INGRESO Y AGRESIÓN DE LA FUERZA “PÚBLICA”

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VIOLACIÓN DE LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

Control social y político en las Universidades Públicas

Durante lo que va corrido de este año se han generado toda una serie de acciones al interior de las Universidades Públicas, que amenazan fuertemente su ambiente y sus dinámicas como centros de pensamiento crítico, de deliberación y de movilización social y política.

Desarrollo de algunos hechos y situaciones en el 2010:

Comenzamos el año con la descarada posición del expresidente Uribe, el cual propuso la implementación de la práctica de Informantes en las Universidades Públicas y colegios, pretendiendo pagar 100 mil pesos mensuales a los estudiantes para hacer parte de la red de informantes, supuestamente para tratar de atacar la criminalidad en Medellín, siendo por el contrario un total peligro al inmiscuir directamente a los estudiantes en el conflicto y “justificando” la implementación de este mecanismo de control (incontrolable) político y social en los centros educativos.

Durante el semestre anterior también se llevó a cabo el cierre de las Universidades Públicas sin algún argumento legítimo, solo bajo el “supuesto” de que era necesario mantener cerradas las universidades mientras se desarrollaban las elecciones de Congreso, cuestión que deja entrever la total censura y el constreñimiento a la posibilidad de ejercer la crítica en dichos escenarios y momentos.

En la Universidad Nacional Sede Medellín (nuestra sede), el inicio del semestre resultó bastante extraño al observar la posición de la vicerrectora, que comenzando dicho semestre se dio a la tarea de enviar un correo a los profesores, manifestando la necesidad de que el semestre transcurra normalmente y planteando que deben obstaculizarse todo tipo de espacios que tal vez generen paros y que extiendan los calendarios académicos, condenando con ello todo tipo de expresiones de legítima protesta, de manifestación universitaria, y buscando generar un ambiente de temor, prevención y miedo en la comunidad universitaria.

A este hecho se le suma que el 1 de septiembre se desarrolló un tropel, que se propició por la actividad de algunos estudiantes encapuchados que trataron de obstaculizar el tránsito por la puerta de Coca-Cola y que terminaron enfrentándose al ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios). Durante esta situación la administración de la sede tomó la decisión de evacuar el campus, lo que implicó poner en riesgo la salud e integridad de la comunidad universitaria en dicho momento, sin embargo fue mayor el asombro al saber que solo había salida por la Iguaná y que descaradamente allí se encontraba un gran número de ESMAD (alrededor de 50 agentes) junto con las Tanquetas, además de policías en motos, que observaban, fotografiaban e intimidaban a los estudiantes, profesores y trabajadores que desconcertados, salían del Campus. No obstante, los eventos continuaron y luego de que la comunidad universitaria abandonara la sede, la Nacho fue allanada y ocupada por el ESMAD, siendo la misma administración universitaria la que permitiera el ingreso de la fuerza “pública”, aparentemente para desactivar adecuadamente las “cargas explosivas” que habían dejado los encapuchados, cuestión bastante exagerada. Sin embargo en esta ocasión el ingreso fue posterior a los disturbios acaecidos.

Pero los acontecimientos no pararon. En la Universidad de Antioquia se desarrollaron un gran número de protestas por el rechazo a la TIP (Tarjeta Integrada Personal) por las consecuencias que esta podía tener como medio de control ante la actividad social y política en la Universidad. La situación se profundizó (y aún continúa haciéndolo) hasta el punto en el que luego de que los estudiantes estuvieran haciendo una manifestación pacífica de protesta en el bloque administrativo, el 15 de septiembre, el ESMAD ingresó al campus y se lo tomó, cerrando y controlando puertas, agrediendo a la comunidad universitaria y violentando fuertemente a los manifestantes, que acompañados de la Personería de Medellín, fueron atacados indiscriminadamente por el Escuadrón Móvil de Asesinos Desalmados. Luego de estos hechos la Universidad de Antioquia fue cerrada durante casi un mes, reabriendo sus puertas el 11 de octubre.

Esta situación repercutió notablemente en la Nacho. En primera instancia por la posición asumida por las directivas, que apoyaron lo sucedido sin diferenciar entre la protesta pacífica llevada a cabo ese día en la Universidad de Antioquia, respecto a ocasiones anteriores, desconociendo la posibilidad de sobrellevar los conflictos y problemas internamente entre la comunidad universitaria, y desconociendo la posibilidad de evitar el ingreso de la fuerza “pública” y su brutal agresión sin distinción ni mesura. Añadido a esto, días posteriores a los sucesos de la Universidad de Antioquia, se cerró la puerta de Coca-Cola de la Nacho sin razón y motivo alguno por parte de las directivas. Ésta puerta es la más transitada de la universidad, por ende toda la comunidad se vio afectada sin una justificación por parte de la administración.

