domingo, 13 de octubre de 2013

(Videos - Cámaras en la UN) Para la crisis de la universidad, Constituyente Universitaria

La “universidad de clase mundial” es al parecer el último grito de la moda en las pasarelas educativas de Corea del Sur y Singapur, o por lo menos esas son las noticias que nos trae el profesor Hernández de su paseo a esas lejanas tierras. El vicerrector supone que los estudiantes somos una masa ignara y borreguizable con un espíritu tan parroquial como el suyo, seguramente piensa que nadie más puede viajar por el mundo u obtener noticias de cualquier otra parte y cree que puede venir a descrestar montañeros con cuentos parciales y reforzados acerca de países como Corea del Sur o Singapur (cuando no viene a hablarnos de las universidades norteamericanas y su modelo privado de educación). Corea del Sur un país que aún se mantiene en la guerra fría, satélite y ficha geopolítica de Estados unidos o Singapur un país que acaba de salir de un sangriento y largo conflicto y en el que la educación está dedicada a la desagregación tecnológica de la ciencia traída de países como Japón, estados unidos o china. Maquilas educativas donde prima la adaptación de acuerdo a las necesidades de las empresas extranjeras que invierten en la universidad. Así se condena un país al atraso y a la dependencia científica y tecnológica, eso sí con campus lindos y visitas de asombrados vicerrectores extranjeros. ¿Por qué no nos habla del proceso histórico y político de Corea o de Singapur? ¿Quién dijo que por el hecho de que allá exista ese modelo debe existir aquí?
La desfinanciación de la universidad, su debacle deliberada, requieren administraciones tan incompetentes como autoritarias, porque autoritarismo y antidemocracia son condiciones para la universidad que les interesa: inmediatista, acrítica, elitista, cerrada, tecnocrática, dirigida desde afuera y divorciada de la sociedad colombiana. Una universidad que piensa pero que no produce absolutamente nada porque el relativismo, el afán profesionalista y la ética vacía del exitismo lacayuno definen su labor y su actividad.
Es por esto Mantilla y Hernández, actúan como príncipes medievales gobernando la universidad a punta de comunicados y “bandos a la población” porque su incompetencia los lleva a enfrentar estudiantes contra estudiantes y contra trabajadores a partir de mentiras y chismes, en vez de solucionar de manera democrática y escuchando al conjunto de la comunidad los problemas presupuestales y políticos que ellos mismos han ayudado a generar. La universidad como feudo particular para insertarla en el mundo de los negocios globalizados según su parecer y conveniencia ¿será que necesitamos reyezuelos de gerencia para que la universidad funcione?
Por todo eso llamamos a la desobediencia, a generar un ambiente de ingobernabilidad que obligue a estos señores a tener e cuenta las opiniones y propuestas de estudiantes, profesores y trabajadores y no solo las de sus mafias burocráticas y empresariales que se están tomando la universidad en su territorio, en sus grupos de investigación y en las roscas “académicas” para repartirse este pastel desfinanciado que es hoy la universidad.
Estos gerentillos se lavan las manos frente los problemas de la universidad, se van a pasear a Corea o desconocen cualquier postura contraria a las de sus amigos empresarios; porque estos señores en menos de un año están llevando a la universidad a un naufragio pero que el de Wasserman (incluso el mismo Wasserman hoy los critica) y llaman a eso “universidad de clase mundial”; porque Estos mismos señores que le han prometido en venta la universidad a Sarmiento Angulo, que propician la jibarizacion como excusa para militarizar la UN, son los que hoy quieren generar un ambiente de enfrentamiento y polarización dizque “para recuperar el control del campus”, estos mismos señores que son verdaderos enemigos de la universidad pública son los que están buscando chivos expiatorios para justificar sus torpes medidas políticas y miran para otro lado cuando se les habla de los problemas de la U, como si no fuera con ellos la cosa.
Son estos señores los que merecen salir de los cargos directivos de la universidad para que abramos el campo a un gobierno universitario democrático que se interese en realidad por la universidad pública y menos por los negocios que los posicionen bien ante los empresarios
Todo apunta hacia allá, mire el nuevo sistema de admisiones: Carreras como mercancías o marcas según su prestigio y sin importar su vocación va quedando cono lo que le toca. ¿Quién dijo que era mejor medicina que antropología? . La universidad se convierte en el lugar donde los estudiantes van elegir su inversión y viene a hacer sus compras de ahí que más que la calidad de la educación a las actuales directivas y al gobierno les interesa más la securitizacion y el manejo de la U como si fuera una cárcel, porque su criterio es el de manejar todo por la fuerza, la persecución, la amenaza, hoy tiene la universidad llena de minicamaras que están contra los estudiantes y nos quieren meter el cuento de que es “por nuestro bien”. Para esta gente la educación ya no es un bien común de la sociedad, es un producto comercial empaquetado y patentado para el que pueda pagar. y nos traen la propuesta de seguir esos modelos, como si no hubiéramos estado siguiendo modelos extranjeros desde hace mucho y la crisis cada vez peor. Ya que les resulto tan maravilloso Hernández, y Mantilla también, deberían pasar su hoja de vida en Singapur.

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