El día de ayer, 5 de noviembre, el movimiento estudiantil se anotó una nueva victoria dentro del marco del paro nacional, al llenar las calles de gente, antorchas, cánticos, disfraces y alegría desde las 5 de la tarde hasta bien entrada la noche y al hacer desistir a la ministra de participar en un debate abierto ya que se quedó sin argumentación y ya la sociedad colombiana no le cree más sus mentiras.
Desde las diferentes universidades los manifestantes se fueron congregando desde temprano ya que la marcha de antorchas necesitaba preparación para convertirla en el carnaval que fue. Hacia las cinco de la tarde las movilizaciones empezaron a salir desde cada una de las universidades públicas y muchas de las privadas.
La jornada transcurrió en total calma puesto que está más que demostrado que la presencia del ESMAD es la principal causa de violencia en las manifestaciones y afortunadamente no se vieron por ninguna parte. Únicamente hubo presencia de Fuerza Disponible a al entrada de la Plaza de Bolívar, sin embargo no hubo ningún roce entre la policía y los estudiantes.
Siguiendo el discurso de los medios de comunicación hegemónicos el cual ha penetrado en muchos sectores de la sociedad, hubo algún nivel de rechazo por parte de estudiantes contra otros que hicieron algunos pocos grafitis contra la nueva ley de educación superior. Desde Prensa Universidad consideramos que esto no es vandalismo sino que es una forma más, válida o no, de expresión en contraposición al monopolio de la información por parte de una élite mediática. Por el contrario, estas actitudes contra algunas formas de protesta no son más que auto censura y auto estigmatización que en nada aportan a la unidad del estrudiantado contra el problema real que es tumbar el modelo neoliberal en la educación.
La marcha avanzó alegre y lentamente y hacia las 10 de la noche aun había una importante presencia de estudiantes en la Plaza de Bolívar continuando con las consignas, música y baile. Una pequeña lluvia finalmente dispersó a los estudiantes bien entrada la noche pero las consignas y los cánticos siguieron en los buses urbanos y en el sistema transmilenio, llevando el mensaje a los diferentes barrios de la capital colombiana.
Como los medios de comunicación hegemónicos se quedaron esperando algún hecho de violencia con el cual desviar la atención sobre el objetivo real de la protesta, se dedicaron a lamentarse por el trancón causado por los ríos de gente que se manifestaron de forma pacífica y contundente.
Ahora lo que sigue es la gran toma de Bogotá el 10 de noviembre, en donde se espera una alta presencia de estudiantes de todo el país, una acampada en un sitio estratégico de la ciudad y manifestaciones en varias partes del distrito capital como forma de rechazo a que se discuta ese proyecto en el Congreso de la República y porque ese día seguramente será la primera votación en cámara de Representantes.
0 comentarios:
Publicar un comentario