Pero la repercusión de estas medidas ha sido aún más clara. En los últimos acontecimientos, del día jueves 11 de noviembre, quedo claro que la política de ingreso de la fuerza del ESMAD a las universidades públicas es una decisión tomada y absoluta. Este día, en nuestro campus, luego de que algunos estudiantes encapuchados generaran una confrontación con la policía, el ESMAD entró inmediatamente. Primero fueron alrededor de 20 agentes disparando gases lacrimógenos indiscriminadamente y con ellos ingresó una tanqueta que se situó en el parqueadero de atrás del Bloque 24 (Facultad de Arquitectura). Sin haber pasado ni 10 minutos entraron otros 10 o 15 agentes disparando y amenazando a la consternada y gaseada comunidad universitaria. En medio de todo esto, mientras poco a poco más personas iban expresando su inconformidad, el ESMAD retuvo a un estudiante, sacándolo del Bloque de Arquitectura, y dirigiéndolo hacia la tanqueta, en medio de gritos, reclamos, insultos y miradas de rabia y preocupación por la sorpresiva e indignante situación que se vivía. El ESMAD no se preocupó por nada, y no dudo en disparar de frente hacía los estudiantes; ni siquiera tomaron en cuenta que por esa hora había decenas de niños que recibían clases y jugaban en el campus. Además se suma el fuerte agravante de que según diferentes autoridades públicas y universitarias, nadie acepta haber dado la orden de realizar dicha acción, ni haberla permitido. Todos se lavan las manos, nadie asume la responsabilidad, y ni siquiera se preguntan o condenan estas irregularidades y desmanes de la fuerza “pública”. Aún ninguna directiva universitaria manifiesta el rechazo a ello, y menos que han salido a denunciar la violación de la Autonomía Universitaria.

Ante estos acontecimientos se hace evidente la situación de vulnerabilidad y atropello por la que está pasando la Universidad Pública y en especial uno de sus principales pilares, la Autonomía Universitaria, que ha sido víctima del allanamiento e ingreso descarado de la fuerza “pública” y represiva del Estado. Todo lo anterior conduce a visualizar como se llevan a cabo las mismas medidas que se utilizan en las calles y barrios, militarizando y violentando para acallar, censurar e inmovilizar a la inconforme población. Se busca destruir y desaparecer los espacios de reflexión y acción en la sociedad.

El recuento expuesto busca ser un llamado a la memoria, al análisis y al debate, pero principalmente busca romper el silencio y la apatía, invitando a elevar nuestra voz de inconformidad, rechazo y exigencia frente a las agresiones de las que está siendo víctima la Universidad Pública.

Las actitudes del gobierno y de las directivas de las dos universidades parecen más bien encaminadas a desestabilizar, al apostarle a una respuesta de fuerza, que a encarar con claridad las soluciones a las diferentes problemáticas que aquejan a la universidad.

La crítica y el pensamiento libre son la conciencia de una sociedad autónoma, las voces de rechazo, inconformismo y desaprobación no pueden continuar siendo objetivo de los instrumentos de control y represión Estatal.

Es obligación de las directivas manifestarse ante la constante violación de derechos humanos y atropellos cometidos por la fuerza “pública”; dichas formas de violencia no se pueden admitir como necesarias, mucho menos en la Universidad que es un espacio para el debate y la reflexión, en donde se debe promover un cambio en las estructuras de pensamiento y orden actual, como conciencia crítica de la nación.

Exigimos que los encargados legales de la Universidad se pronuncien radicalmente en contra del ilegal e irregular ingreso del ESMAD y de su agresión contra la comunidad universitaria.

Debemos rechazar unidos estos hechos y exigir la no repetición de dichos actos que violan directamente la Autonomía Universitaria. La Fuerza Militar y Policial no puede tomarse los campus universitarios, y mucho menos puede silenciar el diálogo y la reflexión.

Aún en los peores momentos no podemos desfallecer, es necesario continuar trabajando y actuando conjuntamente para RESISTIR Y EXIGIR EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS, LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA Y A LA NO CRIMINALIZACIÓN DEL PENSAMIENTO CRÍTICO EN LAS UNIVERSIDADES PÚBLICAS.

Universidad Nacional Sede Medellín

Noviembre de 2010.

¡LA UNIVERSIDAD PÚBLICA RESISTE!