Por
Pablo Solana*.
Uverney
Quimbayo Cabrera, creador y director de la revista Lanzas y Letras por más de
dos décadas, hubiera cumplido 50 años el pasado jueves 5 de mayo. Sus colegas
de la Universidad Surcolombiana, sus amigos y compañeros de militancia
realizaron un homenaje que excedió la nostalgia para proyectar su legado.
En la
Universidad que lo agasajó, Uverney vivenció su militancia estudiantil, como
joven rebelde, perseguido y encarcelado; allí cursó sus licenciatura en
Lingüística y Literatura y su maestría en Conflicto, Territorio y Cultura; allí
sembró su obra como intelectual reconocido pero, sobre todo, como militante del
Congreso de los Pueblos, como buen compañero de profesores y alumnos por igual.
Hace 50
años y un poquito más doña Enelia Cabrera llevaba con orgullo su embarazo junto
a su marido, don Manuel Quimbayo. Vivían sus días sencillos como parte de una
vida esforzada pero feliz de trabajadores, gente humilde de pueblo en el
municipio de Suaza, Huila. Era el mes de febrero de 1966 cuando doña Enelia,
con sus seis meses de embarazo, se enteró —al igual que todos en Colombia— de
la muerte del sacerdote Camilo Torres, abatido en una ofensiva del Ejército
contra el ELN en Santander. La tristeza por la noticia debe haber afectado de
tal manera a la mujer —como a millones de mujeres humildes de Colombia— que
Uverney, el retoño que florecería poco después fruto de su vientre, nacería
marcado por el ejemplo de aquel hombre que con su muerte impactó a su madre,
que había predicado con su vida su compromiso de lucha contra las injusticias.
Al
igual que Camilo, Uverney quiso ser seminarista y abrazó la Teología de la
Liberación, aún antes de licenciarse en la Universidad. Que la última revista
que él mismo dirigió “en un 70%” como afirman sus colaboradores, aún cuando la
enfermedad lo consumía, lleve en su tapa el rostro de Camilo y su propio rostro
con la leyenda “Ejemplo vivo de Unidad y Amor Eficaz” no tiene nada de
casualidad.
“Uverney
estuvo siempre vinculado a la formación del ser humano, en el humanismo
libertario”, explicó Martha Lucía, su compañera desde los tiempos más difíciles
de cárcel y persecución. Ella, compañera de vida, también puso imágenes a la
revista desde su obra como artista plástica e ilustradora
(http://lanzasyletras.org/index.php/85-imagenes/94-las-laminas-de-martha-lucia).
Ella es quien, después de sostener con hidalguía y fortaleza únicas los meses
más difíciles de su enfermedad, hoy sostiene la convicción de que la obra de
Uverney, su proyecto cultural y político, debe continuar.
Claro
que en este desafío no está sola: son decenas quienes la rodean y apuestan a lo
mismo, como quedó expresado en el homenaje en la Surcolombiana, pero también en
el que se realizó días atrás en Bogotá, o los próximos que se están organizando
en Cali o Bucaramanga. Las colaboraciones cuentan con notorios exponentes como
el profesor Luis Ernesto Lasso Alarcón, quien emocionó al auditorio con sus
palabras, o el politólogo y profesor del programa de Ciencia Política de la
Universidad del Cauca, Carlos González, responsable junto a Alexander Baca de
la edición número 30 de la revista de reciente aparición. Apoyan además
Francisco Javier Serrano Hurtado, compañero de tesis de Uverney; Amparito
Andrade, quien volvió a emocionar a los presentes con la lectura de poemas
cargados de vida y esperanza; Adelaida Cuenca Wilson, Rolando Centeno, Yolanda
García: amigas, amigos que estuvieron siempre presentes, que acompañaron a
Uverney hasta el último aliento rodeándolo de vida y esperanza.
La
ceremonia contó con la música caribeña y el son cubano del grupo Mayarí, de la
Universidad, y con una coordinación especial de la encargada de Extensión
Cultural, Cristina Repizo: con calidez y afecto guió las intervenciones de los
presentes, amenizó el homenaje y dio su toque de dulzura y emotividad a toda la
jornada.
“Fue un
evento sencillo y emotivo, como era Uverney”, sintetizó Martha Lucía, quien
reafirmó su compromiso con la continuidad de la revista y con el ideario
camilista.
* Pablo
Solana es corresponsal de Resumen Latinoamericano y editor de La Fogata
Editorial - Colombia.
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