El
ex-rector de la Universidad Nacional confirma lo que en el medio siempre se ha
dicho. En en trevista en revista Semana. “Nunca antes en la historia le habían
entregado Colciencias a un partido político”, asegura. Además, cree que el
hecho de que los recursos para ciencia y tecnología provengan de las regalías,
distorsiona la naturaleza de los proyectos. “No hay visión nacional porque todo
responde a las necesidades de los gobernadores”, sostiene.
El siguiente es el texto de la
entrevista de la periodista Claudia Morales:
El nombre de Moisés Wasserman
seguramente llega a la memoria reciente de los lectores como exrector de la
Universidad Nacional. Pero además de eso, es Doctor en Bioquímica, profesor
emérito de la misma universidad, científico reconocido internacionalmente y
miembro de la Unesco para América Latina. Esta conversación se produce porque
son muchos los académicos y científicos inconformes con la dirección de
Colciencias, entidad encargada de manejar las políticas del Sistema Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación.
Él, que es investigador y científico,
es un personaje con una opinión autorizada para hablar del tema. Para
Wasserman, este gobierno politizó Colciencias cuando se lo entregó al Partido
Verde. “Nunca antes en la historia le habían entregado Colciencias a un partido
político”, asegura. Además, cree que el hecho de que los recursos para ciencia
y tecnología provengan de las regalías, distorsiona la naturaleza de los proyectos.
“No hay visión nacional porque todo responde a las necesidades de los
gobernadores”, sostiene.
Semana.com: ¿En qué estado
está el sistema de ciencia y tecnología en Colombia?
MOISÉS WASSERMAN: Nosotros tenemos un sistema relativamente veterano y
evolucionado con una inversión muy baja. Según los últimos informes del
Observatorio de Ciencia y Tecnología ya se nota que el sistema empezó a
frenarse y está decreciendo en aspectos graves. Eso se deriva de un
desfinanciamiento crítico y crónico.
Semana.com: Pero para eso se
destinó el 10% de las regalías.
MOISÉS WASSERMAN: Sí, pero las regalías se reglamentaron de tal forma que
crearon un sistema paralelo. Y por la forma como se deciden las regalías y los
proyectos, terminan excluyendo al sistema de ciencia y tecnología. Eso
significa que la respuesta es cortoplacista y desorientada.
Semana.com: ¿Por qué la
califica así?
M.W.: Cortoplacista, porque el sistema quedó ceñido a los planes de cuatro
años de los gobernadores. Y desorientado porque por esa estructura dispersa no
se puede construir una política global, nacional, transversal, que responda a
las señas de deterioro y decaimiento del sistema.
Semana.com: Pero profesor,
desde el gobierno dicen que hay mucha plata para la ciencia y la tecnología.
M.W.: Por un lado hay muchos recursos que están corriendo en paralelo pero
no responden a las necesidades evidentes, y que son usados como excusa para no
aumentar los presupuestos de Colciencias.
Semana.com: ¿Quiere decir
que la plata de las regalías no le está llegando a Colciencias?
M.W.: El presupuesto de Colciencias aumentó en el año 2009 con el programa
de becas doctorales, y como era continuo, se suponía que debía aumentar cada
año. Pero sólo aumentó ese año, 2009. Y lo que hay en el Congreso para el presupuesto
del 2014 reduce en un 15 % lo que era el presupuesto del 2012 de Colciencias, y
además asigna en forma específica dos terceras partes de ese presupuesto a las
becas. Con esa tendencia en 2015 y 2016 todo el presupuesto de Colciencias será
para becas.
Semana.com: Y a través de
las regalías la plata tampoco llega a los proyectos de ciencia y tecnología que
el país necesita.
M.W.: Con las regalías hay un asunto político perverso. La comunidad
científica llevaba decenios sugiriendo que parte de las regalías se usaran para
financiar la ciencia, porque el sistema tenía unas políticas nacionales que
estaban completamente desfinanciadas. Y finalmente sucedió el milagro,
aprobaron las regalías, pero las aprobaron con tal reglamentación que llevan
implícita una política distinta. Algo que se suponía que era para financiar,
modificó la política con base en una negociación coyuntural en el Congreso.
Semana.com: ¿Es decir que
son los gobernadores los que deciden qué proyectos financian?
M.W.: Sí, y eso implica que el financiamiento es paralelo y Colciencias se
convierte en una secretaría técnica. Y cada gobernador decide si el proyecto de
ciencia y tecnología cuadra o no con su proyecto de gobierno.
Semana.com: Muy grave porque
cada gobernador que llega hace borrón y cuenta nueva.
