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En la elección de los rectores de las Universidades de Antioquia y Nacional parecería que se le estuviera pasando cuenta de cobro a los candidatos que se opusieron al trámite de la Ley de Reforma a la Educación. La ministra de este sector, María Fernanda Campo, se vio obligada a retirarla del Congreso. Los votos del gobierno en los Consejos Superiores, definitivos a la hora de elegir rector, fueron en contra de aquellos candidatos que le habían hecho férrea oposición.
En el caso de la Universidad de Antioquia el sacrificado fue el decano de la Facultad de Economía, Mauricio Alvear, quien contaba con el apoyo del gobernador de Antioquia Sergio Fajardo. Derrota que le aseguró 12 años de continuismo en la rectoría a Alberto Uribe. En la Universidad Nacional los votos orquestados por Botero hundieron a Leopoldo Múnera, decano de la Facultad de Derecho, quien había barrido en la votación de alumnos y profesores. Este jueves se conoció que el nuevo rector es Ignacio Mantilla.
Pero ¿quién es el viceministro Javier Botero, quien manda en la educación superior en Colombia? Se trata de un ingeniero civil con estudios de especialización en física y matemáticas. Fue el viceministro de Educación Superior de Cecilia María Vélez, durante el gobierno de Álvaro Uribe entre el 2003 y el 2007.
Botero estaba dedicado a la cátedra, y en septiembre de 2010, la recién nombrada ministra, María Fernanda Campo, lo llamó para que asumiera el mismo cargo. Sin pensarlo mucho se posesionó. Desde su cargo, se ideó y redactó a puerta cerrada, la polémica Ley de Educación que motivó grandes movilizaciones sociales estudiantiles por todo el país.
Las marchas estudiantiles que lograron hundir la reforma a la Ley de la Educación tuvieron efectos en la elección de rectores.
Botero fue quien convenció a la ministra Campo de que era mejor tramitar la Ley que giraba alrededor del concepto de las universidades con ánimo de lucro. Botero viajó a conocer las experiencias de Chile y Brasil y, alimentado la formación gerencial de María Fernanda Campo en el sector privado, se encerró a escribir el proyecto. Desde noviembre estaba cocinada la Ley. En un principio intentaron abrir algunas consultas que resultaron negativas, y entonces Botero, quien a decir de los rectores se deja gobernar por el dogmatismo, le sacó el cuerpo a la concertación y el debate.
Sin embargo, el poder de los estudiantes y profesores obligaron al gobierno a echarse para atrás. El resultado fue que en las elecciones para rector de las dos universidades perdieron la puja quienes se opusieron, desde sus altos cargos, a la Ley de Botero. Es decir, Botero no olvida.
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