martes, 10 de enero de 2012

Educación privada y un pueblo privado de educación

Los estudiantes colombianos, junto a diferentes sectores a nivel nacional, lograron una victoria transitoria, pero muy importante en la historia del movimiento estudiantil en Colombia: la derrota al proyecto neoliberal de ley 30 que se tramitaba en el Congreso, radicado por el Gobierno Nacional y abanderado por la Ministra de Educación, María Fernanda Campo, como instrucción directa del presidente Juan Manuel Santos. Fue un hecho que marcó de manera transversal las luchas estudiantiles en Colombia, demostrando una vez más que la resistencia civil, por medio de la movilización democrática y civilizada es un arma importante en las justas exigencias del pueblo colombiano.
Todo este proceso se pudo lograr y tuvo gran éxito, gracias a la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (MANE), un espacio amplio, democrático y participativo que ha realizado la tarea de aglutinar a las organizaciones estudiantiles y a los estudiantes independientes, jugando un papel fundamental para el movimiento estudiantil, no sólo en el ámbito organizativo, sino también en el programático, y ajustando la hoja de ruta del estudiantado nacional de manera adecuada y perfecta.
Del mismo modo, gracias a este proceso se han vinculado nuevas Instituciones de Educación Superior, dejando a un lado el paradigma de que la Universidad Pública es la única institución con conciencia social y con capacidades para asumir tareas en pro de una causa común del pueblo colombiano. Quienes primero nos sumamos a esta brega fuimos las universidades privadas, posteriormente ingresó el SENA, sin dejar a un lado por supuesto las Instituciones Educativas Técnicas y Tecnológicas, sumando de este mondo un considerable sector de estudiantes, profesores, directivas, entre otros, que dan un paso adelante hacia la construcción de una educación pública, científica y al servicio de los intereses de la nación.
En esta primera batalla se pudo observar un derroche de creatividad, explorando nuevas formas de manifestación por los estudiantes, táctica que acertadamente produce el apoyo de diferentes sectores de la sociedad, hasta tal punto que la opinión pública jugaba un factor determinante en este proceso, dejando a Santos contra la pared y obligándole a dar su brazo a torcer.
Las universidades privadas hemos hecho parte activa, desde su inicio, en la construcción de la MANE, en cada una de sus tareas e igualmente en cada una de las sesiones que se han realizado hasta el momento, dándole así un carácter cada vez más amplio. Se ha abierto la participación en este proceso, a nuevos sectores que no habían sido incluidos en las reivindicaciones de derechos mínimos y fundamentales, arrebatados por los gobiernos de turno, que con su política neoliberal, han tomado nuestro país como un botín de saqueo.
Es por eso totalmente reprochable el sectarismo de minúsculos sectores, referente a las dinámicas particulares de las universidades privadas, incluso señalando con desdén el no cese de actividades por parte de nuestras instituciones, haciendo evidente un desconocimiento de la situación particular y omitiendo un análisis concreto de la situación concreta, partiendo de hechos generales y buscando con base en estos, aplicar la misma táctica en cada sector que hace parte de la MANE, en ocasiones desprestigiando el trabajo realizado en cada universidad.
A lo anterior todos los estudiantes de universidades privadas a lo largo de este camino, hemos respondido con trabajo, con la construcción de una Mesa a nivel distrital y en cada universidad, logrando de este modo realizar un trabajo coordinado y unificado. De igual forma la realización de asambleas por facultades y a nivel general, la construcción de los diferentes comités establecidos en las sesiones de la MANE, el estudio activo del proyecto y la creación de insumos para la construcción de una propuesta de universidad, con movilización, con pancartas, con pitos, con alegría, con aire de lucha y trabajo para exigir nuestros derechos. Derechos que no son exclusivos de un sector sino que hace parte de un mismo pueblo, una misma patria, un mismo sentimiento que agoniza y que ha sido maltratado por más de 100 años, y que hoy se levanta, que hoy se quita la venda de los ojos, que ahora no susurra sino grita, que ya no tiene los oídos tapados sino escucha y que sus manos construyen y sus pies avanzan hacia la creación de una nueva sociedad.
Es por esto que las universidades privadas siguen por el camino de la lucha, de la unidad, de la resistencia civil, por el camino de la exigencia de los derechos, ratificando el compromiso con la MANE y defendiendo este espacio, dando la amplitud que merece y el respeto que se ha ganado, porque más que la derrota de la reforma, la MANE ha sido una victoria grande del movimiento estudiantil colombiano.
¡¡POR EDUCACIÓN PÚBLICA, CIENTÍFICA Y AL SERVICIO DEL PAÍS!! ¡¡VIVA LA MESA AMPLIA NACIONAL ESTUDIANTIL!
Andrés Naranjo, Estudiante Universidad Santo Tomás. Bogotá, Enero 2012.

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