M.W.: El tema es este. El 0.17 del PIB es invertido en ciencia y
tecnología pero hay otro indicador, 0.47, que se destina a actividades
que no son propiamente de investigación de ciencia. El inconveniente con los
proyectos de los gobernadores es que por querer dar resultados pronto en sus
cuatro años de periodo, no privilegian la investigación en ciencia y
tecnología. La prueba de eso es que la gran mayoría de los proyectos
presentados por los gobernadores en 2011 fueron retirados por los gobernadores
que se posesionaron en 2012.
Semana.com: La directora de
Colciencias Paula Arias dijo en una entrevista para El Colombiano que no
necesitan más investigadores. ¿Qué opina?
M.W.: Es como la parábola de las uvas verdes de Esopo. Como no logramos
aumentar el número de investigadores entonces salimos a decir que ya no los
necesitamos. Si tomamos en cuenta todos los estudios prospectivos de
Colciencias y la propuesta de los diez sabios en el 94, para el año 2000
deberíamos tener mil investigadores por cada millón de habitantes. Catorce años
después del 2000 en Colombia tenemos menos de la tercera parte. Entonces decir
que no necesitamos más, pues bien, pero con base en qué, es absurdo decir que
no se necesitan más.
Semana.com: En esa misma
entrevista se dice que se deben privilegiar las patentes y los proyectos que
terminen en cosas que puedan salir al mercado. Pero si no hay investigación,
¿cómo pueden producir patentes?
M.W.: Eso es construir edificios sobre arena. La generación de patentes es
la punta del iceberg. Hay un corto circuito porque quieren la producción de
patentes sin darnos el tiempo y los recursos para hacer la investigación.
Semana.com: El gobierno
habla con mucha propiedad de la innovación como una de las locomotoras del
país. Pero todo esto que usted cuenta creo que nos deja lejos de esa meta.
M.W.: La innovación nos llegó más por un asunto de moda. Hay dos tipos de
innovación, radical e incremental. Radical, es cuando surge algo totalmente
nuevo basado en el conocimiento y la investigación. La incremental es mejorar
un poquito algo que ya existe. Nosotros estamos ahí, y llamamos innovación a
cualquier cosa. Pensar que vamos a poder generar una economía competente a
partir de esas pequeñas innovaciones incrementales es un error.
Semana.com: El panorama que
usted entrega es desalentador. Si a eso le sumamos que el presidente Santos
convirtió Colciencias en un botín político, peor.
M.W.: Quiero decir algo de lo que me había abstenido de hablar. El
presidente Santos usa mucho la expresión "nunca antes en la
historia", y usando esa misma frase, quiero decir que nunca antes en la
historia le habían entregado Colciencias a un partido político y eso es
inconveniente.
Semana.com: Todo lo que se
politiza se daña, ¿es eso?
M.W.: No tiene nada qué ver con lo simpático que sea el partido ni con las
personas que están ahí. Lo que pasa es que Colciencias había sido el vocero de
los científicos que hablan siempre en voz baja ante las decisiones del
gobierno. Al entregar eso como cuota de partido se invirtió el sentido y el
director de Colciencias se convirtió en un justificador de las políticas del
gobierno ante la comunidad científica y no al revés como debería ser.
Semana.com: Y por eso las
declaraciones de la directora de Colciencias son desafortunadas.
M.W.: No son de mala voluntad. Lo que quiere es demostrar que las cosas
están bien y que hay unos científicos quejosos que están tratando de molestar.
Eso es una pérdida para Colciencias y para el país. Es negativo politizar el
sistema porque lo desinstitucionaliza.
Semana.com: Sin plata para
financiar las investigaciones y los investigadores, y con política de por
medio, acabaron con Colciencias.
M.W.: El presidente Santos ha dicho que “el amor en política se demuestra
en los presupuestos”.
Semana.com: Osea que a
ustedes los investigadores y los científicos no los quieren tanto.
M.W.: Exacto.
Semana.com: Tengo una carta
firmada por más de 500 personas que forman parte del grupo Diaspora de
Científicos e Investigadores Colombianos, quejándose por la indiferencia de la
directora de Colciencias frente a los investigadores que están en el exterior.
¿La conoce?
M.W.: Sí. El problema es que no tenemos un programa que traiga a los
estudiantes brillantes de vuelta al país. Colombia debería tener un programa
agresivo y generoso para convocar a la diáspora científica colombiana, pero ni
siquiera tenemos un directorio.
Semana.com ¿El gobierno es
consciente de todo lo que está pasando?
M.W.: El ministro de Hacienda actual y el anterior, y el ministro de Salud
deben entender el problema por su origen. Pero la ciencia nunca ha generado
urgencias, y todo el mundo está apretado por sus propias urgencias. Eso hace
que sólo haya discursos vacíos en los que nadie cree. Fue lo que pasó con las
regalías, generaron 10 % para innovación y dejaron su uso para asuntos
políticos.
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