La
“universidad de clase mundial” es al parecer el último grito de la moda en las
pasarelas educativas de Corea del Sur y Singapur, o por lo menos esas son las
noticias que nos trae el profesor Hernández de su paseo a esas lejanas tierras.
El vicerrector supone que los estudiantes somos una masa ignara y borreguizable
con un espíritu tan parroquial como el suyo, seguramente piensa que nadie más
puede viajar por el mundo u obtener noticias de cualquier otra parte y cree que
puede venir a descrestar montañeros con cuentos parciales y reforzados acerca
de países como Corea del Sur o Singapur (cuando no viene a hablarnos de las
universidades norteamericanas y su modelo privado de educación). Corea del Sur
un país que aún se mantiene en la guerra fría, satélite y ficha geopolítica de
Estados unidos o Singapur un país que acaba de salir de un sangriento y largo
conflicto y en el que la educación está dedicada a la desagregación tecnológica
de la ciencia traída de países como Japón, estados unidos o china. Maquilas educativas
donde prima la adaptación de acuerdo a las necesidades de las empresas
extranjeras que invierten en la universidad. Así se condena un país al atraso y
a la dependencia científica y tecnológica, eso sí con campus lindos y visitas
de asombrados vicerrectores extranjeros. ¿Por qué no nos habla del proceso
histórico y político de Corea o de Singapur? ¿Quién dijo que por el hecho de
que allá exista ese modelo debe existir aquí?
La
desfinanciación de la universidad, su debacle deliberada, requieren administraciones
tan incompetentes como autoritarias, porque autoritarismo y antidemocracia son
condiciones para la universidad que les interesa: inmediatista, acrítica,
elitista, cerrada, tecnocrática, dirigida desde afuera y divorciada de la
sociedad colombiana. Una universidad que piensa pero que no produce
absolutamente nada porque el relativismo, el afán profesionalista y la ética
vacía del exitismo lacayuno definen su labor y su actividad.
Es por
esto Mantilla y Hernández, actúan como príncipes medievales gobernando la
universidad a punta de comunicados y “bandos a la población” porque su
incompetencia los lleva a enfrentar estudiantes contra estudiantes y contra
trabajadores a partir de mentiras y chismes, en vez de solucionar de manera
democrática y escuchando al conjunto de la comunidad los problemas
presupuestales y políticos que ellos mismos han ayudado a generar. La
universidad como feudo particular para insertarla en el mundo de los negocios
globalizados según su parecer y conveniencia ¿será que necesitamos reyezuelos
de gerencia para que la universidad funcione?
Por
todo eso llamamos a la desobediencia, a generar un ambiente de ingobernabilidad
que obligue a estos señores a tener e cuenta las opiniones y propuestas de
estudiantes, profesores y trabajadores y no solo las de sus mafias burocráticas
y empresariales que se están tomando la universidad en su territorio, en sus
grupos de investigación y en las roscas “académicas” para repartirse este
pastel desfinanciado que es hoy la universidad.
Estos gerentillos
se lavan las manos frente los problemas de la universidad, se van a pasear a
Corea o desconocen cualquier postura contraria a las de sus amigos empresarios;
porque estos señores en menos de un año están llevando a la universidad a un
naufragio pero que el de Wasserman (incluso el mismo Wasserman hoy los critica)
y llaman a eso “universidad de clase mundial”; porque Estos mismos señores que
le han prometido en venta la universidad a Sarmiento Angulo, que propician la
jibarizacion como excusa para militarizar la UN, son los que hoy quieren
generar un ambiente de enfrentamiento y polarización dizque “para recuperar el
control del campus”, estos mismos señores que son verdaderos enemigos de la
universidad pública son los que están buscando chivos expiatorios para
justificar sus torpes medidas políticas y miran para otro lado cuando se les
habla de los problemas de la U, como si no fuera con ellos la cosa.
Son
estos señores los que merecen salir de los cargos directivos de la universidad
para que abramos el campo a un gobierno universitario democrático que se
interese en realidad por la universidad pública y menos por los negocios que
los posicionen bien ante los empresarios
Todo
apunta hacia allá, mire el nuevo sistema de admisiones: Carreras como mercancías
o marcas según su prestigio y sin importar su vocación va quedando cono lo que
le toca. ¿Quién dijo que era mejor medicina que antropología? . La universidad
se convierte en el lugar donde los estudiantes van elegir su inversión y viene
a hacer sus compras de ahí que más que la calidad de la educación a las
actuales directivas y al gobierno les interesa más la securitizacion y el
manejo de la U como si fuera una cárcel, porque su criterio es el de manejar
todo por la fuerza, la persecución, la amenaza, hoy tiene la universidad llena
de minicamaras que están contra los estudiantes y nos quieren meter el cuento
de que es “por nuestro bien”. Para esta gente la educación ya no es un bien
común de la sociedad, es un producto comercial empaquetado y patentado para el
que pueda pagar. y nos traen la propuesta de seguir esos modelos, como si no
hubiéramos estado siguiendo modelos extranjeros desde hace mucho y la crisis
cada vez peor. Ya que les resulto tan maravilloso Hernández, y Mantilla
también, deberían pasar su hoja de vida en Singapur.
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