Hace
más de dos años la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional no contaba
con su lugar privilegiado de discusión, la cafetería. El espacio se clausuró
luego de que la concesión a manos de privados no pagaba arriendo, rezaba el
chisme hacía más de 15 años. A modo de anécdota anotamos que la cafetería del
Manuel Ancizar esta en manos del hermano del señor que no pagó arriendo en
derecho. Como medida de coacción el decano, primero cerró la entrada de la
Facultad que daba a la cafetería y luego terminó por sacar al dueño. Luego de
esto las estudiantes en el paro del 2011 decidieron tomarse el espacio y lo
nombraron salón estudiantil Jaime Garzón, pero como toda ganancia del bloque
popular, lo más difícil no fue obtenerla sino sostenerla.
Al
pasar del tiempo por falta de organización y de no habitar el territorio el
decano cerró el espacio y anunció que lo usaría para una sala virtual para
teleconferencias, llena de tabletas para todas las estudiantes. Esto
evidentemente no sucedió.
A
principios de éste año y luego de la caída del techo del edificio (problema que
sigue sin resolver) salió un video en Unimedios , órgano de difusión y
propaganda oficial de la rectoría en donde el decano, el vicerrector y el
rector comían en la nueva cafetería. El video mostraba una Facultad sin
grietas, con techo y con cafetería. Tres meses después la cafetería, hoy Lunes
7 de Abril, se inauguró.
Hoy
tenemos cafetería. Bueno tenemos es un decir, la facultad tiene cafetería. No
es una cafetería estudiantil, y vaya uno a saber cuánto dinero pagará este
arrendatario por usufructuar este jugoso negocio y cuánto dinero será para el
bienestar de la comunidad educativa. No es una cafetería que genere empleo para
las estudiantes que tanto lo necesitan, ni fija precios según las necesidades
de quienes ahí comerán. Tenemos cafetería pero el problema de la falta de
bienestar para la permanencia subsiste. Tenemos cafetería y seguimos sin techo.
El decano nos prometió que el techo de la Facultad estaría listo para Febrero,
ha pasado más de un mes desde el plazo que el mismo se dio y la obra que nos
tiene los cerebros y la sinusitis atolondrada aun no cesa. Recuerdo que cuando
entré a la Facultad, la representante de ese entonces Laura Ligarreto paraba al
decano Acuña, y sin miedo le exigía que cumpliera lo que había prometido, muy
diferente a la actitud de complacencia y ‘lambonería’ que hoy aplica nuestro
representante según han denunciado los representantes profesorales al consejo
de facultad.
Para no
repetir la historia de la falta de organización y para no seguir perdiendo las
ganancias del movimiento estudiantil, decidimos actuar sin
intermediarios, lo que es la acción directa. Razón por la cual conformaremos el
consejo estudiantil de la Facultad, propuesta que viene avanzando desde el
grupo de autoevaluación de ciencias políticas cuya próxima reunión será éste
miércoles a las 9:30 am. Una vez consolidado dicho consejo una de sus primeras
tareas podrá ser pelearse la licitación de la cafetería, una cafetería desde y
para las estudiantes, con precios subsidiados. Invitamos a que nos empoderemos
y participemos de la conformación del consejo, pues los mecanismos de toma
de decisión de la Facultad han mostrado ser ineficaces.
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