Durante
los últimos meses los colombianos hemos sido testigos de varias expresiones de
inconformidad. Desde la huelga del Cerrejón, las protestas por la valorización,
hasta los paros camionero, cafetero, cacaotero. Manifestaciones y jornadas de
protesta han estado a la orden del día, todas ellas expresiones que dan cuenta
de que el país no va bien y en educación superior el panorama tampoco es alentador.
La
crisis de la educación superior ha alcanzado niveles inusitados mientras la
calamitosa situación universitaria merece capítulo aparte. Recientemente los
rectores de 30 universidades públicas del país, reunidos en el SUE, revelaron
un estudio que evidencia la dimensión de la crisis: 11.2 billones de pesos es
el déficit que acumula el sistema fruto de dos décadas de aplicación de la
fracasada Ley 30 de 1992, el cual forzó a las universidades públicas a aumentar
cobertura en un 232% al mismo tiempo que el presupuesto solo aumentó en 88%
afectando con ello la calidad y la supervivencia misma de estas instituciones
tal y como fueron concebidas. Su único camino posible para solventar la falta
de recursos ha sido desarrollar estrategias de racionalización de los recursos
y autofinanciamiento, medidas que atentan contra la calidad y son un claro
síntoma de privatización.
Tras
16 meses del retiro del proyecto de Ley 112 de 2011 obligado por el movimiento
estudiantil en cabeza de la MANE, hay que recordar que dicho proyecto,
eliminaba los Consejos Académicos e imponía el ánimo de lucro en la educación
superior, entre otras equivocadas propuestas. Contra todo pronóstico, el
Gobierno Nacional no se ha dado golpes de pecho por esta intención, por el
contrario, los hechos evidencian que busca una vez más, de la mano del Banco
Mundial y la OCDE, implementar su desafortunada visión de la educación como un
negocio. http://goo.gl/VxNFh
El
movimiento estudiantil, en cumplimiento de su palabra y junto a varios sectores
educativos que se han sumado a la tarea, avanza en la construcción de un
proyecto de Ley cuya esencia es la concepción de educación como Derecho
Fundamental, imponiéndose la gratuidad como condición sin la cual no podría
garantizárse dicha naturaleza y sin la que no sería materialmente posible
educar en alto contenido científico, artístico y humanístico, entendiendo la
calidad como regla ineluctable para colocar a la universidad colombiana al
servicio del país.
La
gratuidad no es un capricho de los estudiantes, es una necesidad de los Estados
para alcanzar mayores niveles de desarrollo y asi brindar mayor bienestar a sus
ciudadanos. Países de todas las latitudes coinciden en aplicar esta premisa en
su sistema educativo y la MANE está convencida de que Colombia tiene las
condiciones para hacerlo. El presupuesto actual de las universidades públicas
es de 2.5 billones, lo que representa tan solo la mitad de sus necesidades. La
otra mitad debe ser cubierta por medio de privatización. Como lo afirman
importantes académicos de la Universidad Nacional, las políticas del Gobierno
implican que “el Estado encuentre vías para que cada vez desatienda más su
responsabilidad de financiar suficientemente a la educación pública”. http://goo.gl/SQBHv La matricula cero, componente necesario pero
no suficiente de la gratuidad, se cubriría con 700 mil millones de pesos, que
es lo que recaudan las universidades por este concepto, mientras que todo el
presupuesto de funcionamiento e inversión se alcanzaría con un aporte adicional
por año de $2.5 billones en las condiciones actuales. Una meta sin duda
plausible en un Gobierno que le rebajó los impuestos a las grandes
multinacionales en cerca de 8 billones de pesos con la pasada Reforma
Tributaria, que deja de percibir 10 billones anuales por las gabelas que otorga
a la llamada Confianza Inversionista.
