Y comienza nuevamente otro semestre de estudio en el cual tendremos la oportunidad de relacionarnos con una gran cantidad de conocimientos, podremos avanzar o comenzar con nuestro desarrollo académico. Es indudable que volver a pisar éste, nuestro hogar, nuestro territorio, nos es gratificante, y nos alegra volver a ver a compañeros, amigos, hermanos.
Como en todos los semestres, hay una gran cantidad de nuevos estudiantes, a ellos una calurosa bienvenida a la universidad, a su territorio, que por el hecho de ser pública, debe ser un lugar de construcción de pensamiento, un espacio de crítica, discernimiento, reflexión, y sobre todo, de acción, si tenemos en cuenta que hay que dejar huellas importantes en este lugar, en donde la mayoría de los colombianos no pueden ingresar. Debemos sentirnos parte de esta universidad, y de todos los aspectos que ello implica, especialmente, en su construcción como ente público para recuperar la importancia que tuvo en décadas pasadas.
Es necesario hablar y actuar frente a los profundos problemas que aquejan a la nacho, nuestra permanencia en la Universidad sería inútil y carente de sentido si dejáramos a un lado la posibilidad de aportar a los procesos de organización y movilización de la comunidad universitaria en general, en la construcción de una universidad para todos los colombianos.
Estudiantes, profesores y trabajadores nos movilizamos constantemente para cambiar la actual situación de crisis financiera de la UN; pero los medios de comunicación tergiversan la realidad, usando apelativos para criminalizar la justa protesta universitaria. Les preguntamos: ¿es un acto de terror luchar por el carácter público de la universidad de la nación?
¿No es más criminal privatizarla y negarle el derecho a la educación superior a miles de personas? Esto está sucediendo, ya que el gobierno nacional ha dejado de aportar dineros necesarios para el funcionamiento de la U, haciendo que está deba buscar sus propios recursos por medio de la venta de bienes y servicios, poniendo el desarrollo académico e investigativo al servicio del sector privado y no del público, dejando de lado su misión publica
Está problemática se evidencia en el alto costo de los formularios, el aumento de las matriculas, el casi inexistente bienestar universitario, la carencia de apoyo en las actividades deportivas y la eliminación de algunas rutas de buses (el presupuesto para bienestar ha disminuido en un gran porcentaje); todo esto ha sucedido con el beneplácito de la administración universitaria.
Como ven, la UN se encuentra en una profunda crisis, y por esto, no debe mermar nuestro compromiso y nuestra convicción en que es necesario luchar por la transformación de esta. Queremos recordarles, que la posibilidad de estar en esta universidad, no nos la han brindado los gobernantes, sino quienes desde hace décadas han entregado un esfuerzo inimaginable en aras de conservarla pública.
Es por ello que queremos invitarlos a unirnos, a sentirnos parte de una universidad pública, a apropiarnos de este espacio y asumirlo con una actitud reflexiva y activa dentro de las acciones adelantadas para mantenerla viva, como espacio público, autónomo, democrático y crítico.
Para aquellos que tratan de asesinar la Universidad Pública, sepan que no desfalleceremos en su defensa, allí estaremos ofreciendo nuestros mayores esfuerzos... porque la
Universidad Pública Resiste!!!
Julio / Agosto 2010
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