Se confirman una vez más las verdaderas calidades del Estado colombiano y el verdadero talante del actual gobierno de Juan Manuel Santos mediante una brutal, injustificada y despiadada represión que la Policía de Colombia ejerció ayer 26 de octubre en contra de una marcha cívica y pacífica que se adelantaba en defensa de educación pública e, irónicamente, del debate democrático y la discusión razonable.
El actuar abiertamente fascista del Estado colombiano durante este miércoles tiene más que nunca una clara explicación: el estudiantado hizo morder el polvo a la ministra de educación en un debate adelantado en el Congreso de la República. Ese debate fue trasmitido a nivel nacional por el canal de tv del congreso y por internet. Allí se observó cómo los estudiantes conocían y entendían la famosa reforma a la Ley 30, se vieron argumentos sólidos en torno a la defensa de la educación pública y en contra de mercantilizarla y desnaturalizarla. Por su parte la ministra de educación, la yuppie-tecnócrata y corta de ideas María Fernanda Campo, solo atinó a balbucear un montón de generalidades y lugares comunes previamente definidos por sus evidentemente ineptos asesores, que no convencerían ni al más ingenuo de los indiferentes o apolíticos.
Tamaña paliza en la batalla de ideas fue cobrada por sangre, y para ello el Estado colombiano usó a sus especialistas en la materia: el ESMAD de la policía (los antimotines). Esto explica la ingente cantidad de heridos entre el estudiantado, sin que ello demuestre ningún tipo de mérito para la máquina asesina llamada ESMAD ya que es terriblemente fácil derrotar por las armas a una expresión social absolutamente pacífica y desarmada.
El actuar de la policía devino en 19 detenidos arbitraria e ilegalmente, de ellos 6 heridos de gravedad. Sobre esto hay que resaltar el hecho de que uno de los estudiantes está en riesgo de perder la vista por las heridas que en su rostro causó una bomba arrojada por la policía. Además se tiene que dos de los heridos fueron privados de atención médica a pesar de que sus respectivas heridas en el rostro y el cráneo sangraban profusamente mientras se hallaban detenidos en las instalaciones de la SIJIN . La crueldad y saña que se percibió en el actuar de la policía descarta de plano cualquier atisbo de legalidad en el procedimiento, sin contar con que nunca han tenido legitimidad. Dos de los estudiantes fueron judicializados, uno de ellos era de los heridos sin atención médica, en desarrollo de la manida práctica adelantada por las fuerzas de seguridad del Estado: los falsos positivos judiciales. Actuar consistente en efectuar montajes judiciales en contra de personas inocentes con el fin inmediato de presentar resultados en sus labores y el fin mediato de desarticular el movimiento social.
Por último han de señalarse las innumerables irregularidades cometidas por la SIJIN mientras los estudiantes estuvieron arbitrariamente en sus manos: prohibieron la presencia de abogados, amenazaron y hostigaron a los abogados que se arrimaron a sus instalaciones en busca de los detenidos y lo más grave es que fotografiaron el rostro de los 19 detenidos.
Reiteramos nuestra denuncia del talante fascista del Estado colombiano, solicitamos a la comunidad nacional e internacional solidaridad frente a los dos estudiantes judicializados, exigimos responsabilidades frente a los responsables de las heridas y detenciones arbitrarias y congratulamos al estudiantado de Colombia por la victoria alcanzada ayer en el debate sobre el tema de la educación adelantado en el Congreso.
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