El peligro de la privatización. Punto nodal de la discusión Universitaria.
Autofinanciándonos
Como hemos venido tratando durante todo el texto,
Como algunos de los principales aspectos que han sido transformados en este proceso de autofinanciación y privatización de las universidades públicas, podemos encontrar los siguientes cambios:
Al negarse una financiación estatal adecuada, se fomenta la asignación del presupuesto nacional condicionado a indicadores de gestión; las universidades no son autónomas de reglamentar los programas académicos, ya que tienen que garantizar su autofinanciación, privilegiando el aspecto económico a los aspectos académicos; se establece la financiación de las universidades públicas sobre la idea (neoliberal) de que los “usuarios del servicio educativo” deben ser quienes financien, por medio de las matrículas, los costos educativos, es por ello mismo que busca aumentarse la “cobertura”, abriéndose una mayor cantidad de cupos, masificando el ingreso de nuevos estudiantes para captar más recursos en menoscabo de la calidad y la formación académica, y generándose un hacinamiento en las aulas como consecuencias de estos aumentos.
Siendo insuficientes los presupuestos para inversión, las universidades se ven obligadas a buscar formas de aumentar sus rentas propias, de autofinanciarse, mediante la venta de servicios, proyectos especiales, alza gradual de matrícula, recorte en los servicios de bienestar universitario, eliminación de programas no rentables, recorte de personal de planta tanto académica como administrativa.
Se comienzan a presentar entonces, alzas en los costos de las matrículas, además que los posgrados son muy costosos, inaccesibles para la mayoría de la población universitaria; sin embargo, irónicamente se presenta una “solución”, al fomentarse el crédito educativo para que los estudiantes asuman el pago de sus estudios, de su derecho a la educación; se niegan también una gran cantidad de los derechos de bienestar estudiantil: residencias, servicio médico y odontológico, cafetería, librería, servicios educativos, campos deportivos, recreación, condiciones para el trabajo académico adecuadas, etc; paralelo a esto, el bienestar estudiantil se va volviendo en una dependencia de fomento del llamado “emprenderismo”, “emprendimiento”, generando la absurda ilusión de que los estudiantes universitarios al terminar sus estudios puedan crear su propia empresa y “salir adelante”, es el caso como se muestra en
De igual manera, se disminuye la presencia de docentes de tiempo completo, impulsándose la vinculación de profesores de cátedra, en muchos casos en penosas condiciones laborales, sumamente inestables, y con el agregado de que como puede observarse en
Por el lado de las directivas universitarias, el fomento de las rentas propias se vuélvela actividad principal de su gestión, el decano es un gerente empresario cuya actividad principal es la captación de recursos para la autofinanciación; además que cambia el carácter de administrador académico por el de financista o empresario. Su gestión será exitosa en la medida que, bajo el principio neoliberal, obtenga la mayor ganancia con el mínimo de inversión.
Finalmente, podemos decir que en el contexto neoliberal, la educación es adecuada a los requerimientos del libre comercio, y es obligada a sumergirse en un ambiente de competitividad, donde se proyecta la autofinanciación, y una visión empresarial, más que el trabajo académico en correspondencia con la labor social y pública, que debiera desprenderse de los centros de educación superior pública colombianos.
0 comentarios:
Publicar un comentario