La
negociación del conflicto armado no es el fin del conflicto, puede resultar de
esa negociación el fin del militarismo, de la guerra de ejércitos; pero si no
se soluciona el conflicto social, político, económico, si no se cambia el
modelo económico y político de dominación, el conflicto continuará.
La
esperanza política del pueblo es la organización, la lucha social tal como se
refleja en el Congreso para la paz y en el Congreso de los Pueblos.
El
Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional – FMLN, de San Salvador,
tuvo que convertirse de un ejército beligerante, armado, a un ejercito
político, de ideas y movilización social para construir una paz liberadora, una
paz con justicia, y romper la “paz” de la opresión que impone el capitalismo.
Nuestro
proceso en el Salvador no fue de la noche a la mañana. Fueron doce años construyendo
condiciones políticas y sociales para negociar y pasar a la dejación de armas.
Y tampoco fue una negociación sólo entre insurgencia armada y Gobierno, fue un
proceso donde el pueblo participó, y los aliados internacionales actuaron con
solidaridad; también hubo actores internacionales que fueron intervencionistas,
sin embargo el pueblo y la insurgencia le apostó a la paz. Paz que aún seguimos
construyendo.
Participación de Leonel
Búcaro, ex dirigente guerrillero del FMLN - Salvador, en el
marco del Congreso internacional por la paz del Congreso para la paz.
Abril 18 -Bogotá Colombia
Abril 18 -Bogotá Colombia
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