viernes, 18 de mayo de 2012

Especial Residencias UIS, segunda entrega: Cómo se vive en las Residencias (2/2)

Prensa Estudiantil
El edificio cuenta con 3 plantas cada una de ellas con 5 habitaciones, una cocina y una sala de estudio en el primer piso. Cada habitación cuenta con dos camas de 120 por 90 cm y un closet remodelado hace cerca de tres años, semanas antes de la elección de rector. “Acá tenemos unas normas de convivencia convencionales, lo más importante es el respeto entre nosotros y por las cosas de los demás, la convivencia tranquila, normas de aseo y también tenemos una Junta Directiva en la que se socializan las necesidades y se presentan ante los directivos de la Universidad para que sean solucionadas”, manifiesta uno de los residentes. En la sala se encuentran 3 computadores, de los cuales dos fueron dotados por la Universidad y uno fue conseguido a través de la Cooperativa de Residencias Universitarias, estos equipos son para uso de los Residentes, también hay una pequeña biblioteca e incluso una mesa para jugar ping-pong. Es éste el mayor espacio de interacción de los Residentes y visitantes.
Los costos de agua, luz, y gas los cubre la Universidad, los cuales a su vez se han convertido en un dolor de cabeza para los residentes y algunos estudiantes, pues no se explican cómo la administración justifica gastos por 93 millones de pesos al semestre en 30 residentes cuando realmente solo hay 12. Según los residentes, los gastos –con un margen de error del 100%- no superan ni la mitad de estos 93 millones, “Residencias solo le sirve a la administración para justificar gastos, pues no entendemos cómo cotizan 531 mil pesos para arreglar –practicamente- 4 válvulas de una estfua, o peor aún, 1’100.000 en 3 bombillos que pusieron en el primer piso”, manifiestan los residentes.
“No han cambiado mucho, fui residente desde 1994 hasta 1997. La organización de la Junta se mantiene, nosotros conseguimos un teléfono monedero para recibir llamadas y creamos una tienda cooperativa que se habría todos los días a las 10:00 pm” recuerda José Alejandro Amaya Palacio, quien se desempeña actualmente como docente de la Escuela de Ingeniería Eléctrica.
Como retribución a la Universidad por el beneficio recibido, los residentes deben trabajar 32 horas de contraprestación semestrales en tutorías o algunos otros servicios ofrecidos por la división de Bienestar Universitario, aunque algunos laboran hasta 120 horas por gusto propio.
Como las Residencias que existen solo permiten hombres, las mujeres de bajos recursos reciben un auxilio económico para sostenimiento, el cual no alcanza a cubrir el arriendo del semestre.
Dato curioso: Los residentes compraron una lavadora con recursos obtenidos de un preicfes con estudiantes de bajos recursos. El curso tenía un costo de 25 mil pesos que eran destinados a un fondo para los gastos colectivos de las residencias.

1 comentarios:

Shinigami dijo...

Residencias: otra escusa para embolatar mas dinero. Excelente la Uis.

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