Asociación
de Profesores
(Entrevista
al profesor Jaime Rafael Nieto López, Presidente de la Asociación de Profesores
de la Universidad de Antioquia)
¿Cómo han recibido las directivas
universitarias las decisiones de la Asamblea General de Profesores?
Jaime
Rafael Nieto López: bueno, hasta ahora no conocemos una reacción ni una
respuesta a estas conclusiones. Una vez concluida la Asamblea General del 21 y
22 de octubre escribimos una comunicación al rector Mauricio Alviar y al
Consejo Académico (CA) informándoles de las conclusiones de la Asamblea y
poniéndolas a su consideración. Después de la asamblea del día de ayer martes
27 enviamos una nueva comunicación al CA reiterándole nuestra disposición al
diálogo y la integración de una mesa para discutir lo concerniente al Acuerdo
480. Estamos a la expectativa que para la próxima Asamblea General quizás
tengamos alguna respuesta concreta al respecto.
AP: Hoy
nos sorprendió la rectoría con la decisión del cierre intempestivo de la
universidad, ¿cómo le parece esta medida?
JRNL:
es una decisión desafortunada que como universitarios no compartimos. El cierre
es una medida extrema y desesperada que significa el fracaso de la universidad
en su capacidad para dialogar y construir salidas de consenso a los conflictos
y crisis. Es lo más paradójico que la rectoría hable de “respeto”, “trato
civilizado” y “espíritu universitario”, tomando decisiones que niegan de plano
lo uno y lo otro. Es de alguna manera un fracaso de la palabra y del ejercicio
argumentado de la razón, que es lo que caracteriza a la universidad. Hay que
decir que esta medida que ya venía siendo anunciada en tono amenazante desde
días anteriores por parte de las directivas universitarias, confirma realmente
la actitud autoritaria y poco dialogante de la rectoría frente a las críticas y
propuestas que han formulado estudiantes y profesores frente al Acuerdo Académico
480. Como universitarios, rechazamos este cierre y la militarización de las
porterías de la Universidad. Insistimos en que la rectoría convoque de manera
urgente a estudiantes y profesores a un diálogo franco y respetuoso sobre la
situación actual de la universidad. Lo más preocupante es que este tipo de
actitudes no dialogantes, verticales y autoritarias, podrían estar
preanunciando un estilo de gobierno universitario frente a temas y debates
cruciales de la vida universitaria que se ven venir, como lo son, por ejemplo,
las reformas al Estatuto General de la Universidad, al Estatuto Profesoral, al
Reglamento Estudiantil, y el nuevo Plan de Desarrollo.
AP: Algunos medios dicen que los profesores al declararse en asamblea permanente se
sumaron al paro indefinido de los estudiantes, ¿qué nos puede decir al
respecto?
JRNL:
Eso no es cierto o por lo menos no es exacto, pues los estudiantes son un
estamento muy importante dentro de la universidad, y como tal se reúne y toma
sus decisiones de manera autónoma, casi siempre a través de asambleas
generales, que nosotros como universitarios y profesores respetamos. Yo diría
que otro tanto ocurre con los profesores, quienes de manera autónoma nos
reunimos para debatir y afrontar temas y problemas que nos conciernen como
estamento y también temas universitarios más generales en los cuales muchas
veces coincidimos con los estudiantes. Estas coincidencias sin embargo no
significan que los profesores declinen su autonomía ni frente a la manera de
entender estos problemas ni respecto a los mecanismos que consideramos
legítimos y pertinentes para tramitarlos. La Asamblea Permanente es un
mecanismo que nos permite abrir espacios profesorales desescolarizados
diferentes o alternativos a la normalidad académica para que los temas
cruciales de la vida universitaria se sigan debatiendo entre los profesores e
incluso con invitación a los estudiantes. Respetamos el mecanismo de paro de
los estudiantes, pero nosotros preferimos el de la asamblea permanente, no sólo
porque jurídicamente no podríamos declararnos en paro, sino sobre todo porque
nos permite mantener la deliberación y presencia del profesorado en la
universidad. Los dos días de asamblea permanente mostraron la pertinencia y
validez de este mecanismo, el cual fue convalidado por la realización
simultánea de 17 claustros o reuniones de profesores en los que tomó forma una
masiva y activa participación del profesorado, haciendo reflexiones muy
valiosas, debatiendo y construyendo propuestas, tal como se evidenció en los informes
presentados en la pasada asamblea general del martes 27. Definitivamente, la
asamblea permanente acompañada de la realización de reuniones por dependencia
fortalece y dinamiza el movimiento profesoral.
