Bienvenidxs a Estudiar, Luchar y Transformar
Libre,
y para mi sagrado, es el derecho de pensar... La educación es fundamental para
la transformación social; es el principio en el que descansan la liberación y
el engrandecimiento de los pueblos.
Hoy nos
dirigimos a ustedes con el fin de brindarles un fraternal saludo y celebrar el
inicio de su vida universitaria en la principal Universidad Pública del país,
esperamos que juntos la habitemos, la defendamos y sigamos construyendo su
transformación.
Sabemos
que tienen muchas expectativas y planes a realizar, comenzaran a recorrer los
pasillos, a jugar en las canchas, a comer en las cafeterías, a estudiar dentro
y fuera de las aulas de clase, e incluso a participar en los diversos espacios
culturales y de debate universitario. Por lo tanto, deseamos compartirles unas breves
reflexiones sobre la situación de la Universidad Nacional, en especial sobre
nuestra sede, con el objetivo de generar un breve contexto de los actos que
vienen desangrando su carácter público desde hace varios años.
Son
diversas las opiniones acerca de la cantidad de falencias que afronta la
universidad pública. La autonomía, el bienestar, la calidad académica, la
extensión universitaria, la cobertura, el financiamiento, entre otros temas que
hacen parte de la actual coyuntura de la educación superior; por eso los
estudiantes hemos enarbolado las banderas de la educación pública como un
derecho, confrontando la política mercantilista impulsada por distintos niveles
de gobierno desde hace más de dos décadas. Estas problemáticas hacen parte de
la crisis que afronta no solo esta Universidad, sino la educación superior en
general, y que por tanto, se ven reflejados en el día a día, en la cotidianidad
de la sede.
En
primer lugar y para comenzar a hablar de nuestro escenario formativo, cuando
mencionamos procesos democráticos en la Universidad, implica que profesores,
trabajadores y estudiantes, construyamos entre todos un espacio común, unas
relaciones basadas en el respeto y el diálogo. Esto, en nuestra Universidad, en
nuestra sede, no ocurre, y para muestra de esto, basta con mencionar como
durante el período de vacaciones, fueron borrados gran cantidad de murales,
donde muchos de los estudiantes -no solo de hoy, sino hasta de 25 años atrás-,
habían expresado mensajes que reivindicaban la historia, y contribuían a hacer
explícita la pluralidad de ideas y pensamientos que diariamente recorren el
campus.
Además
de esto, La Capilla Jardín y la huerta agroecológica –GRAECO-, espacios
levantados y construidos por los estudiantes, que contaban con el apoyo y
admiración no solo de profesores sino también de corporaciones agroecológicas y
ambientales de la ciudad, fueron rociadas con herbicidas y cortados con
guadañadora, mientras a los estudiantes se nos restringía el acceso al campus.
Todas estas acciones, fueron realizadas bajo el argumento de “recuperar zonas
verdes que por intervenciones inadecuadas, presentaban un mal aspecto,
contaminaban el paisaje y dificultaban la movilidad interna”. Estos hechos
fueron cometidos bajo las órdenes de los directivos de la sede, que muchos de
nosotros ni siquiera conocemos, que se la pasan encerrados en sus oficinas, y
que deciden sobre la comunidad universitaria, sin escucharla y sin conocerla.
Retomando
algunas problemáticas ya mencionadas, cuando habiten con más permanencia el
espacio universitario se darán cuenta que contamos con un inexistente
“Bien-Estar Universitario” esta herramienta que comprende una serie de
condiciones que permiten desarrollar plenamente la vida universitaria. En la
sede, se reduce a entregar un bono alimentario que es de poca cobertura y de
difícil adquisición, además de generar conversatorios en torno a temas de poca
relevancia en la realidad universitaria.
De
igual forma, la calidad académica también viene en detrimento, esto, por
distintos factores, que van desde la imposición de reformas que reducen
contenidos en los planes curriculares, hasta la ampliación indiscriminada de
cobertura sin financiación adecuada, lo cual tiene por consecuencia, que los
grupos de las materias cada vez sean más grandes, imposibilitando una relación
constante entre profesor y estudiante, y haciendo que en muchas de las clases
se vea el fenómeno del hacinamiento, cuando muchos de nosotros, tenemos que llegar
incluso una hora antes al salón de clase para encontrar un puesto libre, o
sentarnos en el piso, recibiendo “educación”; en muy malas condiciones.
Por lo
tanto compañeros, si bien estas son unas breves líneas frente al sin fin de
situaciones que aquejan a nuestra universidad en asuntos como la democracia, la
calidad académica, el bienestar, el financiamiento, entre otros como la
autonomía, la educación excluyente, la extensión universitaria, etc; cabe
preguntarnos si: ¿Vamos a aumentar la
brecha social existente? O ¿Vamos a
participar y transformar nuestra universidad para la construcción de una nueva
sociedad, digna, soberana, justa e independiente?
Grupo de Trabajo por
la Defensa de la Universidad Pública
Correo: upublicaresiste@gmail.com
Blog: Upublicaresiste.blogspot.com
Facebook: Universidad Pública
Resiste
Oficina Estudiantil
Un
Medellín,
Enero 2013
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