La construcción de la paz es uno de los puntos centrales hoy en la agenda de las organizaciones y movimientos sociales de Colombia. Luego de los levantamientos indígenas en el norte del departamento de Cauca, en lo que los representantes originarios denominan “acciones de control territorial”, el 3 y 4 de agosto se realizó en esa zona, en el municipio de Caloto, el “Seminario político por la construcción de una ruta social y un congreso para la paz”.
“Hay una crisis humanitaria producto de la confrontación armada que se desarrolla en el territorio colombiano […] y este seminario precisamente trata de dilucidar una ruta para seguir convocando a iniciativas, sectores, tendencias, organizaciones y procesos que le apuesten a la paz”, manifestó a Radio Mundo Real el dirigente Feliciano Valencia, del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).
A minutos de brindar la entrevista a Danilo Urrea, corresponsal de Radio Mundo Real en Colombia, Valencia fue amenazado de muerte por el grupo paramilitar colombiano autodenominado “Águilas Negras”. El dirigente debió abandonar el seminario para salvaguardar su vida.
“Los pueblos indígenas vamos a seguir fortaleciendo las acciones de control territorial en términos de exigir que se detenga la guerra”, agregó poco antes de sufrir la amenaza.
El gobierno colombiano no asistió a la cita con los indígenas programada para el 27 de julio, en la se discutirían los asuntos planteados por los representantes originarios en los acercamientos iniciales. Desde ese momento los indígenas se declararon en asamblea permanente. Han planteado que luego de deliberaciones del conjunto del movimiento social del Cauca, se buscará la posibilidad de concertar una nueva cita con delegados gubernamentales de alto nivel.
En reiteradas oportunidades el presidente colombiano Juan Manuel Santos ha manifestado tener guardada la llave de la paz, en lo que según Valencia se convierte en una “monopolización del derecho a la paz”. El dirigente señaló además que “las condiciones son adversas, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados”. “Por eso hemos decidido hacer este seminario y preparar el congreso de paz, para hablarle al país respecto a la responsabilidad que nos asiste para ejercer ese derecho y ese deber a la paz”, agregó.
El seminario llevado a cabo en Caloto contó con la participación de diversos sectores de la sociedad colombiana, quienes a su vez manifestaron el apoyo a las acciones de los pueblos originarios. También se reiteró, una vez más, la necesidad de avanzar en una solución política al conflicto social y armado con la participación de la sociedad en su conjunto, y no solamente de los actores armados.
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