Crisis presupuestal, académica y administrativa en la
Universidad Distrital de Bogotá
Una situación crítica
vive la universidad tras verse envuelta en investigaciones por corrupción y
pérdida del presupuesto. La Contraloría investiga mientras los estudiantes,
profesores y trabajadores continúan en Paro y Asamblea Permanente.
Después de las
denuncias de la comunidad estudiantil sobre los acuerdos académicos y
administrativos suscritos por el Consejo Superior de la Universidad Distrital
-UD-, que ocasionaron varios días de paro en las actividades académicas. Ahora
es la Contraloría Distrital quien encuentra irregularidades al interior del
alma máter.
Según los más
recientes informes de la Contraloría Distrital existe un detrimento
presupuestal por más de 60.000 millones de pesos en la UD, pues desde el 2013
existe un caso entre la empresa Administradora Colombiana de Pensiones –
Colpensiones- y la universidad, en el que se han detectado pagos dobles de
cerca 6.362 millones. A esto se suma el aviso de riesgo de pérdida por 72.000
millones por la construcción de una nueva sede en la localidad de Bosa emitido
por la misma entidad, pues no existe el respectivo seguimiento al diseño
arquitectónico que implica la nueva construcción y las múltiples
irregularidades a la expedición de prórroga de la licencia de construcción.
Pero el tema de
construcciones para la UD no para ahí, se agrega la construcción de la
biblioteca del edificio Aduanilla de Paiba, pues a este proceso se presentó una
adición de presupuesto por 6.558 millones, sin tener en cuenta el Manual de
Contratación, acción claramente irregular.
La pregunta que queda
en el aire es ¿qué pasó con la meta de fortalecer la infraestructura de la
universidad y dónde quedó el presupuesto que estaba aprobado para ello?
El Concejo de la
ciudad de Bogotá, realizó un debate sobre el tema UD, en donde se discutió
sobre el presupuesto destinado al servicio de vigilancia que oscila entre los
5.168 millones en el año 2013, siendo llamativo el contraste con el presupuesto destinado para Investigación y
Desarrollo Científico que es de 3.278 millones, de los cuales en realidad
fueron girados 1.808 millones. Pero con el tema investigativo las
irregularidades no cesan, pues en el 2012 la universidad financiaba a 18 grupos
o semilleros de investigación y al siguiente año tan sólo 3 grupo fueron
financiados, la pregunta que se hace la comunidad universitaria es ¿qué pasó
con el presupuesto de los 15 semilleros restantes?
La solución que
dispuso el Consejo Superior Universitario -CSU- fue la conformación de los
acuerdos 008 y 009 del 2013, acuerdos de carácter académico- administrativos,
criticados duramente por los estudiantes y docentes. Sobre la suspensión de
este decreto el mismo Alcalde Gustavo Petro se comprometió con los estudiantes
a incidir en esta decisión. Finalmente el CSU sesionó con seis votos a favor,
uno en contra y un impedimento, quedando suspendido dicho acuerdo.
Pese a dicha
suspensión, la comunidad estudiantil, trabajadores y docentes no están
satisfechos del todo con la medida, exigen soluciones más de fondo, como la
derogatoria de los mismos. En un comunicado de prensa publicado por los
estudiantes de la UD el pasado 16 de Mayo, hicieron un llamado a “la coherencia
por parte del alcalde Gustavo Petro que tras la interlocución con el Movimiento
Multiestamentario” aún no hace efectiva dicha derogatoria, y por ello
“ratifican la continuidad del Paro Estudiantil Indefinido y la Asamblea
Permanente de Docentes de las facultades de Ingeniería, Academia Superior de
Artes de Bogotá ASAB y Ciencias y Educación”.
Así mismo exigen la
creación de una mesa de interlocución con el CSU “que esté integrada por un
mismo número de estudiantes, profesores y trabajadores que en la pasada mesa de
diálogo con el Alcalde Mayor”. Al interior de la universidad se han venido
realizando pre- cumbres por facultad, que se concretaran este lunes 26 de mayo
en la Asamblea General de la Universidad en la Faculta de Artes -ASAB-, en
donde se evaluarán los resultados de las pre- cumbres, la realización de una
Gran Cumbre Universitaria y definir la ruta y agenda de movilización.
Finalmente se espera
que los procesos emprendidos por estudiantes, docentes y trabajadores, sean
decisivos para el futuro de la universidad que pasa actualmente por la mayor
crisis de su historia. Se espera igualmente que con el gobierno distrital se puedan
concertar acuerdos que saquen a flote la universidad.
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