Revuelo ha causado la decisión de la
Pontificia Universidad Javeriana de suspender las actividades programadas del
evento Ciclo Rosa Académico, un espacio que promueve los derechos de las
personas LGBTI, y que pretendía reunir a promotores del lobby homosexual en
Colombia y Ecuador.
Más allá del de la autonomía,
académica e ideológica, que permitía libremente a la Universidad hacerlo o no,
lo curioso para algunos es que, en razón de sus principios, el evento se
estuviera organizando, precisamente, en esta IES católica.
Según comunicaron los organizadores,
por “decisión de altas instancias de la iglesia católica, la Universidad
Javeriana se vio forzada a suspender la realización del evento en sus
instalaciones”.
“Ya estamos a 15 días del Ciclo Rosa
Académico 2013, y ni el odio, la intolerancia, o los discursos discriminatorios
provenientes de personas u organizaciones, que han hecho pronunciamientos
malintencionados sobre el Ciclo, van a detener su realización”, era la frase
que los organizadores tenían en su página de Facebook antes de que se decidiera
mover el evento para el Museo de Arte del Banco de la República..
El secretario general de la
Conferencia Episcopal de Colombia, José Daniel Falla, informó que la
cancelación se dio“gracias a la intervención del presidente del episcopado, el
cardenal Rubén Salazar, y del nuncio apostólico Ettore Balestrero”, quienes
estuvieron hablando con el provincial de los jesuitas, padre Francisco De Roux,
y que esperaban tocar ese tema con el general de los jesuitas, padre Adolfo
Nicolás, que esta semana visita el país.
Falla celebró la cancelación del
encuentro académico diciendo que “fue más importante la presión que hizo el
común de los fieles” con la recolección de firmas que promovió la plataforma
ortodoxa Voto Católico Colombia.
“La enseñanza y la disciplina
católicas deben influir sobre todas las actividades de la Universidad,
respetando al mismo tiempo plenamente la libertad de conciencia de cada
persona. Todo acto oficial de la Universidad debe estar de acuerdo con su
identidad católica.” Por eso requerimos de la Pontificia Universidad Javeriana,
la cancelación del “Ciclo Rosa Académico” y de todo evento que promueva el
sacrificio de la verdad sobre el hombre y el menoscabo de la ecología y la
dignidad humana, afirmaron los detractores del evento.
Pero la presión de la Iglesia Católica
fue más allá del Ciclo Rosa y tocó otros temas académicos de la Universidad
Javeriana, como los debates sobre el aborto y los derechos de la comunidad
LGBTI, entre otros. “No sabemos si el Nuncio puso sobre la mesa todo lo que ha
venido siendo la trayectoria de la Javeriana en todos estos aspectos”, dijo
Falla, que estaba de acuerdo con que el Ciclo Rosa era “pro gay”.
Mientras tanto, para el sacerdote
jesuita Alberto Múnera, director del Instituto de Estudios Sociales y
Culturales Pensar de la Javeriana, lejos de ser un espacio de promoción del
homosexualismo es uno de investigación y análisis de fenómenos sociales y
culturales, con una mirada incluyente y social.
Algunos de esos debates se han
centrado en reflexiones sobre los crímenes de odio en el país, es decir, los
casos de violencia contra personas por su condición sexual; la formulación de
políticas públicas con enfoque diferencial centradas en el género y la
sexualidad; y el activismo legal en defensa de los derechos de las minorías
sexuales, entre otros.
Mientras la iglesia celebra haber
ganado su cruzada, se escuchan cada vez más voces de rechazo a este hecho. “El
Ciclo Rosa representaba un espacio de libertad académica en la Universidad
Javeriana. Con la suspensión del apoyo a este espacio pierde la Universidad,
pierde la ciudad, pierde el país y pierde la razón. Por supuesto gana el
fundamentalismo”, afirmó Mauricio Albarracín, activista LGBTI.
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