Jericó (Antioquia), 1921. Investigador en ciencias de la salud, defensor de los Derechos Humanos, político, escritor y ensayista. Se graduó de médico en la Universidad de Antioquia en 1947, y obtuvo en 1948 el máster en Salud Pública de la Universidad de Minnesota.
Fue Secretario de Salud Pública de Antioquia, oficial médico de la Oficina Sanitaria Panamericana en Washington (1950), asesor de la Organización Mundial de la Salud para Perú, México, Cuba, Haití y República Dominicana (1954-1956) y de los ministerios de Salud de Indonesia y Filipinas. Fue diputado a la Asamblea de Antioquia, representante a la Cámara, profesor honorario de la Universidad de Antioquia y presidente del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia.
Realizó en Colombia importantes proyectos de salud: la implementación del año rural obligatorio para los médicos recién graduados, las promotoras rurales de salud, las primeras campañas masivas de vacunación antipoliomelítica, y la fundación de la Escuela Nacional de Salud Pública, hoy Facultad Nacional de Salud Pública, que lleva su nombre.
Sus principales publicaciones son Una visión del mundo, Teoría y práctica de la salud pública y Manual de tolerancia, además de las columnas publicadas en periódicos y revistas del país.
Héctor Abad Gómez fue asesinado el 25 de agosto de 1987.
Héctor Abad Gómez, un personaje bicentenario
“Sueño con un mundo menos estúpido e injusto que el actual; con una Colombia mejor organizada para satisfacer las prioridades reales de todas sus gentes: el pleno empleo, la vivienda adecuada, el transporte, la educación, la salud, la recreación, y para conseguir todo esto, un mejor reparto de las riquezas, los ingresos y los servicios”. Manual de Tolerancia. Héctor Abad Gómez.
Produce innegable dolor recordar la muerte de quienes amamos, sobre todo si ellos fueron víctimas de la violencia, pero produciría más dolor y más pena si fuésemos una sociedad que portara el olvido como insignia del miedo o de la amnesia cultural. Héctor Abad Gómez defensor de los derechos humanos, profesor de la Universidad de Antioquia, un ser humano que luchó con sus ideas y con sus palabras por un país más democrático, más educado y más igualitario.
Hoy lo recordamos como lo hemos hecho durante todos estos años, y como deberíamos recordar a tanto otros que, también en 1987 y en años posteriores, han sido víctimas de la brutalidad de la intolerancia, del pánico a la libertad y del odio a la palabra lúcida y amorosa. Nos unimos aquí en una conmemoración que quiere ser un honesto reconocimiento y que quiere también recordar el pensamiento y la actitud de quienes obraron en la vida de acuerdo a sus convicciones, llenos de alegría y de vigor, tomando siempre como estandarte la libertad y el derecho natural que todos tenemos a gozar de una vida digna.
Contaba con la terquedad y la constancia de aquellos a quienes la naturaleza hace hombres excepcionales. Pero contaba, sobre todo, con un don de humanidad, un profesionalismo y generosidad como médico salubrista, y una capacidad mental e intelectual de tan largo alcance, que lo hicieron no sólo casi imprescindible para nuestra sociedad falta de corazones líderes y honestos, sino también, por desgracia, blanco de la más burda intolerancia. La que asesina inútilmente, porque ideas y palabras arraigadas en la sabiduría y en la libertad, como en el caso de Héctor Abad Gómez, son inmunes a las balas.
HÉCTOR ABAD GÓMEZ (1921-1987) - En su memoria y en la de todos
Luis Felipe Vélez, Héctor Abad Gómez y Leonardo Betancur fueron asesinados en Medellín el 25 de agosto de 1987.
Un mismo día, un mismo año y muchos humanistas en el piso, acallados por la intolerancia.
"Una fecha especialmente triste y luctuosa, que siempre recordaremos, ocurrió un martes 25 de agosto de 1987, cuando la parca con su afilada hoja curvilínea hizo su ingreso a la sede de los maestros y cortó primero, a las siete de la mañana, el hilo de la vida de Luis Felipe Vélez, presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia, pero no contenta con su crimen, en la tarde, envía, al mismo lugar, a sus sicarios motorizados para que con sus siniestras armas de fuego asesinaran vilmente al médico, humanista y defensor de derechos humanos, doctor Héctor Abad Gómez y a su discípulo y amigo Leonardo Betancur".
Fabiola Lalinde, La cosecha de la muerte
EN SU MEMORIA Y EN LA DE TODOS
1 comentarios:
Un libro muy estimulante y enriquecedor. Donde trata de amor fraternal,y un hombre su padre que busca la Justicia Social e Igualdad, en una Nación donde parte de la Oligarquía y el Narcotráfico siembran el terror con sus asesinatos y es cuando asesinan a Héctor, porque les estorba a los terroristas. Y que a los 20 años del asesinato escribe su hijo éste gran libro en su memoria.
A todos del Café con Libros sin excepción nos a gustado.
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