Motivados
por la grave situación que afronta el país y en especial nuestra región, en
relación con el prolongado conflicto armado, político, social y económico,
sumado a la victimización de las comunidades, hemos asumido y afrontando la
peor parte de la guerra; impulsadas por nuestra responsabilidad democrática y
comunitaria, acatando los compromisos asumidos en el Congreso de los Pueblos
que en 2010 mandató “realizar (como organizaciones sociales populares) todas
las acciones políticas civiles para construir un camino hacia la solución
política y negociada del conflicto social y armado”, las comunidades y
organizaciones del Magdalena Medio, Nordeste Antioqueño, Sur de Bolívar, Bajo
Cauca Antioqueño, Sur del Cesar y Santander, abajo firmantes, compartimos
nuestra posición y apuestas organizativas frente al momento histórico que
enmarca la consecución de la solución al conflicto en Colombia. CONSIDERANDO
QUE:
1. El desarrollo capitalista y la entrega de
más extensiones de tierra a las multinacionales No mejora la economía de
nuestra región, por el contrario genera un fenómeno de transculturización
(desarraigo y exclusión) y un cambio de vocación de nuestros campesinos, es
decir una nueva forma de desplazamiento al salir de sus tierras para entregar
su fuerza de trabajo a las empresas.
2. en la región subsisten los factores
generadores del conflicto social y político que han derivado en la
victimización de las comunidades, a través del desplazamiento, el despojo, la
criminalización, el homicidio, la tortura, la desaparición forzada, la negación
de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales y
ambientales; y posteriormente los derechos contemplados en las normas dirigidas
a subsanar los daños causados a las víctimas; y que se suma a ello la apatía de
las instituciones del Estado para desarrollar las políticas públicas que den
cumplimiento a las exigencias de las comunidades en aras de dar término al
permanente e histórico abandono del Estado
3. Nuestra madre tierra se encuentra
contaminada y amenazada por políticas de destrucción, saqueo y despojo.
Reconocemos el agua y la naturaleza como fuente de vida y paz para todos los
seres que habitamos el planeta. Nos movilizamos para defender nuestros
territorios exigiendo la expulsión de todas las empresas multinacionales que
atentan contra el equilibrio, la armonía y la vida de los seres vivos.
4. Los movimientos sociales han asumido el reto
de fortalecer su base social, sus
liderazgos y agruparse para posicionar su papel protagónico en los cambios y
reivindicaciones que históricamente le han sido arrebatadas, constituyendo una fuerza social y política que va directamente
a la lucha por la defensa de sus derechos fundamentales, sociales, económicos y
políticos en pro de la vida digna.
5. El individualismo, la corrupción, el
desarraigo territorial y la pérdida de
valores como la solidaridad, el trabajo colectivo, el apoyo mutuo y el respeto
por la naturaleza; son un obstáculo que hay que superar para construir buen vivir
y paz. El buen vivir no es lo mismo que vivir bien, la paz que se busca no es una paz impuesta desde
arriba, ni una paz individual al margen de las problemáticas y la realidad que
aqueja al conjunto de la sociedad.
MANDATAMOS:
1. Promover la creación de medios de
comunicación alternativos para a través
de estos dar a conocer estas problemáticas y sensibilizar la comunidad en la
defensa de los recursos naturales.
2. Impulsar en el senado la Ley Marco de
Hidrocarburos.
3.
Replantear la actual legislación minera para que de esta manera no se acabe con
la pequeña minería que lleva vínculos ancestrales y artesanales.
4. Ambientar en el país las coorporaciones de
defensa regionales del ambiente CAR las cuales deben ser descentralizadas y
dotadas como herramientas sancionatorias y de control para que se elimine la corrupción y politiquería
existente, a su vez desde lo local construir las veedurías ambientales.
5. Generar mecanismos jurídicos que garanticen
blindar que los campesinos se queden en el territorio, ejemplo la creación de
reserva campesinas para darle garantías a los campesinos de sus tierras.
6. Construir una propuesta legislativa que
obligue a las empresas que explotan nuestros recursos a desarrollar un programa
de iniciativas populares que distribuya
mejor la riqueza que explotan y se vea reflejada en la zona ejemplos:
hospitales, escuelas, vías, y alternativas de empleo diferentes a la de su explotación.
