El actual movimiento estudiantil nacional congregado bajo la dirección y coordinación de la M.A.N.E no se ha podido salvar de las dinámicas represivas que históricamente caracteriza al Estado colombiano, es por eso que esta lucha en la que nos vemos involucrados ya ha tenido las consecuencias de la mano represiva del gobierno de Santos en contra de los que se han atrevido a luchar por un nuevo país, los que se han puesto en la tarea de organizarse y con la mano del pueblo pedir su legítimo derecho a la educación gratuita y de calidad para todos, prueba de ello son los compañeros PRESOS POLÍTICOS, Omar Marín, Jorge Eliecer Gaitán y Carlos Lugo que bajo montajes judiciales han sido encarcelados por representar una amenaza para los intereses de la élite política gobernante, prueba de ello también es el compañero Yan Farid Cheng Lugo el cual fue asesinado el día 12 de Octubre mientras marchaba junto a sus compañeros en la ciudad de Cali en contra de la reforma a la ley 30.
Es por eso que desde el Observatorio Gorgona hacemos el llamado a no olvidar a nuestros muertos ni a nuestros prisioneros políticos y en un acto de solidaridad publicamos la carta que a nuestras manos llegó de parte del compañero preso político Jorge Eliecer Gaitán.
CARTA DEL COMPAÑERO JORGE ELIECER GAITAN – PRESO POLÍTICO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL
Bogotá, Septiembre de 2011
A todos mis amigos.
Envío un fuerte abrazo a todos los buenos amigos, con quienes he compartido los últimos años, en especial a quienes han creído que luchar por los derechos de los que los necesitan es una inexorable responsabilidad de los jóvenes.
A todos, mis mejores deseos, así como el convencimiento de que no cesaran en la tarea de continuar fortaleciendo los escenarios que permitan reivindicar nuestro derecho como estudiantes, los de los campesinos etc. Que mi condición sea un argumento para no dejar morir lo que hasta ahora hemos logrado construir.
Hoy estoy privado de la libertad, pero convencido de que: podrán detener el cuerpo, pero jamás el espíritu y las ideas, porque éstas perduran en el tiempo y trascienden a los hombres.
La mejor solidaridad, de quienes están afuera para con los que estamos encerrados, es no dejar apagar la llama de la rebeldía, del inconformismo, y por supuesto de las ganas de cambiar esto, por un mejor país.
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