Por Juan Carlos Martínez Botero
Representante Estudiantil al Consejo Superior
Manizales, 22 de Julio de 2011
Tras casi un año de álgido debate en el que se han expresado puntos de vista diferentes sobre el sistema de matrículas en la Universidad de Caldas, atravesado por numerosas expresiones de lucha democrática y civilista que seguimos reivindicando, y a las cuales le debemos este proceso, concluimos esta etapa con un acuerdo modificatorio al acuerdo 01 de 2011, aprobado por unanimidad en la sesión del Consejo Superior del 21 de Julio. El acuerdo 01 de 2011 mereció el rechazo de estudiantes y profesores, lo cual se vio reflejado en el voto negativo de la Representación Estudiantil y Profesoral en el Consejo Superior y en las enormes movilizaciones estudiantiles, por avanzar en contravía de la concepción de universidad y de educación como derecho, que profesamos.
La posición de la representación estudiantil fue aprobar y darle el visto bueno a las modificaciones propuestas por la comisión de matrículas, conformada luego del proceso de movilización. Sin embargo seguimos conservando profundas diferencias con la esencia del acuerdo 01 de 2011. Las modificaciones, y por eso merecen nuestro respaldo, son, sin ser un ideal y magnificarlas, un avance frente a lo que inicialmente se aprobó el 28 de enero de 2011, con mi voto en contra. Incluso debo admitir que hay aspectos que superan en lo positivo al acuerdo 024 de 2002 (matrículas para estudiantes antiguos).
A continuación presento a la comunidad universitaria y a la opinión pública, los 15 cambios con los que concluye el trabajo de la comisión, que están entre, modificaciones al acuerdo 01 de 2011 y, nuevos elementos que incluso van más allá del acuerdo 024 de 2002, estos son:
LOS CAMBIOS AL 01 DE 2011
1. Se reduce el factor para determinar la matrícula por vía de la pensión del último año de colegio. Esto significa una reducción del 9,1% en el costo de las matrículas para personas que provienen de colegios privados.
2. Se exceptúa de la liquidación por vía de la pensión del Colegio a quienes cursaron los ciclos complementarios en las normales.
3. El Pago del Seguro de Accidentes será obligatorio antes había quedado opcional. La razón es que dicho seguro ha servido para financiar diversas contingencias de muchos estudiantes de la universidad, por lo que consideramos que esos 15 mil pesos que se deben pagar cada año son una suma muy pequeña para los beneficios que reporta.
4. Se eleva la exención de PBM 10 a PBM 14, lo que amplía el rango de exoneración del pago de matrícula, de un 17 al 54% según las proyecciones de la Oficina de Planeación.
5. El cobro de matrículas en los períodos inter semestrales será por materias y no por créditos académicos, como estaba contemplado inicialmente. Esto implica un abaratamiento del pago de matrícula por este concepto hasta del 75%.
6. Se restablecen los descuentos del 15%, por proceder de Chinchiná, Villamaría, Palestina, Neira y la zona rural de Manizales, y del 20%, a los de municipios distintos a los anteriores, a quienes demuestren ingresos iguales o menores a 1.2 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
7. Se vuelven a destinar los recursos recaudados por concepto de servicios universitarios, que son el 20% de la matrícula, a la actualización de la biblioteca, mejoramiento de los laboratorios, pago de internet y actualización de las salas de sistemas.
8. Se atenúa el peso para el estrato 2, reduciendo el puntaje asignado dentro de la fórmula que liquida la matrícula.
MÁS ALLÁ DEL 024 DE 2002
Estos aspectos fueron fruto de la discusión de la comisión de matrículas y no están contemplados ni en el acuerdo 024 de 2002, ni en el acuerdo 01 aprobado el 28 de enero de 2011. Lo que debo registrar como positivo:
9. Se incluye a los profesores ocasionales en las becas de bienestar social que cubren el 90% del costo de las matrículas para sus hijos, cónyuges o compañeros permanentes
10. Se incluye una exoneración a todo aspirante admitido a la Universidad de Caldas, que demuestre estar inscrito en la base de datos del Sistema General de Seguridad Social en Salud SISBEN nivel 1 o 2 o su equivalente. Estas personas solo tendrá la obligación de cancelar el valor de servicios universitarios en el equivalente al PBM 14, es decir 16 mil pesos semestrales. Los primeros estudios revelan que esto beneficia al 17% de los estudiantes que se presentan por cohorte, que pueden ser muchos más porque esta cifra corresponde a estudiantes de Manizales.
