Nueve
profesores de la Universidad del Magdalena fueron amenazados de muerte a través
de un email en el que les exigen que renuncie al cargo que desempeñan al
interior de la institución superior o atentarán contra sus vidas si continúan
oponiéndose a la actual administración del licenciado, Ruthber Escorcia
Caballero, quien se posesionará el próximo 26 de noviembre nuevamente como
rector del alma máter.
El
email dice textualmente: “ustedes politiqueros promotores del voto en blanco y
de las demandas en contra del proceso de elección del rector, absténganse de
seguir torpedeando el proceso de autonomía universitaria o pagarán con sus
vidas. Por cada demanda o proceso judicial en nuestra contra morirá uno de
ustedes, ratas”.
De la
misma forma en el correo electrónico son relacionados los docentes Sandra
Vilardy Quiroga, Jorge Elías Caro, Francisco García Rentería, José Pacheco
Ricaurte, Stalin Ballesteros García, William Renán, Fabio Silva Vallejo,
Gustavo Chang Nieto y Camilo Botero como los principales opositores de la
gestión del rector Ruthber Escorcia Caballero.
El
correo electrónico luego de citar los nombres de los profesores culmina así:
“están avisados, si no les gusta la forma de llevar esta universidad, hay otras
donde sus excelencias pueden ejercer. De aquí los sacamos vivos o muertos.
Ustedes deciden. Si hacen público esta cartica nos obligaran a mostrar nuestra
contundencia”.
Entre
los profesores amenazados se encuentran tres directivos de Aspu-Magdalena,
quienes exigieron a las autoridades competentes tomar cartas en el asunto de
manera urgente a fin de que investiguen a fondo esta situación inaceptable en
el claustro académico universitario. Así como también se tomen las medidas para
garantizar la vida de cada uno de los profesores amenazados. De la misma forma
solicitaron la denuncia y la solidaridad nacional e internacional contra este
macabro hecho que quieren imponer los violentos contra la libertad de cátedra y
de pensamiento en la Universidad del Magdalena.
La Universidad se pronuncia
A
través del siguiente comunicado la Universidad del Magdalena rechazó las
amenazas en los siguientes terminos:
Que el
21 de noviembre de 2012 el profesor Camilo Botero Saltaren, quien se encuentra
en uso de licencia especial no remunerada desde el 10 de julio de 2012, da
cuenta de una amenaza anónima vía correo electrónico a nueve (9) profesores de
planta de la institución.
Rechazamos
y condenamos la amenaza de que han sido objeto los profesores y de cualquier
acción que atente contra la vida y la integridad de nuestro cuerpo docente y de
cualquier miembro de la comunidad universitaria así como de la sociedad en
general.
Solicitamos
a las autoridades de Policía y a la Fiscalía General de la Nación adelantar las
investigaciones pertinentes de manera oportuna y ágil en aras de salvaguardar
la integridad de los docentes, esclarecer estos hechos e identificar los
autores y promotores de tan execrable conducta que afecta a la comunidad
universitaria y magdalenense. Así mismo solicitamos a la Procuraduría General
de la Nación, la Defensoría del Pueblo y al Ministerio del Interior para que
adelanten las acciones que correspondan en cabeza del estado para la protección
de los derechos y la integridad de los docentes y demás miembros de la
comunidad universitaria.
La
Universidad es ejemplo de convivencia pacífica, cultura ciudadana, desarrollo
académico, investigativo y de responsabilidad social en relación con su misión.
Estos procesos se han afianzado en los últimos cuatro años con el firme
propósito de que este patrimonio público de los magdalenenses se consolide como
una institución de educación superior de alta calidad a nivel nacional e
internacional.
