La
primera Semana de la Memoria se llevó a cabo en la Universidad del Atlántico
impulsada por movimientos estudiantiles, familiares de víctimas y
organizaciones de Derechos Humanos, con el apoyo del nuevo rector de la
Universidad. Revelaciones sobre las circunstancias en que murieron cuatro
estudiantes en 2006 tras una explosión.
El
evento, que se realizó entre el lunes 20 y el viernes 24 de octubre, tuvo como
objetivo conmemorar a las víctimas del paramilitarismo que incluyen a docentes,
sindicalistas y estudiantes de todas las facultades asesinados entre los años
1998 y 2010.
Durante
la semana se realizaron foros, intervenciones en espacios públicos, actos
religiosos, exposiciones fotográficas de víctimas, elaboración de murales,
marchas simbólicas y ofrendas florales.
En esta
ocasión, las jornadas tomaron como objetivo principal revindicar la memoria de
4 estudiantes fallecidos en 2006, en hechos registrados al interior del Alma
Mater de la Universidad. Se trata de Dreiber Melo Fierro, estudiante de Derecho;
José Saballeth Llinas, estudiante de Ciencias Sociales; Yuri Martínez García y
Darwin Peñaranda Badillo, estudiantes de Historia.
Un explosivo de las Fuerzas Militares tras
las muertes de los estudiantes
Durante
muchos años primó la controversia sobre las circunstancias en las que estos
cuatro estudiantes resultaron muertos. Las primeras declaraciones hechas por
los altos mandos de la Policía daban a conocer que la exposición donde habían
muerto los cuatro jóvenes (y cuatro más resultaron con heridas de gravedad)
ocurrió por la manipulación de cerca de 20 kg. de pólvora. Pero investigaciones
posteriores hechas a solicitud de la defensa de los sobrevivientes que fueron
acusados de terrorismo comprobaron que lo que ocasionó la tragedia fue la
manipulación de un explosivo de uso de las Fuerzas Militares que se puede
activar a control remoto, conocido como C4. Por ello quedaron absueltos los
sobrevivientes del hecho.
Osmar
Terryl R., estudiante de derecho a la fecha de los sucesos, es uno de los
sobrevivientes. Hoy es abogado y vicepresidente de la Fundación por el Medio
Ambiente y la Paz en Colombia -FUMPAZ-, que lidera procesos de Derechos Humanos
en la región. Consultado por Colombia Informa, Osmar explicó que a 8 años de
los hechos y tras las últimas investigaciones, “aún no existen detenidos ni
señalamientos intelectuales o materiales del acto o autores de esta masacre;
prevalece la impunidad que pudo haber sido más sangrienta si hubieran llegado
los 80 estudiantes y representantes de agrupaciones estudiantiles convocados en
aquella ocasión”. En aquel entonces los estudiantes buscaban poner en debate
las posiciones de administrativos universitarios ante el aumento de matrículas,
nombramiento de personal sin perfiles adecuados y cierre temporal de la Universidad,
y en ese contexto se produjo la explosión y las muertes.
Con la
realización de esta primera Semana de la Memoria que hizo eje en la
reivindicación de los estudiantes muertos en aquel entonces, los organizadores
esperan institucionalizar esta fecha con el fin de “visibilizar una instancia
valiosa en el proceso de construcción una sociedad más tolerante, equitativa e
incluyente”, explican.
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