Bonita
forma la del rector de la Universidad Industrial de Santander, Álvaro Ramírez,
la de incentivar y estimular la industria nacional de autopartes y la
generación de empleo para sus egresados en las ensambladoras Colmotores o
Sofasa. El pasado 17 diciembre se regaló de Navidad para la rectoría un
flamante vehículo alemán de alta gama, que incluye dentro de sus
especificaciones técnicas chaleco reflectivo y linterna.
Luces
son las que le faltan al académico para la conducción del primer centro de
formación académica del nororiente colombiano y la cuarta universidad pública
del país, tan cercana a nuestros afectos por haber sido mi padre uno de sus
fundadores en 1947.
La
universidad, desafortunadamente, dejó de lado a la academia, para caer en el
juego perverso de la politiquería, que la tienen hoy como un botín burocrático
y contractual. Lo preocupante es que mientras el rector se entretiene y distrae
recursos públicos en la compra de un lujoso vehículo, en viajes internacionales
y en la compra de un multimillonario lote de terreno para una sede de posgrados
en Bogotá, el nivel académico de la universidad pierde terreno frente a las
universidades Nacional y de Antioquia, las mejores del país.
A
manera de anécdota y reflexión sobre el manejo de la salud y lo público en
Santander, vale la pena hacer un parangón con el departamento de Antioquia,
donde existe un acuerdo tácito de su clase política para no inmiscuirse en el
manejo del sector de la salud y la educación con nombramientos y contratos: Los
hospitales San Vicente de Medellín y nuestro viejo González Valencia son ambos
hospitales universitarios al servicio de la formación académica de los
estudiantes de Medicina de las universidades públicas. En los años setenta
tenían la misma infraestructura tecnológica, el mismo número de profesores y
recursos. Hoy tienen un presente bien diferente. El nuestro un remedo de
hospital, donde aflora el caos de la salud. El San Vicente, por el contrario,
un modelo de prestación de servicios con liderazgo mundial en trasplantes,
medicina tropical y cardiovascular. Pero bueno, ¡acá tenemos Audi para el
rector para envidia de los antioqueños!
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contenido ha sido publicado originalmente en Vanguardia.com en la siguiente
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http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/jorge-figueroa/305730-uis-audi-para-el-rector.
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