Profesor explica su posición
Uno de
los implicados en la lista de amenazados, el docente William Renán Rodríguez,
emitió el siguiente comunicado:
He
leído el correo amenazante que adjunto, y como analista del conflicto armado y
las dinámicas electorales en el Magdalena, es un tema para preocuparse (ya han
asesinado profesores en el pasado reciente en esta universidad). Hace menos de
un mes, una comunicación periodística señalaba a algunos de estos profesores de
promover el voto en blanco, en la que se evidenciaba que era un señalamiento de
algún directivo de quien no informaban su nombre, por el tipo de noticia que
presentaron (habrá que llamar a declaración judicial a la periodista Paola
Ramírez, para que diga cual fue su fuente). Ahora amplían la lista a más profesores,
ahora bajo amenaza, con el argumento adicional de participar en demandas contra
el proceso electoral, y nos hacen rivales de la actual administración, de
quienes seriamos contradictores, lo que justifica nuestra amenaza, según la
lógica explícita de los amenazadores.
Es
claro que buscan sacarnos de la UM, en la que objetamos la concentración de un
modelo personalista, unanimista, y por supuesto poco participativo ni
democrático, que no atiende las consideraciones por mejorarla (recuerden como
parroquialmente ante el informe nacional del exdirector del ICFES Daniel
Bogoya, que salió en el portal www.universidad.edu.co, en el que no quedamos
bien parados en términos colectivos, salieron a decir que Daniel Bogoya era
poco menos que un mentecato, incompetente, y por lo tanto sus conclusiones no
eran correctas, que eramos no una de las últimas, sino una de las mejores
medidos por pruebas ECAES o SABER PRO, ese es nuestro estilo local, no admitir
nada, descalificar todo), y se sanciona formal e informalmente el ventilar en
público sus diferencias (Sandra Vilardy y Jorge Elías pueden dar testimonio
ejemplarizante de esta situación, por atreverse a ventilar en público sus
diferencias y desacuerdos con decisiones tomadas contra ellos). Sin embargo
muchos de nosotros ni asistimos a las elecciones (yo no voté ni por mi, el día
de las elecciones recientes a estamentos, aunque nos acompañaron muchos
profesores en solidaridad con el profesor Fabio Silva y conmigo, a ellos
gracias). Tampoco voté ni me asomé por la Universidad el dia de elección
rectoral, ni escribí el texto de ninguna demanda (No soy litigante,
entiéndanlo, tengo otras competencias profesionales, diferentes, que no
incluyen hacer demandas), como les aclaré a varios funcionarios que me decían
que en la Vicerrectorií tal o cual se había dicho que yo había participado: fui
un director de tesis de algún estudiante brillante que se formó bien en los
procesos que dirigí en el Programa de Derecho!!!. Les aclaro hay más abogados
en la universidad, y sobre todo fuera de ella.
Para
pensarlo seriamente, por ahora estaré moviéndome con cuidado, y esperaré a ver
que hacen las autoridades, que me imagino harán una investigación exhaustiva,
mientras que otras autoridades dirán que se solidarizan, y que no saben porque
ocurre, ninguno sabrá porque se ha promovido este ambiente, a pesar de los
discursos que en la realidad promueven la genuflexión, el señalamiento, la
acriticidad, y el autoelogio sin concesiones. Ese es el ambiente político que
promueve el amenazador: solo es aceptable en esta Universidad (¿universalidad?)
el que esté de acuerdo con los candidatos y decisiones que promueven las
personas y directivos afectados por nuestra presencia, y nuestra humanidad
(morir o asesinar es eliminar a quienes vemos la universidad de manera
incluyente..... todo un modelo de universidad para un país paramilitarizado).
Así es como este triste ejercicio de un lumpenizado miembro de la Universidad
del Magdalena nos deja ver a todos y desnuda cuales son nuestros valores de
tolerancia, crítica, y pluralismo, como fundamentos de la vida académica. Por
suerte (si cabe el término), también hace evidente lo que todos padecemos en
silencio, las negativas, los insultos, el cambio injustificado en asignaciones
de cátedras (para evitar el contacto con los alumnos, decían), el desagrado por
nuestra presencia. Ya veremos en que queda esto, pero mientras, he pedido un
acto administrativo para salir de la Universidad (¿no es lo que quiere el
amenazador?). Espero que vean en dicha solicitud la oportunidad de salir de mi.
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