AP: Algunos profesores están inquietos y temerosos con el acompañamiento a los
exámenes de admisión el 3 y 4 de noviembre, ¿qué puede decirnos sobre esto?
JRNL:
El acompañamiento al examen de admisión no hace parte de la agenda propiamente
dicha de la asamblea de profesores; sabemos que es nuestro deber moral
acompañar a los más de 40.000 aspirantes en este ejercicio y que además es un
deber como empleados docentes hacerlo; hasta ahora nadie ha planteado no
asistir o intentar sabotear la realización del examen ni mucho menos, lo que sí
es claro que lo haremos demandando de las directivas universitarias garantías
para cumplir con nuestro deber y sin declinar nuestra protesta y rechazo
Acuerdo Académico 480 que modifica los términos de dicho examen.
AP: Existen inquietudes entre profesores acerca de si la declaratoria de asamblea
permanente es debido al Acuerdo Académico 480 o ¿tiene que ver con algo más?
JRNL:
sea la oportunidad para aclarar que este movimiento profesoral que está en
gestación no es un movimiento “antidirectivas” o contra la rectoría del profesor
Alviar, tal como algunas voces lo sugieren. Por lo menos en lo que concierne a
la Asociación de Profesores, no hay ni “enemigos” ni “adversarios”
preestablecidos o predeterminados. El compromiso de la Asociación es un
compromiso gremial por la defensa de los intereses del profesorado y de la
Universidad Pública. Desde ahí define sus líneas de acción y define también
quiénes en determinadas coyunturas son sus adversarios y aliados. Si hoy
estamos en una relación de conflicto y confrontación con la rectoría no es
porque se trate de la rectoría del profesor Alviar sino porque es ésta rectoría
y no otra la que ejecuta o toma decisiones que vulneran derechos de los
profesores, como por ejemplo, las incapacidades, la compensación salarial a la
totalidad del profesorado (bonificación), el programa de salud, la
participación democrática en la toma decisiones sobre asuntos universitarios
fundamentales como la reforma al examen de admisión, entre otros. Estos son los
temas que hoy por hoy aglutinan la asamblea general de profesores y son temas
que tocan directamente con sus intereses gremiales y universitarios,
independientemente de la simpatía o antipatía que se pueda sentir ante la
rectoría Alviar. En este sentido, la declaratoria de asamblea permanente, debe
entenderse no sólo en relación con el tema del examen de admisión sino en
relación con la totalidad de los puntos planteados en las conclusiones de la
asamblea general de profesores.
AP: Por
último profesor Nieto, se habla de divisiones en la Junta Directiva de la
Asociación de Profesores por la forma como se viene conduciendo el movimiento
profesoral, ¿qué puede decirnos al respecto?
JRNL:
la Junta Directiva, como cualquier instancia colectiva de representación
profesoral, históricamente es y ha sido una instancia plural, deliberativa,
construida a varias voces, y en ese sentido es muy normal que a su interior se
expresen diferentes posturas respecto a los más variados temas universitarios,
que a su interior existan conflictos, choques de posiciones, desacuerdos, etc.
No es una instancia monolítica y todos sus miembros gozan de plenos derechos y
autonomía para expresar sus diferencias y defenderlas; es sobre la base del
debate, la crítica y la controversia respetuosa a su interior como construimos
los consensos fundamentales que marcan los derroteros y su orientación al
conjunto del profesorado, teniendo en cuenta además que es finalmente el
profesorado el que acoge o desestima esos derroteros de acción.
El plan de
acción que, por ejemplo, aprobamos luego de la elección de la nueva Junta
Directiva se construyó de esta manera, y creemos que es el método correcto. Lo
que no nos parece correcto es que las discusiones propias de la Junta se
ventilen públicamente y de manera descontextualizada, muchas veces incluso sin
la suficiente información. Plantear estos debates, que insisto, son del ámbito
interno de la Junta, en las asambleas generales, en vez de ilustrar confunden
al profesorado o lo descentran de sus objetivos y propósitos comunes,
deslegitiman a la Junta como instancia de representación profesoral y estimulan
la división, la apatía y el desinterés del profesorado por sus intereses
gremiales comunes y de los problemas de la universidad. Por eso frente a estas
posiciones, hemos preferido optar por la prudencia, no dejarnos provocar e
insistir sobre todo en la ilustración y en la necesidad de llamar a la unidad
del profesorado alrededor, repito, de sus objetivos comunes. A esta unidad hay
que invitar al profesorado de cátedra, que tiene situaciones particulares de
contratación y vínculo laboral, entre otras, que requieren acompañamiento y
solidaridades mutuas con los profesores de planta y ocasionales.
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