derecho constitucional de recibir educación digna y eso no se está aplicando”, dijo el delegado estudiantil.
En el laboratorio de óptica para el programa de física, lo único que existe es una lupa y un espejo – de acuerdo con la denuncia. El bloque de ingeniería agronómica está agrietado y lo peor del caso es que supuestamente no hay recursos para la adecuación o construcción de nuevas aulas.
Los estudiantes además de exigir la renuncia del rector, proponen que quien lo reemplace sea un académico, capaz y cualificado, que empiece por nombrar los docentes que faltan.
Nadie sabe cuántos docentes hay
Basado en lo anterior sorprende que en la institución no exista una cifra concreta sobre el número de catedráticos ocasionales y de planta que tiene el claustro.
Por lo menos así lo planteó el presidente de la Asociación de Profesores Universitarios (Aspu), José Gabriel Flórez.
“Que pena no responderle esa pregunta, ese dato es difícil, ningún directivo lo tiene, incluso, no sabemos el número exacto de estudiantes. Estamos en la universidad del desorden porque no hay siquiera base de datos”, precisó.
Flórez sostiene que la situación se agrava cada día y lo peor – en su juicio – es que el rector desconocía la magnitud de la protesta.
“Los estudiantes están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias, nosotros los docentes nos mantenemos en asambleas permanentes, pero la condición para seguir dialogando después de estar sentados en la mesa de negociación, es que el rector renuncie, porque no es garantía para la universidad, esa es la exigencia fundamental, que dé un paso al lado”, precisó el dirigente sindical.
Advirtió que no comparten los profesores la salida de los estudiantes a protestar a la calle, como ha ocurrido en dos ocasiones con ocho días de intervalo.
‘No tengo decisiones que tomar"
El rector de la Universidad de Córdoba, Emiro Madera Reyes, dijo que no tiene decisiones que tomar y que la única determinación que ya tomó es quedarse en el cargo hasta el próximo cuatro de agosto, cuando se cumple el período administrativo.
Dijo que las vías de hecho que han protagonizado los estudiantes durante dos martes consecutivos, con el bloqueo de la carretera que comunica a Montería con el resto de la Costa, no es más que el resultado de la filosofía de la violencia que inculca en los educandos la Asociación de Profesores Universitarios (Aspu).
Madera se mostró de acuerdo con la propuesta del senador del partido de la U, Martín Morales, en el sentido de realizar una rendición de cuentas extraordinaria para que el Departamento conozca en qué se han invertido los $ 130 mil millones del presupuesto anual.
Gobernador llama a la cordura
Visiblemente preocupado porque personas ajenas al conflicto han intentado inmiscuirse, incluso ofrecieron una granada a los estudiantes en una de las manifestaciones, el gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, llamó a las partes a la cordura y dijo que respalda la institucionalidad.
“Somos amigos del diálogo y la concertación, la idea es, una vez se logren acuerdos, normalizar las clases y recuperar el tiempo perdido a través de un plan de choque o contingencia”, precisó Lyons.
Opina el gremio de comerciantes
El presidente de la Cámara de Comercio de Montería, Félix Manzur, lamentó lo que ocurre en la Universidad de Córdoba y en nombre de los gremios del Departamento ofreció una mediación dinámica e inteligente para que se acabe la crisis.
Dijo el dirigente gremial que aunque al rector le quedan pocos días en el cargo, sí debe dar un paso al lado “porque no pueden afectarse los 12 mil estudiantes. Respetamos su posición, pero sería buena una digna renuncia en bien del Departamento y los estudiantes”, dijo el dirigente gremial.
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