lunes, 9 de abril de 2012

La UN declara ultimátum para que el CSU reconsidere su “decisión” y el profesor Mantilla renuncie a su designación



Ultimátum: Asamblea Triestamentaria Universidad Nacional de Colombia al CSU

Hemos hablado, lo hemos hecho en el marco, en el estrecho marco de la institucionalidad; lo hemos hecho a partir de nuestros mecanismos de construcción colectiva. Hemos dicho de manera contundente, que exigimos ser escuchados, ser tenidos en cuenta, que nuestra voz vale y estamos dispuestos a construir este campus, nuestro campus, este territorio que alberga nuestros sueños, proyecciones y en el cuál es el debate, no la imposición autoritaria arropada de institucionalidad; la vida, no la represión y persecución; la creatividad y no el pensamiento único, las banderas, los pilares de una universidad construida democráticamente y la garantía real, efectiva, de un ejercicio consciente y transformador de autonomía universitaria para con la sociedad.
El CSU nos ha desconocido, contra toda regla ética y democrática, ha designado su Rector. Dada la composición del CSU es Ignacio Mantilla el rector de la UN; pero no la UN crítica, transformadora, creativa y académica, la Universidad Nacional, sino la UN excluyente, frente nacionalista, autoritaria y demagógica, la Unidad Nacional de Gobierno. Exigimos una explicación por no asumir a la consulta siquiera como criterio para la designación de Rector. Exigimos una explicación por aplicar como criterio la cercanía con el Gobierno Nacional para tomar una decisión (¿Dónde quedó la Autonomía?). Expresamos nuestro rechazo a la administración de Moisés Wasserman, rechazamos, por tanto la continuidad de la UN en ese camino de autofinanciación, desmonte del pregrado, sobrecarga laboral para docentes y trabajadores; rechazamos que la academia sea una caricatura acrítica de sí misma. Rechazamos la Universidad determinada por el Mercado y el sector privado, el desmonte de bienestar – que ha redundado en deserción alarmante -. Rechazamos la ausencia de disposición a construir colectivamente de las directivas. Es decir, rechazamos lo que han implicado los 6 años de la rectoría saliente, y su continuidad, segura, por parte de Ignacio Mantilla, ficha clave en la administración Wasserman y Palacios.
Declaramos por tanto, ilegítima la designación de Rector en la UN el pasado 29 de Marzo. Desconocemos tal decisión, tal mecanismo, tal administración. Es la democracia condición de gobernabilidad, consenso y construcción, lo que ha hecho el CSU no es democrático, por tanto su administración, la que ha elegido, anuncia autoritarismo, exclusión y desconocimiento de la comunidad universitaria.
Es esta una evidencia de las condiciones de inexistente democracia en la UN. Que la autonomía es una condición de bolsillo de directivos acríticos, funcionales al gobierno y al mercado que éste representa y favorece.
Es esta una razón más para continuar enarbolando las banderas del programa mínimo, de la construcción programática, banderas cuya realidad depende inexorablemente de un hecho: el avance efectivo en organización, la indeclinable voluntad de la comunidad universitaria de tomar las riendas de su Universidad, de construir escenarios realmente democráticos de deliberación colectiva, de proyectar, de nuevo, con toda fuerza y convicción, la bandera del cogobierno.
Somos nosotros quienes hemos demostrado como comunidad universitaria que la construcción democrática es posible, que los consensos son deseables. Que pese a la dificultad que pueda entrañar construirlos, no son imposibles, pues de fondo nos mueve la disposición de defender de manera vehemente y consecuente la Universidad Nacional del pueblo, para el pueblo y con el pueblo. De reconocernos, de confrontarnos en la sana argumentación, de expresarnos artística, cultural, académica y políticamente. De movilizarnos, y de cerrar filas ante afrentas tales a nuestra comunidad como la que ha hecho el CSU en esta designación de Rector.
Porque construimos democracia, exigimos al Rector un informe de su gestión, exigimos un debate abierto acerca de las implicaciones de sus reformas, impuestas autoritariamente. Exigimos asuma su responsabilidad por el triste estado de la UN.
Porque Construimos democracia, invitamos a las mesas locales, coordinadoras, consejos estudiantiles, a convocar el máximo espacio de decisión y construcción que tenemos, las asambleas de carreras, facultades. Para definir y trazar un rumbo, para construir una postura colectiva, para debatir, reconocernos y reasumir la defensa de la UN como conciencia crítica de la nación, conciencia que se construye de la síntesis de las conciencias de quienes habitamos este campus.
Porque Construimos Democracia, avanzamos y consideramos imperativo continuar con nuestra construcción de propuesta alternativa, con construir desde lo local los pilares de una educación para un país con soberanía, democracia y paz. De construir en cada espacio la MANE, de desarrollar su programa mínimo. Este hecho, esta ilegitima designación, es una evidencia más del estado de las Universidades en el país, y una razón más para construir nuestra propuesta alternativa.
Porque Construimos Democracia, denunciamos esta ilegitima designación de Rector. Continuaremos desarrollando espacios de manifestación, de expresión y movilización en defensa de la Educación como derecho y de la UN como espacio crítico y democrático.
Porque Construimos Democracia, pintaremos de sueños, de vida color y creatividad nuestro campus y sus paredes. Lo apropiaremos, lo significaremos, le haremos digno espacio de una juventud que despierta, avanza y no retrocederá hasta tanto sean logrados su históricos objetivos, una UN crítica, excelente académicamente, financiada plenamente, realmente pública y al servicio de los problemas más sentidos del país.
Porque Construimos Democracia, ejercemos autonomía, por ello no escatimamos esfuerzos en garantizar una franca, abierta y constante relación con la sociedad. Saldremos a las calles, barrios y plazas a construir colectivamente, a discutir con la sociedad que pensamos y a construir conjuntamente una idea de Universidad y educación, tendremos entonces, clases de democracia, de dignidad, estamos seguros que los maestros no seremos nosotros, será la sociedad.
Porque Construimos Democracia, rechazamos la tecnocracia, aquella que ha sido designada por el CSU. Anunciamos a la sociedad, a la comunidad universitaria, que establecemos como fecha límite el 2 de mayo, día de asamblea triestamentaria, para que sean escuchadas nuestras demandas. Para que el CSU reconsidere su “decisión” y el profesor Mantilla renuncie a su designación. Esperamos sea tenida en cuenta nuestra exigencia, este ultimátum, pues estamos cansados de hablar a directivas sordas, y no estamos dispuestos a no ser reconocidos, escuchados y tenidos en cuenta en decisiones que inciden en el futuro de la UN que no es otra cosa, sino el futuro de la educación superior en el país.

PORQUE CONSTRUIMOS DEMOCRACIA, RECHAZAMOS LA TECNOCRACIA
2 DE MAYO ASAMBLEA TRIESTAMENTARIA UN


ASAMBLA TRIESTAMENTARIA UNIVERSIDAD NACIONAL SEDE BOGOTÁ – 30 DE MARZO DE 2012

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