El ejemplar movimiento estudiantil que se gestó en el interior del programa de enfermería levantó ayer el paro que mantenía desde el viernes pasado por la consecución de sus principales objetivos, el cambio de decano, y el nombramiento de los dos jefes de departamentos de salud pública y ciencias clínicas, cargos que anteriormente ocupaba el mismo decano encargado con su nefasta gestión para los estudiantes que exigían calidad académica.
Según el compañero Juan Palacio de 9º semestre de enfermería, luego de unas evasivas respuestas por parte de la administración, en cabeza del señor rector Rivera, quien firmó el oficio que decretaba la nueva decana encargada y los nuevos jefes de departamento también encargados. Los dolores de cabeza que tuvieron que pasar los compañeros de enfermería para lograr que sus derechos no fueran vulnerados y para que su lucha no fuera estigmatizada por los compañeros que los señalaban culpables del cierre del restaurante fueron muchos. El movimiento estudiantil enfermería de la UT exigió ayer en la asamblea que fueran respetados y señaló que es la vicerrectoría de desarrollo humano la que define el servicio de restaurante. Siendo que esta semana el servicio de restaurante está suspendido la culpa se halla en las oficinas de dicha vicerectoría y tiene el tinte de una medida de represión a los estudiantes para debilitar la organización estudiantil que se está gestando en el alma máter.
La conclusión del movimiento estudiantil de enfermería luego de dos semanas de actividades de protesta es que se ganó lo urgente pero perdura el problema importante, la aplicación de la privatización de la universidad que realiza la actual administración con su registro calificado y acreditación institucional, y es ahí donde se debe dar la verdadera lucha desde las aulas y las calles.
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