7. Avanzar de manera articulada y solidaria,
desde nuestros espacios organizativos hacia el fortalecimiento de los
escenarios de participación e incidencia política para la superación de las
problemáticas que afectan el buen vivir, y para la defensa de los derechos
consagrados desde el marco constitucional.
8. Reafirmar nuestra exigencia al Estado
colombiano para que responda por su función constitucional de garantizar el
cumplimiento de sus políticas sociales que permitan el acceso: trabajo digno;
salud integral; educación completa y de calidad; vivienda saludable; ambiente
sano y convivencia en paz.
9. Exigir al Estado que asuma responsablemente
su papel constitucional de garante en el cumplimiento de políticas públicas
dirigidas al respeto de los derechos humanos, el derecho internacional
humanitario y la atención integral a las víctimas, según lo dispuesto en el
marco normativo nacional e internacional.
10. Reconocer el agua como un derecho
fundamental para la vida, por eso mandatamos que todos somos defensores del
agua y continuaremos luchando y movilizándonos hasta expulsar la gran minería
de las fuentes hídricas, páramos y ecosistemas esenciales de vida.
11. Promulgar y aplicar el reconocimiento de los
derechos de la madre tierra en Colombia y así garantizar territorios autónomos
y soberanos para la existencia de nuestra vida y la de las generaciones
futuras.
12. Definir mecanismos para la participación
efectiva de los movimientos sociales y políticos en los procesos de negociación
con los grupos insurgentes, así como la vinculación a los escenarios de
verificación y seguimiento a los acuerdos pactados.
13. Participar como mediadores, interlocutores y
garantes antes conflictos que puedan generar hechos de violencia en nuestras
comunidades.
14. Promover escenarios de diálogo regional que
aporten al fortalecimiento del proceso de negociación y solución política al conflicto
armado.
15. Construir un programa mínimo y una agenda
social y política para la paz y la lucha que conduzcan al buen vivir que
soñamos.
16. Adelantar el cese bilateral al fuego y la no
señalización de los movimientos y organizaciones sociales.
17. Continuar participando de los escenarios de
debate, ratificando nuestro compromiso y expresando nuestro rechazo a la teoría
de que la paz sólo se relaciona con la dejación de las armas y reconociendo que
tenemos un compromiso y un vínculo estrecho con la madre naturaleza.
18. Definir y construir la paz desde las particularidades
de cada región.
19. Continuar con la movilización y la acción en
pro de la construcción de paz en nuestros territorios.
20. Realizar diferentes acciones que vayan más
allá de las palabras y discursos, para que las exigencias y necesidades de la
población sean visibles ante los
diferentes actores sociales, políticos y económicos.
21. Empoderar a nuestras comunidades y nuestros
pueblos por la defensa de los derechos humanos.
22. Construir planes de vida para los
territorios y sus comunidades que rompan con el actual modelo económico,
social, cultural y político del capitalismo.
23. Generar una economía alternativa que tenga
como principios la solidaridad, la diversidad, la armonía y respeto con en el
medio ambiente y los seres vivos, la construcción de modelos productivos que no
busquen la acumulación y explotación del suelo sino que vayan encaminados a
fortalecer el ejercicio de autonomía y soberanía alimentaria.
24. Pensar y decidir la organización de nuestro
territorio desde las apuestas comunitarias, en este sentido se plantea la
realización de un proceso de organización territorial que supere los vacíos y
las problemáticas que genera el actual ordenamiento territorial del país.
25. Rescatar la cultura ancestral retomando los
elementos que nos ayuden en las prácticas hacia la construcción del buen vivir,
acordes a las realidades, el momento histórico y las particularidades y
diversidades de las comunidades.
26. Exigir una redistribución del presupuesto de
la nación, destinando mayor cantidad de dinero a la inversión social para el
desarrollo de sus proyectos comunitarios, con el fin de satisfacer las
necesidades primordiales del ser humano; así como la inversión en
infraestructura propia para garantizar que tanto en el campo como en la ciudad
existan los medios adecuados para materializar los proyectos de vida.
El
Congreso Regional para la paz realizado en Barrancabermeja, llama a todos los
pueblos a asumir la realización de una acción nacional donde legislemos por la
construcción del país que queremos.
DECLARACION
FINAL CONGRESO REGIONAL PARA LA PAZ: PUEBLOS CONSTRUYENDO PAZ PARA LA VIDA
DIGNA.
BARRANCABERMEJA,
SANTANDER.
MARZO
16 Y 17 DE 2013.
Colombia
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