In-Fórmate UPN
Después de un mes largo de trabajo político al interior de las UPN que ha sido posible gracias a cientos de estudiantes que desde sus diferentes frentes de formación y acción política o cultural han jalonado los procesos, nos encontramos a estas alturas en el dilema de si mantener o no el paro. El falso dilema, como lo llamó Medina Gallego, aparece en el marco del pronunciamiento de la reunión de emergencia de la MANE y una vez más en la triestamentaria de la UPN del 15 de noviembre. Entre tanto se arroja en las tribunas de discusión estudiantil las dificultades propias a la que los movimientos sociales se enfrentan: tener a la mano diferentes tácticas y saber hasta dónde cada una de ellas es viable.
La discusión aparece cuando una buena parte del colectivo de estudiantes hacen una lectura política en la que por una parte, y con toda razón, sospechan del gobierno de Santos. Por otra parte los compañeros temen que las dinámica de la “normalidad académica” termine por desmovilizar y sea en términos políticos un fracaso. Detrás de todo esto está la pregunta sobre la madurez del movimiento y su capacidad de organización fuera de coyunturas como la del paro. La disputa pues es el compromiso que puede haber o no, en el grueso de la comunidad universitaria con el proceso de la construcción de una nueva reforma por parte de diferentes sectores sociales. ¿Estamos preparados para superar una táctica y anudar a nuestras dinámicas académicas un ejercicio político permanente y constructivo?
La discusión aparece cuando una buena parte del colectivo de estudiantes hacen una lectura política en la que por una parte, y con toda razón, sospechan del gobierno de Santos. Por otra parte los compañeros temen que las dinámica de la “normalidad académica” termine por desmovilizar y sea en términos políticos un fracaso. Detrás de todo esto está la pregunta sobre la madurez del movimiento y su capacidad de organización fuera de coyunturas como la del paro. La disputa pues es el compromiso que puede haber o no, en el grueso de la comunidad universitaria con el proceso de la construcción de una nueva reforma por parte de diferentes sectores sociales. ¿Estamos preparados para superar una táctica y anudar a nuestras dinámicas académicas un ejercicio político permanente y constructivo?
Este temor fue replicado en la asamblea triestamentaria por profesores como Renán Vega, reconocido por su permanente movilización con los estudiantes y su lectura histórica y profunda de lo que la Reforma es en términos de modelo de educación y de universidad, o incluso el decano de humanidades, Adolfo Atehortúa, quienes amonestaron a los estudiantes a que no echemos por la borda el proceso de unidad logrado hasta ahora y que además de sumar fuerzas para el otro año, pensemos en términos organizativos para llevar adelante la contra propuesta a la Reforma. Su llamado es entonces el reconocimiento al ejercicio llevado hasta ahora y de alguna manera es también la voz de un sector profesoral que reconoce que este ejercicio político no acaba con el regreso a clases.
Sin embargo quedan sinsabores. Ante los logros alcanzados a diferentes niveles, todavía no tenemos metodologías ni siquiera para hacer una asamblea (de ahí su reconocida impopularidad) no sabemos cuáles son las apuestas en términos de insumos que la pedagógica va a ofrecer para la construcción de la reforma alterna, ni cuando la vamos a empezar a hacer. La proyección organizativa, la construcción de metodologías y la puesta en marcha de nuevos escenarios para la definición de las tareas es hasta el día de hoy un proyecto, que por supuesto tenemos que emprender. ¿Cómo le hacemos entonces para organizar esta vaina y poder actuar como Universidad Pedagógica? ¿Cuál será el carácter de nuestro insumo?.
Sin embargo quedan sinsabores. Ante los logros alcanzados a diferentes niveles, todavía no tenemos metodologías ni siquiera para hacer una asamblea (de ahí su reconocida impopularidad) no sabemos cuáles son las apuestas en términos de insumos que la pedagógica va a ofrecer para la construcción de la reforma alterna, ni cuando la vamos a empezar a hacer. La proyección organizativa, la construcción de metodologías y la puesta en marcha de nuevos escenarios para la definición de las tareas es hasta el día de hoy un proyecto, que por supuesto tenemos que emprender. ¿Cómo le hacemos entonces para organizar esta vaina y poder actuar como Universidad Pedagógica? ¿Cuál será el carácter de nuestro insumo?.
3 comentarios:
Lo poco que puedo expresar es que lo hicieron bien, qué bueno, pero creo que la forma de hacer pedagogía es el ejemplo, hay estudiantes que deben laborar y estudiar; dos actividades alternas, yo considero que deben continuar trabajando por sus objetivos, teniendo en cuenta lo que piensan los demás, enfocarse en sus objetivos, pero unidos; y sin dejar de estudiar. Por ultimo, bien porque fueron marchas pacíficas, porque eso de imponer nuestros criterio dañando a los demás es mezquino. Buena esa.
Creo que el papel de la UPN es central, dado que allí se forman los futuros educadores del país, en este sentido están en toda la capacidad de proponer, de articular, si no toda la reforma alternativa, parte de ella, conocen la metodología de la pedagogía y en conjunto y asesoramiento con otras universidades y otros sectores sé que lograrán sacar excelentes propuestas adelante
que lastima que en realidad no se resista en lo absoluto. no hemos ganado nada cual es el triunfo?, cual ? la MANE REGALO EL PARO nos regalo a los estudiantes, MANE BASURIENTO no me estraña ya que los que iniciamos el paro fuimos las bases no la mane, y se vio en la obligacios disque de apoyarnos y "representarnos" YO LEVANTO MI VOZ DE PROTESTA PERMANENTE EN LA UPN SEGUIMOS EN PARO
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