Le
han bastado 20 años al neoliberalismo para enrutar a la universidad por
estrechas sendas de privatización.
Transferencias cada vez menores
–del 84% al 50% mutó el presupuesto estatal entre 1993 y 2010– y necesidades
crecientes en todo sentido –más de $11 billones de déficit–, en medio de la
inescrupulosa intención de sucesivos Gobiernos de privatizarlo todo. “Horrores
para la nación, paraíso para las trasnacionales” es el lema del Gobierno
nacional en cabeza de Juan Manuel Santos, quien a través de la ministra del
ramo, e imponiéndose a la comunidad educativa, propuso el ánimo de lucro para
las universidades privadas y transformar el carácter de las públicas imponiendo
una figura mixta regida por el derecho privado.
Los estudiantes de Colombia agrupados
en la MANE han enfrentado el reto inédito de construir una propuesta
alternativa para modificar el crítico estado de la educación superior. Tras la
osada tarea se entrega al país una propuesta integral radicalmente distinta a
la del Gobierno de Santos. La propuesta de la MANE parte de la financiación
adecuada de la universidad pública como principal mecanismo y que a través de
la gratuidad garantice el acceso (art. 9), la permanencia a través de los
sistemas de bienestar y finalmente la calidad a través de la financiación total
de los costos de la educación superior. Incentiva la oferta y no la demanda y
reforma al Icetex (art. 58) como establecimiento público con ingresos
exclusivos del presupuesto nacional, sin que medie el sector financiero y se
instituya el lucro en dicha entidad. Con ello se instaura un modelo de
investigación (art. 15) sistemático y riguroso, adecuadamente financiado para
el provecho nacional.[1]
El Gobierno insiste en introducir
reformas tendientes a profundizar la privatización de las universidades
públicas y darle paso al ánimo de lucro, hecho reafirmado por la ministra Campo
al insistir en una política que buscará una “universidad colombiana inserta en
las dinámicas globales, que no se puede basar en derechos adquiridos”. [2] No
se sabe qué es peor, si la desvergüenza con la que Santos desmantela la
universidad pública o el descaro con el que lo niega, aun cuando es un debate
perdido por los fundamentalistas de mercado empeñados en estrangular los
derechos fundamentales. En consecuencia, sendos sectores de la vida nacional
apoyan una propuesta democrática y consecuente como la de la MANE dando
lecciones de democracia, hecho reflejado en ese apoyo político y desarrollo
programático de carácter amplio que siempre ha rechazado el Gobierno.
Cumplida la cita los 1, 2 y 3 de
junio en Medellín, donde el Movimiento Estudiantil colombiano desarrolló las
mas importante cita de construcción programática, la MANE tiene lista su
propuesta y los meses venideros serán de movilización. El objetivo, alcanzar
una educación superior pública, gratuidad, científica y de altísima calidad.
[1] Primer borrador de articulado
elaborado por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, MANE.
[2] Palabras de apertura de la
Ministra de Educación, María Fernanda Campo, en el foro “Presente y futuro de
la educación superior pública: una mirada desde el sistema universitario
estatal, SUE”, Cartagena, 22 de febrero de 2013.
Por Amaury Núñez González,
colaborador de Soyperiodista.com


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