LA DIFICULTAD DEL ACCESO A LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Las transformaciones que ha tenido la universidad por la imposición de diversas reformas la han llevado poco a poco a perder su sentido como ente público, la cual se preocupa por brindar acceso a la educación superior a todas las personas[1].
Sin embargo, han ocurrido cambios no sólo en la misión de la universidad y los estatutos que ha reformado arbitrariamente la administración, sino también en el pensamiento de los Estudiantes, la sociedad, y claro está el Estado, quien es el que obliga a realizar dichos cambios estructurales.
En efecto, es el Estado quien ha llevado a la universidad a un momento de desfinanciamiento (y a todos los establecimientos de educación pública), puesto que éste no proporciona el dinero necesario para su sostenimiento y mantenimiento sin afectar la calidad, agrediendo
Como resultado de lo anterior,
Ante estas circunstancia nos preguntamos ¿por qué debemos pagar por una matrícula o por la “oportunidad” de acceder a una UNIVERSIDAD PÚBLICA?, ¿Acaso
Así lo plantea el Artículo 67º de la Constitución Política, donde afirma que “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura […]
La educación será gratuita en las instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan sufragarlos […]”.
Es paradójico que la Universidad Nacional, que se supone está al servicio de la población Colombiana y comprometida con el mejoramiento de la calidad de vida, el bienestar social de la nación – la universidad del pueblo y para el pueblo –, obstruya el acceso a gran parte de la población por sus altos costos tanto en matriculas como en formularios.
El problema estructural que vive la sociedad enmarcado en los contextos económico, político, cultural y social, se ha negado, encubierto y olvidado; pero su reflejo se hace evidente en
La necesidad de autofinanciación que atraviesa la universidad ha generado el cobro de matriculas y formularios, los cuales son casi inaccesibles. Por lo tanto, se debe hacer una crítica no sólo a
Es necesario que la universidad abra sus puertas a toda la población colombiana y que los jóvenes de los sectores más vulnerables del país accedan a una educación de calidad y digna; pero para que esto suceda, la universidad y el Estado deben generar condiciones básicas para lograrlo, brindando a sus estudiantes alternativas para no desertar – transporte, alimentación, salud – y que de esta forma no se postergue el estudio para subsistir.
Todas las personas tenemos el derecho a una educación de calidad, pedagógica y con grandes contenidos académicos. La universidad es el espacio dispuesto para pensar, proponer, actuar y poner el conocimiento al servicio de la transformación social y de esta forma generar procesos reales de cambio que alteren el orden actual y que contribuyan a la construcción de una sociedad equitativa, libre y autónoma.
“Desmontar la educación pública significaría desmontar las ilusiones,
es el costo que están pagando por mantener esa ilusión.
Gran parte de la educación pública es lo que le cuesta a la burguesía sostener la ilusión
de la mayoría de la población de que su destino no está dado por su nacimiento sino
que se debe o resulta de la adecuada utilización y aprovechamiento de las
oportunidades que brinda el sistema a través de la educación.”
Estanislao Zuleta
[1] Todos tenemos derecho al acceso de la educación pública, puesto esta no pretende excluir a las personas de los estratos más altos, pero se considera prioridad aquellos que se encuentran en vulnerabilidad.
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