11. Se conforma un Comité de Matrículas, que ahora será paritario entre la administración, los estudiantes (se aumenta la Representación Estudiantil) y los profesores. Además se crea una segunda instancia, que antes no existía, con participación de la Representación Estudiantil para las respectivas apelaciones. Entre las funciones del Comité y la Comisión está recibir, tramitar y decidir las solicitudes de reliquidaciones, estudios socioeconómicos, descuentos previamente reglamentados y financiación de matrículas.
12. Se atenúa el peso para el estrato 3, reduciendo el puntaje asignado dentro de la fórmula que liquida la matrícula pasa del 30 al 20%.
13. Se cambia una suma fija en la fórmula para determinar los ingresos familiares, lo que influye en que se tome una cifra más cercana a los ingresos reales y no a los ingresos brutos. Esto redunda en una matrícula menor por esta vía.
14. Se establecen descuentos, proporcional al número de hijos que oscilan entre el 10 y el 40% para estudiantes que son padres o madres de familia
15. En un acuerdo adicional que será discutido en la próxima sesión del Consejo Superior se crea un Fondo administrado por la Oficina de Bienestar Universitario con el propósito de reconocer estímulos económicos a egresados destacados y con probados méritos académicos. El criterio de selección es el promedio y sus recursos serán: El 1% del recaudo anual por concepto de matrículas de pregrado; los destinados por la Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados y los destinados por la Oficina de Bienestar Universitario.
El cobro de matrículas seguirá siendo una limitante para que amplios sectores de la población accedan a la educación superior, por ello, votamos de manera negativa el acuerdo 01 de 2011 y manifestamos nuestro desacuerdo con: Considerar el valor de la pensión del último año de colegio como un factor para la liquidación del valor de la matrícula; eliminar el descuento por provenir de colegio público y reducir el rango de exoneración, medidas aprobadas por la mayoría del Consejo Superior el 28 de enero de 2011, y en las que hay un retroceso frente a lo que rige para los estudiantes antiguos.
No obstante, el defender una concepción donde el Estado asuma el 100% de los costos educativos, no puede llevar a desconocer que con la modificación, 6 de cada 10 estudiantes pagarán menos de $20 mil pesos por semestre, con lo que adquiere sentido la lucha que adelantamos estudiantes, profesores y los sectores democráticos de la ciudad en contra de esta reforma y por la defensa del carácter público de nuestra universidad. Sin la lucha y la movilización civilista, no hubiera sido posible cambiar una coma a la reforma aprobada el 28 de enero.
De todas formas establecer sistemas de matrículas, es una medida que contiene en sí misma una discriminación odiosa: El cobro por un derecho social que debería hacerse exigible simplemente por tener las calidades académicas y haber obtenido un cupo en la universidad pública. En el fondo lo que subyace en las tablas de matrículas, es una concepción mercantilista de la educación superior que le resta importancia a su carácter de derecho. Tal es el camino que la política de desfinanciación del gobierno nacional ha señalado para la universidad colombiana, al punto que el último informe presentado por los mismos rectores, a través del Sistema Universitario Estatal, SUE, indica que el déficit de las universidades públicas colombianas asciende a un billón de pesos.
La respuesta a la privatización por vía de la desfinanciación debe ser la movilización democrática, más aún cuando avanza la propuesta de una nueva Ley de Educación Superior que permite el ánimo de lucro y profundiza la concepción de universidad como empresa y educación como mercancía. La lucha entonces debe seguir siendo por alcanzar una adecuada y plena financiación del Estado a la universidad colombiana.
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