Con solo
12 años de creada, debe más de $ 4.000 millones. Rector, cuestionado, responde
a críticas.
La Universidad del Pacífico, que
entró en paro hace más de un mes, está atravesando una profunda crisis por
cuenta de las deudas que acumula -que ya superan los $4.000 millones- y las
graves denuncias de corrupción que rodean a las últimas administraciones.
Información del diario El Tiempo
A pesar de ser la universidad
pública más joven del país –tiene 12 años de existencia académica-, afronta
acreencias laborales por $2.700 millones (cesantías que no le pagó a 300
trabajadores entre 2008 y 2009) y el desvío de cerca de $1.700 millones de un
contrato de interventoría con Invías, que nunca ejecutó, para la construcción
de la variante Mulamo-Loboguerrero.
“No sabemos con qué criterio se
decidió que no se les liquidaba los contratos a los docentes ocasionales,
liquidación que debía hacerse semestralmente, y simplemente se les dejó de
pagar sus prestaciones”, afirma Natalia Ruiz, hasta hace unos días viceministra (e) de
educación superior.
Estos hechos ya son materia de
investigación por parte de la Contraloría y la Procuraduría. Incluso, en
recientes auditorías, se encontró que la Universidad les consignaba a sus
trabajadores sumas superiores a los salarios devengados por estos, que en
algunos casos llegaron al millón de pesos adicionales. Esto sucedió con más de
10 empleados.
Lo anterior, según el actual
rector Florencio Candelo, ya fue puesto en conocimiento de la Fiscalía. “En
esta rectoría no se van a tolerar casos de corrupción. El funcionario
responsable de esto ya fue despedido… Hemos encontrado un panorama gris que
estamos tratando de resolver”, dijo el directivo, a quien estudiantes y
trabajadores responsabilizan de la crisis financiera actual y le exigen su
renuncia.
Académicos e investigadores
vinculados a la institución afirman que la universidad “es inviable
administrativa y financieramente”. Este problema, dicen, viene de la
administración anterior y se ha intensificado en la del rector Candelo.
En su momento, la Contraloría
General advirtió -en una auditoría realizada a la universidad- que esta no
contaba un con plan operativo anual de inversiones en el que se hiciera visible
la asignación y ejecución de sus recursos.
Pero a estos problemas se suma,
según el Ministerio de Educación, otro aspecto preocupante: la Universidad
incluyó en su presupuesto $2.000 millones que nunca le llegaron, producto de
promesas de la Gobernación del Valle, y se los gastó sin un propósito claro. “La
Gobernación le giró a la institución $500 millones en 2007 para ayudar a la
sostenibilidad de los estudiantes y de 2008 a 2011 estos giros solo fueron
promesa; sin embargo, la institución se fue gastando esa plata”, aclara
Ruiz.
“Ha habido mucha corrupción”, afirma un ex docente de la
Universidad, que hace parte del grupo de académicos que buscan salvar a la
Universidad, y que fue desvinculado meses atrás. “Suceden cosas
inexplicables como el hecho de que el Consejo Superior sesiona en Cali y no en
Buenaventura, incurriendo en gastos innecesarios, y que no existe un software
contable”, agrega. Según él, reconocidos políticos de la región están
detrás de estas irregularidades.
“El rector actual se le entregó a
un político y ha comenzado a nombrar personas sin cumplir los perfiles
requeridos, como lo evidecia la auditoría realizada por la firma abogados
consultores LTDA", agregó el docente.
Al respecto, el rector respondió
que “muchas de las acusaciones son calumnias. Los puestos se han entregado a
gente idónea y ningún empleado puede decir que llegó por recomendación de un
político. No voy a permitir que los puestos de trabajo se constituyan en
recomendaciones de políticos”, enfatizó.
El Ministerio de Educación, sin
embargo, afirma que el rector ha tratado de organizar las cuentas y normalizar
la contratación de los docentes y que detrás de las manifestaciones actuales
figura un estudiante de 45 años, hasta hace poco representante estudiantil ante
el Consejo Superior, que ha pasado por diferentes universidades y que nunca
termina sus carreras.
“Como dejó de ser representante
por incumplir ciertos requisitos, y quiere volver a serlo, se matriculó como
primíparo en otro programa y quiere que lo validen como representante
estudiantil. El estatuto dice que tiene que estar al menos en tercer semestre
para serlo. Él es el que maneja la protesta”, advierte Ruiz.
Pero varios docentes, académicos
e intelectuales de la región niegan que esto sea así y han manifestado
públicamente que los malos manejos financieros, desde su creación, tienen
prácticamente quebrada a la Universidad. Denuncian despidos injustificados,
persecución y clientelismo por parte del rector.
“La institución no tiene un
proyecto regional que esté al servicio de las necesidades y los problemas de la
comunidad para la cual y por la cual fue creada como última universidad pública
del país",
advierten.
Las cuentas de la Universidad
La Universidad del Pacífico nace
en papeles en 1988, pero solo tuvo vida económica hasta 1993. Se crea con sede
principal en Buenaventura y subsedes en Tumaco, Guapi y Bahía Solano. Nace como
un proyecto de educación superior para la integración de esta región.
Actualmente, solo tiene sede
central en Buenaventura y locaciones, que no funcionan como subsedes, en Tumaco
y Guapi. En Bahía solano no hay nada.
En 1995 comienzan a darle
recursos económicos, pero le toma organizarse cinco años más, de manera que
comienza a devolver recursos porque ni tenía en qué gastarlos. Tenía planta
administrativa pero no alumnos. Arrancó con estudiantes, en tres programas, en
el primer semestre del año 2000. Hasta hace cuatro años organizó sus consejos
académico y superior.
Actualmente, tiene 172 docentes
ocasionales y ninguno de planta. Cuenta con siete programas de pregrado
(ninguno de posgrado) y ninguno de ellos tiene acreditación de alta calidad.
Mientras en el 2011 recibió $9.834 millones, este año le llegaron $14.714
millones.
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