Mucho se ha dicho sobre el creciente mundo virtual: las facilidades que ofrece son innegables, pero hay aspectos que por mucho que logre avanzar la tecnología, jamás se podrán suplantar; las relaciones entre humanos deben basarse en el intercambio de argumentos, desde las diferentes posiciones, que permitan el libre debate para las construcción de nuevos postulados que lleven a un desarrollo común en beneficio de todos y de todas.
Durante 58 horas estuvo a disposición de toda la comunidad académica de la Universidad de Antioquia – léase estudiantes, profesores de planta, profesores de cátedra, administrativos, empleados no docentes, jubilados y egresados – una consulta virtual en la que se pretendía conocer la opinión de dichos miembros sobre el paro decretado por los y las estudiantes reunidos en su máximo órgano de deliberación: la Asamblea General.
Pese a los ataques que recibió el portal de la universidad por parte del grupo Anonymous y las muchas voces de rechazo que se hicieron sentir desde varios colectivos e individuos – que no sólo eran de estudiantes – las cifras que alcanzó a registrar la consulta fueron “contundentes” según el rector de la institución (14.380 votos, de los cuales el 94.8% votaron por el regreso a clases) y “transparentes” ya que contaron con la veeduría de un grupo revisor. De lo que se tiene certeza es que dichas cifras de todas maneras no alcanzan a representar a todos los habilitados para votar y que dicho proceso estuvo cargado de irregularidades, dejando además por fuera muchas temáticas sobre el futuro de la educación.
Queda sin embargo un sin sabor entre quienes avalan los mecanismos democráticos con los que cuenta el estudiantado y por los que tanto han luchado hombres y mujeres valerosos a través de la historia. Independientemente de las razones que se puedan tener a favor o en contra del paro, se trata de una decisión emanada de la Asamblea General de Estudiantes de la Universidad de Antioquia y, aunque afecta claro está a los demás miembros de la comunidad universitaria, es un asunto que atañe a los y las estudiantes; ya que se trata de un paro estudiantil, de ahí debe provenir entonces una votación para continuar o cesar dicho paro.
Se espera entonces lo que pueda acontecer en los próximos días entre los y las estudiantes de la Universidad de Antioquia, dependiendo también de las conclusiones de la reunión del Comité Operativo de la MANE que se está realizando en estos momentos en Cali.
Estudiante de la UDEA
Prensa Universidad
Desde las aulas hacia Colombia
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Anexamos Comunicado del Comité Rectoral.
La Universidad persistió, pese a los ataques la mayoría se ha expresado.
Comunicado Comité Rectora.
El Comité Rectoral reitera que es indeclinable su respeto a la autonomía de los estamentos, gremios y representaciones, y su disposición abierta a dialogar con todos ellos. Ha de entenderse sin embargo, que este comité tiene la responsabilidad de que la Universidad se mantenga en continuo funcionamiento en acuerdo con el mandato de cumplir su misión social. Ello explica que haya apelado, en conjunto con el Consejo Académico y el Consejo Superior, legítimamente a una consulta virtual para decidir sobre el retorno a todas las actividades académicas normales, porque su responsabilidad es preservar la institucionalidad para que sea eficiente en el propósito de una Universidad pública, cuya misión es proveer educación con calidad para una inmensa cantidad de jóvenes, que sólo por razones económicas no podrían acceder a ella. Abocados como estábamos a una situación de paro indefinido votado en la Asamblea de General de Estudiantes, dividida en relación con esa decisión, no podíamos, como directivos de la Universidad, quedarnos paralizados. Este Comité Rectoral no desconoce que hay decisiones políticas que sobrepujan la democracia representativa, porque apelan a otros criterios más difusos de democracia y que incluyen formas de persuasión que son muy cercanas a la intimidación y que además pueden provocar rebeldía espontánea. Tampoco desconoce que la democracia participativa moderna
incluye formas de actuación que no son presenciales sino virtuales y que el llamado “estado de opinión” se superpone muchas veces al Estado de derecho. Sabiendo esto, la propuesta más racional y democrática fue la consulta virtual universitaria, teniendo al frente el infortunado manejo de la opinión pública sobre la cual influyen las minorías más militantes y agresivas en detrimento de las mayorías que fungen de mudos espectadores o de medrosos actores y a las cuales siempre habrá que escuchar, porque aunque no se manifiesten públicamente en asambleas, tienen criterio y autonomía propia y soberana. Pero, por efectos de la ciberdemocracia o democracia virtual, que puede servir tanto para propósitos positivos como negativos, se bloqueó sistemática y persistentemente dicha consulta. Sin embargo, la Universidad, como corresponde a la inteligencia profesional de una entidad académica, persistió en el empeño y como resultado ésta fue exitosa a pesar de los saboteos. Damos por hecho que el número de votantes por el ‘sí’ al retorno a clases, el lunes a las seis de la mañana, es un mandato de la comunidad universitaria refrendado por el 94% de los votantes, que corresponden a casi la mitad de los que usualmente participan en estas consultas, sin contar con los ataques permanentes a los que estuvo sometida que impidieron el ejercicio libre y oportuno de muchas personas que quisieron participar. Independientemente de esta consulta, que se relaciona con la vida interna de la Universidad de Antioquia, mantenemos nuestro apoyo a la muy inteligente idea de proponer una reforma a la educación superior que supere la Ley 30 de1992, y que cambie o mejore la que ha presentado el Gobierno actual.
No podemos desconocer el liderazgo que la Universidad ha ejercido en la discusión de la propuesta con análisis provenientes de profesores, estudiantes y directivos. Por ello consideramos que no existe incongruencia entre consultas sobre asuntos internos y nacionales, porque hay unidad de criterio en que la universidad esté abierta y plena de sus actores para que la discusión sea más amplia y democrática, trátese de asuntos domésticos o nacionales.
Medellín, 02 de octubre de 2011
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