En
la universidad privada continúa la frenética política de incentivo a la demanda
a través de los créditos estudiantiles, la cual ha llevado a engordar las arcas
del sector financiero con dineros de las familias que no tienen otra opción
para garantizar la educación superior de sus jóvenes que recurrir a los
prestamos para pagar las altas matriculos. Reiterar la critica al manejo de los
créditos estudiantiles como un negocios por parte del ICETEX cuya cartera ha crecido en más de 300%
en la ultima década, constituye una consigna más de esta movilización.
Un
sistema gratuito pero mediocre de nada sirve. La calidad es indispensable para
que las universidades cumplan a cabalidad sus objetivos misionales y el Estado
debe garantizar las condiciones materiales óptimas de cada uno de los programas
que se imparten en ellas, en las públicas aportando recursos y en las privadas
supervisando que estas cumplan los requisitos para tener programas de calidad.
Es revelador que entre 2003 y 2011 la
cobertura en las universidades públicas creciera 250% y la infraestructura solo
el 28%, aspecto material que atenta claramente contra sus objetivos misionales
y que contradice la “calidad” de papel que han promovido este y los anteriores
gobiernos basados en los exámenes Saber Pro, los ciclos propedéuticos o el
recién propuesto Grado Doce por el Banco Mundial y la OCDE con la venia del
Gobierno, sin que este implique una solución real de las ínfimas condiciones
que sobre esta materia evidencian las universidades colombianas.
No
puede haber ingenieras sin laboratorios, medicina sin prácticas en condiciones
dignas u Hospitales Universitarios, o
carreras sin un mínimo de profesores de planta. Esta es la forma para que la
Comunidad Educativa defina con verdadera autonomía y libertad de cátedra los
contenidos de los programas que se imparten para que la creación, transmisión y
difusión del conocimiento responda a las necesidades del país y contribuya a
alcanzar una verdadera dignidad educativa.
Además,
rechazamos tajantemente la arrogante actitud del Gobierno y la Ministra de
Educación María Fernanda Campo quien afirma que de ser necesario impondrá sus
reformas mediante decretos, desconociendo actores transcendentales para la
formulación de los urgentes cambios que la Comunidad Educativa demanda, entre
ellos el vigoroso movimiento estudiantil que dio al traste con su reforma. La
MANE continuará debatiendo con humildad y gallardía el borrador del proyecto de
ley que en este momento se nutre de las discusiones que se han dado a lo largo
y ancho del país.
Invitamos
al estudiantado colombiano y la sociedad en general a respaldar el proceso de
construcción del proyecto de Ley alternativa que abandera la MANE, el cual
tendrá su punto de llegada los días 27 y 28 de abril con el Congreso Educativo
en la ciudad de Medellín. Igualmente invitamos a todo el país a secundar las
jornadas de movilización para promover la idea de que gratuidad con calidad si
es posible. El 20 y 21 de de marzo se llevaran a cabo las jornadas conjuntas
entre profesores y estudiantes por ¡GRATUIDAD CON CALIDAD SI ES POSIBLE¡. El 20
de marzo la federación colombiana de educadores se movilizará para promover el
estatuto unico docente y la defensa de su pliego de peticiones. El 21 de Marzo
de 2013 en las calles de las principales ciudades del país, el movimiento
estudiantil de secundaria y de la educación superior, se hará presente para
promover su propuesta alternativa y denunciar la crsis universitaria
manifestando con creatividad, fuerza y unidad: que gratuidad con calidad, sí es posible.
Comisión
de voceros Mesa Amplia Nacional Estudiantil
Marzo
18 de 2013.
Por un nueva educación para un país con soberanía,
democracia y paz
¡Viva el movimiento estudiantil colombiano!
¡Por que Gratuidad con Calidad Si es Posible!
¡Viva la Mesa Amplia Nacional Estudiantil!
Para puntos de concentración
en las principales ciudades:
@manecolombia
FB Mesa Amplia Nacional
Estudiantil MANE – Colombia
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