jueves, 19 de septiembre de 2013

La Universidad Nacional y el Mundo de Trabajo: Sobre el paro de trabajadores de la UN

Ha sido innegable para cualquiera que conozca así sea un poco del actual conflicto laboral que se vive en la Universidad Nacional de Colombia, que los trabajadores universitarios tienen toda la razón en exigir un necesario aumento en sus salarios y una nueva política de vinculacion y significación del trabajo al interior de la universidad, que entre otras cosas, impida el acelerado desmonte de lo público en una universidad olvidada por la mano del Estado.
Sin embargo la administración no sólo ha actuado mal en el manejo de la situación ante el paro de trabajadores, anunciado por ellos mismos desde el inicio del semestre después de los compromisos incumplidos por las directivas de la UN, y del estudio que las mismas contrataron y que término dando toda la razón a los reclamos salariales de los trabajadores.
Ante estas circunstancias parecía cínico por parte de la administración universitaria no atender las justas y técnicamente comprobadas peticiones salariales de los trabajadores. Sin embargo y ante todo pronóstico, el rector Mantilla y el Vicerrector de la sede Bogota Diego Hernández (seguro candidato a rector y amigo personal de Sarmiento Angulo y Álvaro Uribe), se dedicaron a tomar las peores decisiones desde el inicio.
Ni siquiera fueron capaces de gestionar las peticiones de aumento salarial ante el ministerio de hacienda (quien sabe que acuerdo con el ministerio de educación lo haya impedido), y por el contrario, gestionaron una modificación de la planta administrativa en favor del desmonte de la planta pública y la proliferación de la tercerizacion laboral en la UN, que no sólo ha significado un aumento en los niveles de corrupción, sino que ha servido para echarle tierra a uno de los estamentos que componen la identidad de la universidad.
El propósito de la ministra Campo y el gobierno Santos se ha venido consumando. Del descarado aumentó presupuestal que ni siquiera cubre el 2% del déficit presupuestal que tienen las universidades ante la desfinanciación por parte del estado, a la UN no le corresponde ni el 5%. El gobierno nacional viene acabando con la Universidad Nacional de Colombia, y digamoslo claramente: el rector y el vicerrector han sido cómplices por acción y sobretodo por omisión de la sepultura de lo público en la universidad pública más grande y emblemática del país.
Ni la entrada de la policía, ni poner a los estamentos a matarse a golpes, ni gastar más de 400 millones de pesos en una vergonzosa "policía universitaria", ni la difamación de los trabajadores, NI MUCHO MENOS LA COMPLICIDAD CON LA PROPUESTA DE CANCELAR EL SEMESTRE ACADEMICO HECHA POR LA MINISTRA DE EDUCACIÓN,  son respuestas dignas de una dirección universitaria.
La única solución posible desde antes del conflicto anunciado debió ser el diálogo y honrar la palabra que la misma administración de la UN había empeñado con los trabajadores.
Todo esto es un llamado, al menos a aquellos que sienten la universidad como el hogar de la inteligencia, la cultura y la creación..nuestra conciencia critica nacional, para que volvamos a pensar la universidad.
Lo más grave de lo que esta pasando en la UN no son ni siquiera todos sus problemas ya probados y en ascenso. Ni siquiera la permanente negligencia de las directivas universitarias. Lo más grave que le esta pasando a la UN, es la aparia de una comunidad que debería tener como única prohibición, la indiferencia.
Jairo Andrés Rivera H.
Estudiante de la UN

Vocero de la MANE

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