Todo
comenzó como una toma estudiantil a la sede de la Universidad Pedagógica y
Tecnológica de Colombia sede Chiquinquirá, que posteriormente se convertiría en
una huelga de hambre que ya ha surgido efecto desfavorable en la salud de
varios estudiantes.
Inicialmente
fueron 127 estudiantes de Licenciatura en Educación Física quienes decidieron
cerrar la sede de la institución y acampar en ella, obligando así a la
suspensión de toda actividad académica como medida de presión que genere una
solución favorable a la problemática que afrontan los alumnos.
Los
argumentos de los estudiantes se centran en un desfase de alrededor de 800 mil
pesos en el pago de matrícula de Licenciatura en Educación Física comparada con
las otras dos carreras que ofrece la sede, pues éstas están reguladas por un
acuerdo que se basa en un estudio socioeconómico sobre la declaración de renta
y no excede los 297 mil pesos por semestre, mientras que en Educación Física
los estudiantes deben pagar 1'137.000 pesos. “Pedimos que la inequidad se
reduzca, o al menos que el programa pague lo mismo que en la sede de Tunja,
cuyo valor no pasa de los 350 mil pesos. Hay una diferencia de casi 800 mil
pesos”, explicó Jakeline González, vocera de los estudiantes.
La
realidad ahora es que el plantón ha trascendido y 10 estudiantes tomaron la
decisión de iniciar una huelga de hambre hasta obtener respuesta favorable.
“Hay gente con deshidratación, arritmia, sangrado nasal, diarrea y uno,
Cristian Ramírez, tuvo que ser remitido al Hospital con síndrome emético”,
señaló Néstor Murcia, estudiante de Educación Física.
Por su
parte la administración de la institución ha comunicado que el proceso debe
surtirse hasta llegar al Consejo Superior Universitario, órgano facultado para
tomar decisiones sobre el asunto.
Estudiantes
aseguran que el rector, contrariamente a lo que ha manifestado públicamente,
sabía de la petición de los estudiantes pero no ha hecho nada por solucionarla.
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