Cuidar, defender y fortificar la MANE por encima de cualquier interés particular
La Universidad Nacional de Colombia vive por estos días un momento agitado por cuenta de la campaña a la representación estudiantil al Consejo Superior Universitario con un elemento especial: las dos candidaturas hacen parte de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil en un momento en que la unidad ha avanzado como nunca antes en la historia del movimiento estudiantil pero que sufre constantes ataques desde los enemigos de siempre.
La crítica y la autocrítica, bien hechos, deben ser elementos permanentes y fundamentales para consolidar y avanzar en los procesos sociales y populares nacidos desde el seno de la sociedad y con mayor razón cuando se tratan de organizaciones que han jugado un papel importante en la construcción de la MANE: el mayor logro unitario del movimiento estudiantil colombiano por encima de lo que se consiguió en los años 70s.
Sería completamente errado negar el papel jugado por las organizaciones que están en campaña, por ejemplo la importancia del Congreso de la FEU del segundo semestre del 2011 sirvió de preámbulo al paro que tumbó la reforma neoliberal a la educación o el estudio riguroso del proyecto de ley fundamentalmente por parte de la OCE que dejó sin argumentos a la ministra. Sin embargo, también han cometido errores y el más evidente de todos es la actual campaña al CSU de la Universidad Nacional.
Las posiciones vanguardistas y hegemónicas por parte de ambas candidaturas han sido el común denominador en el actual momento, pareciera que se estuvieran disputando la supremacía en el movimiento estudiantil, priorizando los intereses particulares de su organización por encima de los de la MANE (que son los del estudiantado colombiano), ahora que se está construyendo la propuesta de un modelo distinto de educación superior que los universitarios le van a entregar al país en el segundo semestre del presente año. Independientemente de los nombres que hubieran quedado, era deseable y necesario que hubiera existido sólo una plancha unitaria; teniendo en cuenta a todos los sectores de la MANE. Tal y como plantearon varias organizaciones antes de que se inscribieran los candidatos.
Las posiciones vanguardistas y hegemónicas por parte de ambas candidaturas han sido el común denominador en el actual momento, pareciera que se estuvieran disputando la supremacía en el movimiento estudiantil, priorizando los intereses particulares de su organización por encima de los de la MANE (que son los del estudiantado colombiano), ahora que se está construyendo la propuesta de un modelo distinto de educación superior que los universitarios le van a entregar al país en el segundo semestre del presente año. Independientemente de los nombres que hubieran quedado, era deseable y necesario que hubiera existido sólo una plancha unitaria; teniendo en cuenta a todos los sectores de la MANE. Tal y como plantearon varias organizaciones antes de que se inscribieran los candidatos.
Un representante estudiantil en el CSU cumple un papel de alta importancia en la medida que es, al lado de la representación profesoral, la voz disidente y crítica que representa el interés mayoritario de la comunidad universitaria quien puede transmitir información en doble vía fundamental para el futuro de la Universidad. El papel que cumpla el elegido no será muy distinto, independientemente de quien gane.
En esta campaña se ven elementos de la democracia liberal burguesa, como asfixiar a los estudiantes a punta de propaganda, que sobresale más que las propuestas o plantear abiertamente –por parte de una plancha– que sus candidatos son los estudiantes que más conocen a la Universidad (algo no sólo egocéntrico y demagógico sino además completamente falso), o pintar al lado de la imagen del Che (algo que nadie había osado hacer nunca para una campaña, y que ojalá al terminar el proceso dejen ese espacio nuevamente sin publicidad).
Además por estar en campaña se han descuidado elementos coyunturales importantes en la política universitaria y nacional, como la entrada en vigencia del TLC (no se hizo suficiente oposición al respecto), la imposición del rector que no tuvo una contundente respuesta en la movilización o la consulta a la comunidad sobre los aspirantes a las diferentes decanaturas sobre la cual no se ha hecho un juicioso estudio.
Las organizaciones deberían evitar cometer a futuro estos errores y entender que el fortalecimiento de la MANE debe ser la prioridad para avanzar en lo organizativo, lo reivindicativo y en la movilización hacia la organización única de estudiantes. El pueblo colombiano está esperando la ley de educación superior al servicio de las necesidades más sentidas de la sociedad; por lo tanto las batallas electorales que generan fricciones no acelerará dicho proceso.
Las organizaciones deberían evitar cometer a futuro estos errores y entender que el fortalecimiento de la MANE debe ser la prioridad para avanzar en lo organizativo, lo reivindicativo y en la movilización hacia la organización única de estudiantes. El pueblo colombiano está esperando la ley de educación superior al servicio de las necesidades más sentidas de la sociedad; por lo tanto las batallas electorales que generan fricciones no acelerará dicho proceso.
Leonardo León
Prensa Universidad
Desde las aulas hacia Colombia
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